sábado, junio 28, 2008

Dudas: donde - dónde - adónde -adonde.

Donde.

1.- Adverbio relativo de lugar que introduce oraciones subordinadas con antecedente o sin él:

«Fueron hasta la casa donde él se alojaba» (Alfaya Traidor [Esp. 1991])

«Yo iré donde tú vayas» (Chao Altos [Méx. 1991]).

Es palabra átona que debe escribirse sin tilde, a diferencia del adverbio interrogativo o exclamativo dónde.

Se hace tónico, aunque sigue escribiéndose sin tilde, cuando se coordina con otro adverbio relativo y no es el último elemento de la coordinación:

Trabajaré donde (pron. [dónde]) y cuando yo quiera.

2.- Puede ir precedido de las preposiciones a, de, desde, en, hacia, hasta, para y por, con las que se indican distintas relaciones de lugar (destino, origen, situación, dirección, tránsito):

«Vámonos a donde tú quieras» (Herrera Casa [Ven. 1985])

«Yo podría olvidar [...] los lugares de donde vengo» (Labarca Butamalón [Chile 1994])

«En una esquina hay una cantina desde donde se oye la algarabía de los clientes» (Gallegos Pasado [C. Rica 1993])

«No vas a poder cazar en donde ya sabes» (RRosa Sebastián [Guat. 1994])

«Corrimos hacia donde yacía, ya muerto, el ciervo colorado» (Guido Invitación [Arg. 1979])

«El escritor va hasta donde se encuentra la televisión» (López Vine [Méx. 1975])

«Su decisión entreabrió una puerta por donde cabía el mundo entero» (GaMárquez Amor [Col. 1985]).

La preposición a puede soldarse a este adverbio, dando lugar a la forma adonde:

«Llévame adonde tú vayas» (Omar Hoy [Esp. 1989]).

3.- Cuando el verbo implica movimiento, para indicar destino, pueden emplearse las formas a donde y donde:

Iré a donde tú vayas / Iré donde tú vayas; La casa adonde te llevo está cerca / La casa donde te llevo está cerca. Debe evitarse hoy el uso de a donde (o adonde) para indicar ‘lugar en donde’ :

El apartamento a donde vivo es grande.

4.- Para indicar estado o situación (‘lugar en donde’), es opcional el uso de la preposición en ante el relativo donde, aunque, cuando no hay antecedente, suele ser más frecuente la ausencia de preposición: Ponlo donde quieras / Ponlo en donde quieras; La habitación en donde duermo es pequeña / La habitación donde duermo es pequeña.

5. Es arcaico, y debe evitarse hoy, el uso de donde con antecedente temporal:

Fueron años donde se pasaron calamidades

Será al atardecer donde se producirán los chubascos más fuertes.

En estos casos deben usarse los relativos (el) que o el cual precedidos de la preposición correspondiente, o bien, si lo admite la sintaxis de la frase, el adverbio relativo cuando:

Fueron años en (los) que / durante los cuales se pasaron calamidades.

Será al atardecer cuando se producirán los chubascos más fuertes.

6. En el habla coloquial se usa a veces como preposición, con el sentido de ‘junto a’ o ‘a casa de’:

«Luego fue donde Freddy y se lo contó todo» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980])

«Violeta fue donde Marcelina a preguntarle qué pasaba» (Serrano Vida [Chile 1995])

«Voy donde el abuelo» (ASantos Vis [Esp. 1992]).

Dónde.

1.- Adverbio interrogativo o exclamativo de lugar. Es palabra tónica que debe escribirse con tilde, a diferencia del adverbio relativo donde.

Introduce enunciados interrogativos o exclamativos directos, y oraciones subordinadas interrogativas o exclamativas indirectas:

«¡Estás muy moreno! ¿Dónde has estado?» (Morena Silencios [Esp. 1995])

«Yo he pasado luego noches mucho mejores que aquellos días. ¡Dónde va a parar!» (Moncada Otoño [Esp. 1993])

«No sé dónde querés ir» (Rovner Sueños [Arg. 1985])

«¡Y mira dónde he ido a parar!» (Mundo [Esp.] 1.3.94).

Puede constituir por sí solo un enunciado: — ¿Quieres ponerte allí? ¿Dónde?, o quedar al final como único elemento de la oración subordinada: Me gustaría irme de vacaciones, pero no sé dónde.

2.- Puede ir precedido de las preposiciones a, de, desde, en, hacia, hasta, para y por, con las que se indican distintas relaciones de lugar (destino, origen, situación, dirección, tránsito):

¿A dónde me llevas?; ¿De dónde venís?; ¿Desde dónde han llamado?; ¿En dónde vive?; ¿Hacia dónde se dirige?; ¿Hasta dónde piensa llegar?; ¿Para dónde vas?; ¿Por dónde se ha ido? La preposición a puede soldarse a este adverbio, dando lugar a la forma adónde.

3.- Cuando el verbo implica movimiento, para indicar destino, pueden emplearse las formas a dónde (o adónde) y dónde, aunque es más frecuente el uso con preposición: ¿Adónde vamos? / ¿Dónde vamos?; No sé adónde me llevan / No sé dónde me llevan. Debe evitarse hoy el uso de a dónde (o adónde) para indicar estado o situación :

¿A dónde está el director?

4. Con verbos que no implican movimiento, sino estado o situación, es opcional el uso de la preposición en ante el adverbio, aunque suele ser más frecuente la ausencia de preposición: ¿Dónde ha estado todo este tiempo? / ¿En dónde ha estado todo este tiempo?

5. Cuando aparece precedido de la preposición según, o del verbo depender o el adverbio independientemente seguidos de la preposición de, se recomienda escribirlo con tilde, ya que en estos casos suele ser tónico y se interpreta normalmente como interrogativo:

«Otros acostumbran a emplear distinto lenguaje según dónde se encuentren» (Tiempo [Esp.] 16.4.90)

«Todo depende de dónde te pongas» (SchzOstiz Infierno [Esp. 1995])

«Todos los cuerpos tienen masa, independientemente de dónde se encuentren» (VV. AA. Física [Esp. 1995]).

No obstante, en estos casos el adverbio puede tener también valor relativo, por lo que no se considera incorrecto escribirlo sin tilde: Según dónde se encuentre... [= según en qué lugar se encuentre] o Según donde se encuentre... [= según el lugar en que se encuentre].

6. En oraciones subordinadas de infinitivo dependientes de los verbos haber y tener, hay vacilación entre la pronunciación tónica y átona de este adverbio. En estos casos puede interpretarse como interrogativo y escribirse con tilde, o como relativo sin antecedente expreso y escribirse sin ella: No tengo dónde [= a qué lugar] ir / No tengo donde [= lugar al que] ir; En este pueblo no hay dónde [= en qué lugar] comer decentemente / En este pueblo no hay donde [= lugar en el que] comer decentemente.

7. Precedido de artículo, se sustantiva: «Aquí no vamos a sugerir el dónde y cómo de esta ruptura» (Coronado Fabuladores [Méx. 1984]).

Adónde.

1.- Adverbio interrogativo o exclamativo que significa ‘a qué lugar’. Es tónico y por ello se escribe con tilde, a diferencia del adverbio relativo adonde. Introduce enunciados interrogativos o exclamativos directos y subordinadas interrogativas o exclamativas indirectas:

« ¿Y adónde llegaremos?» (Ocampo Cornelia [Arg. 1988])

«¡Adónde vamos a ir a parar, señores!» (Cossa Criado [Arg. 1986])

«No sé adónde ir» (NHerald [EE. UU.] 9.4.97)

¡Mira adónde nos ha llevado tu intransigencia!

No hay razones para censurar la escritura de este adverbio en dos palabras, documentada desde siempre en todo tipo de textos; así pues, son igualmente aceptables las grafías adónde y a dónde:

«Esas seducciones, ¿qué significaban, a dónde conducían?» (Edwards Anfitrión [Chile 1987])

«No sé a dónde queréis llegar los dos» (BVallejo Trampas [Esp. 1994]).

2.- En el español actual debe evitarse el uso arcaico de adónde, a dónde sin valor de movimiento:

«Me preguntó Carlitos, mi hijo, que adónde había estado»Herlinda [Méx. 1993]) (LpzPáez

«Matilde ¿a dónde estás?» (VV. AA. Vida [Chile 1986]). En estos casos debe usarse hoy el adverbio dónde, opcionalmente precedido de en .

3.- No es correcto usar este adverbio precedido de preposición:

«Nunca se llega tan lejos como cuando no se sabe hacia adónde se va» (Vanguardia [Esp.] 2.12.95)

«Corro sin despedirme, sin saber hacia a dónde voy» (Pinto Despertar [C. Rica 1994]). En estos casos debe usarse el adverbio dónde.

La anteposición de preposición no es incorrecta cuando adónde encabeza oraciones interrogativas indirectas que constituyen término de preposición:

«Violeta no tiene idea de a dónde van a parar sus tapices» (Serrano Vida [Chile 1995]);

«Le interroga acerca de adónde va» (Castilla Psiquiatría 1 [Esp. 1979]).

Adonde.

1.- Adverbio relativo de lugar que expresa la dirección de un movimiento. Es palabra átona y por ello se escribe sin tilde, a diferencia del adverbio interrogativo o exclamativo adónde. Funciona, a modo de conjunción, introduciendo oraciones de relativo con antecedente o sin él:

«Desciende a los infiernos, adonde va a buscarlo la Diosa Madre» (Cousté Biografía [Arg. 1978])

«Regresamos adonde nos esperaba el taxi» (VLlosa Tía [Perú 1977]). También puede escribirse en dos palabras: a donde. Aunque hasta ahora se venía recomendando un uso especializado de ambas grafías: adonde —con o sin antecedente expreso— y a donde —sin antecedente expreso—, esta recomendación no ha cuajado en el uso y hoy se admite como correcto el empleo indistinto de ambas formas: «Esperamos nerviosos el mediodía en el lugar a donde hemos sido conducidos» (Laín Descargo [Esp. 1976]); «Vaya a donde quiera, descanse» (Andrade Dios [Arg. 1993]).

2.- En el español actual debe evitarse el uso arcaico de adonde o a donde para indicar situación (‘en donde’): «El remisero estaba [...] a pocas cuadras de las calles Rivas y Misiones, a donde lo esperaba un cliente» (Clarín [Arg.] 10.2.97)

«Andrés Trapiello ha escrito buenas y curiosas anécdotas de ese bar, adonde entrevisté a Italo Calvino» (Mundo [Esp.] 15.12.96). En estos casos debe usarse el adverbio relativo donde, opcionalmente precedido de en.

3.- Como preposición (adonde) o locución preposicional (a donde) se utiliza, en la lengua coloquial, con el sentido de ‘junto a’ o ‘a casa de’:

«El mozárabe regresó adonde Guacelmo» (Torbado Peregrino [Esp. 1993])

«Beatriz y Vicente se han ido a donde su tía» (Chase Pavo [C. Rica 1996])

«Esa misma tarde volvió adonde Prato» (UPietri Oficio [Ven. 1976]). Con este mismo sentido puede usarse también donde.

4.- No es correcto usar este adverbio precedido de preposición:

«El club de los corazones solitarios..., [...] hacia adonde algunos [...] miraban entre la nostalgia y la ironía» (SchzOstiz Infierno [Esp. 1995]). En estos casos debe suprimirse la preposición o emplear el adverbio relativo donde.

Consulta aquí: Diccionario Panhispánico de Dudas.

Origen y significado de la palabra:

Moral.

- Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia. || Que no pertenece al campo de los sentidos, por ser de la apreciación del entendimiento o de la conciencia. || Que no concierne al orden jurídico, sino al fuero interno o al respeto humano. || Ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia.

Proviene del latín moralis –e que, de acuerdo con Cicerón, sería traducción del griego ethikós. La palabra latina se formó a partir de mos moris (costumbre, modo de vida). "O tempora, o mores!" ("¡Oh tiempo, oh costumbres!") es una conocida frase de Cicerón pronunciada durante una de sus catilinarias (Catilinam orationes 1:2).

Moral aparece en nuestra lengua por primera vez en El conde Lucanor, obra publicada en 1330, y está registrada en los diccionarios de Nebrija y de Palencia como nombre de la ciencia ética. Durante muchos años se consideró que atribuir a moral el significado de "voluntad de lucha de las tropas" era un galicismo, pero actualmente esa acepción ya está incluida en el Diccionario de la Real Academia Española. Lo mismo ocurrió hasta el siglo XIX con ‘desmoralizar’, que acabó por entrar en el Diccionario en la edición de 1884.

Por: Ricardo Soca.

jueves, junio 26, 2008

La palabra: Misterio.

Misterio - Del latín mysterium. Tomado del griego mystérion que significa secreto, algo que debe permanecer oculto, da la idea de silencio; otro término que etimológicamente se aplica a todo lo relacionado con misterio es "místico", del griego mystikós que es un adjetivo de mýstes o iniciado, por lo que mystikós es iniciático, y se relaciona con la iniciación y su doctrina.

En el sentido más exterior el misterio es de lo que no se debe hablar, aquello que está prohibido hacer conocer afuera, un segundo sentido más interior designa lo que se recibe en silencio, eso sobre lo cual no se debe discutir, porque son verdades que por su naturaleza supranatural y suprarracional, están sobre toda discusión.

Respecto de estos misterios, nadie puede dudar que fueron los símbolos del Lenguaje universal de la Teología Antigua, pues los Instructores del Mundo, a semejanza de la naturaleza, dirigían la enseñanza por la vista. Los sabios antiguos, Persas, Egipcios y Griegos, adoptaron la costumbre de rodear sus doctrinas de enigmas difíciles de interpretar, ilustrando a los hombres con símbolos y parábolas que estaban más a su alcance y conocimiento. Eran los Misterios una sucesión de símbolos y la parte oral de los mismos una explicación de su significado, en ellos se mezclaban comentarios sagrados, ideas sobre física y moral, teorías sobre la creación, alegorías sobre la naturaleza, las relaciones entre los planetas y los elementos, y sobre todo las ideas recibidas acerca de las relaciones entre Dios y los hombres.

En su origen etimológico "misterion" significa secreto, culto secreto o arcano, y en relación con el cristianismo hay que decir que las primeras comunidades también empleaban esta palabra para referirse a los sacramentos y celebraciones. En aquellos primeros siglos de cristianismo, los sacramentos, su desarrollo y celebración no están al alcance de todas las personas, son secretos de la comunidad cristiana, entonces cerrada frente al exterior. Los paganos muestran en ocasiones su desconocimiento por lo que se celebraba en las Asambleas cristianas, confundiendo la Eucaristía, por ejemplo, con un rito caníbal. Era muy lógico que dado el desconocimiento, se llamara misterio a aquellos ritos secretos.

Yendo un poco más lejos, no sólo se llama misterio por ser desconocido por los paganos, sino porque la relación íntima con Dios, celebrada en los sacramentos, les hacía palpar el misterio de la trascendencia en sus propias vidas. Así, en la primera comunidad cristiana el "gran misterio" era Jesucristo, sacramento original del Padre. Hay que decir que la palabra "misterion" griega fue traducida por los padres latinos por "sacramento", de ahí que se empleara indistintamente. Hoy no son sinónimos, pero en la antigüedad cristiana sí. Así los sacramentos, serían símbolos, fuerzas para la unidad, pero además eran secretos, depositarios del gran secreto de los iniciados en la nueva fe: Jesucristo es el Señor. Hay en todo esto un gusto y un sabor especial por lo esotérico, posiblemente por el contexto helénico que les tocó vivir.

martes, junio 24, 2008

Dudas: dondequiera - adondequiera.

Dondequiera.

1.- Adverbio indefinido de lugar que significa, con verbos de estado, ‘en cualquier parte’:

«La gente deja su ropa dondequiera [...]: no quieren colgar nada en el armario» (Santiago Sueño [P. Rico 1996]).

Con verbos de movimiento significa ‘a cualquier parte’:

«Dondequiera que íbamos nuestra fama nos precedía» (Saer Entenado [Arg. 1988]). En este caso resulta más apropiado el uso de adondequiera.

Dondequiera se emplea muy frecuentemente como antecedente del relativo que: dondequiera que estés, dondequiera que vayas. No debe suprimirse el relativo en estos casos:

«Dondequiera se le dé un golpe [al tambor], resuena por todas partes» (Abc [Esp.] 2.11.86).

2.- Este adverbio ha de escribirse hoy en una sola palabra, por lo que no debe confundirse con la combinación ocasional del adverbio relativo donde y la primera o tercera persona del presente de subjuntivo del verbo querer, que significa ‘en el lugar o al lugar que desee’:

«Es inhumano quitar a un individuo su derecho a vivir donde quiera» (Hoy [Chile] 19-25.10.83); «Se puede usted ir [...] donde quiera» (MtzReverte Gálvez [Esp. 1979]).

Adondequiera.

1.- Adverbio de lugar que significa ‘a cualquier sitio’. Se usa normalmente seguido del relativo que:

«Había decidido seguirla adondequiera que fuese» (Volpi Klingsor [Méx. 1999]). Con este sentido puede emplearse también dondequiera.

2. No se admite su escritura en dos palabras, por lo que no debe confundirse con la combinación ocasional del adverbio relativo adonde y la primera o tercera personas del singular del presente de subjuntivo del verbo querer (adonde quiera), que significa ‘al lugar al que desee’: «¡Se puede ir adonde quiera, en barco, en avión o en patinete, no le necesito!» (Marsé Embrujo [Esp. 1993]).

domingo, junio 22, 2008

POESÍA SENSUAL - BLOGS.

Lejos del paraíso.

Autor: Luis Sevilla.

Madrid.

http://lacasaenpenumbras.blogspot.com/

“Me agarro a tu espalda

Te aprieto

Mis uñas se clavan

Se enredan

Te hacen sangrar.

Gritas, leve,

Cerca de mi oído.

Me agarro a tu espalda

Mi pecho contra tu pecho,

Tus pezones, duros

Se clavan en mi piel

Se enredan

Me hacen sangrar.

Grito, leve,

Cerca de tu oído.

Y nos fundimos

Porque estamos solos

Nos expulsaron del paraíso

Y ahí afuera

No hay más que oscuridad.

Y aún cuando ni siquiera sé cómo te llamas

Confío en ti,

Y me agarro a tu piel blanca

Y puedo olerte

Y la oscuridad parece dar menos miedo”.

Sin salida.

Autor: Claudia Isabel Lonfat.

Argentina.

http://laperladejanis.blogspot.com/

Unir tu sombra

a la mía

Entrar

por tus pupilas

Hasta el fondo

de ese laberinto

Hallar

pájaros perdidos

tras vuelos rotos…

Silencios

heridos de muerte

Profanos caminos

a ninguna parte…

Tu oscuridad late

como el músculo erecto

que se despierta al deseo

Se mezcla sigiloso

en la maraña

de piel, pelo y cielo…

No hay salida.

Aproximación.

Autor: León Cartagena.

México.

http://vocesdeluz.blogspot.com/

Al llegar a tu piel

no tengo nombre

mi boca sorprendida

no pronuncia palabra

mi lengua nada y recolecta

el alcalino sabor de tu apetito

al llegar a tu piel

no tengo alas

me arrastro por tu cuerpo

subo bajo y te penetro

al llegar a tu piel

arden los mares

mis manos se sujetan

de un hilo en tu cabello.

Sangre enamorada.

Autor: Noray.

http://desdeminoray.blogspot.com

Cuando te miro,

y encuentro tus ojos

dentro de los míos,

siento una espiral

de enorme vértigo

subir desde mis pies

hasta mis labios.

Mi tez se torna roja

y mi seca garganta,

en brusca erupción,

segrega tanta saliva

que me impide la respiración,

mis venas son barrancos

de sangre enamorada

corriendo hacia el mar.

Sólo soy un sueño,

dentro de tu sueño eterno,

que contempla la aurora

de un próximo día.

Tal vez,

ahora mismo,

sólo sea un sueño,

o sólo sueñe

con serlo.

SU CUERPO.

Autor.

José Tadeo Tápanes.

CUBA.

http://josetadeotapaneszerquera.blogspot.com/

Su cuerpo me conduce hasta la playa

más bella que jamás haya pisado

y siendo sus arenas de mi agrado

invito a la tristeza a que se vaya.

Su cuerpo va incendiando mi atalaya

y dueña de las riendas del pecado,

al fuego me condena, y a su lado

las llamas por doquier feliz explaya.

Y luego, como suele ser costumbre

se duerme justo al centro de la hoguera

dejando en mí esta dulce incertidumbre.

Con ella quiero arder hasta que muera,

besar su cuerpo en llamas y su lumbre,

quemarme como un trozo de madera.

DEL POETA FRANZ ORTIZ CASTAÑEDA.

PROVERBIOS PARA ENCENDER UN VERSO.

Ya no eres ni la sombra

somos la sombra con sus cuerdas

caja de resonancia

y su manera de cantar.

No eres el que yo conocí

somos una especie de árboles

sembrados en este polvorín

con piedras en las patas como fuentes.

Y entonces

ilustrando lejuras

pendiente del silencio y sus maneras

provocando placeres simples desde las sombras.

Qué hay de nuevo

las vueltas de la calle

la fiesta y la quejumbre

amordazadas en la soledad de la espera.

Y esa tristeza

pensar la sed es esperar por alguien

sufrir con esos pájaros

le da forma a la revelación.

Fiesta

el agua nos ignora

todos hablamos para el mundo.

En silencio

la grieta poderosa

nada viola su gesto.

Otro tiempo de olor

resucitando espejos

bajo las estaciones de tu aliento.

Tener un templo conviene

Somos demonios también dios.

FRANZ ORTIZ CASTAÑEDA

“Ediciones La Conversa”

BARQUISIMETO, FEBRERO 1988

sábado, junio 21, 2008

Poema de Eddy Rafael Pérez.

YO HAGO MI VIDA DE ESTA MANERA.

Yo

hago mi vida

de esta manera

como el dolor intento aprender

del golpe en el corazón

necesaria es esa gran luciérnaga

atrapado casi

entre mis propias redes

acuso recibo de la tristeza

los colmillos del mar

clavándose con todo y perfume

y haciéndome decir cuánto quiero

el día me da la palabra

y es ella quien acude

cuando me despellejo de la lluvia

la fragancia del río ordena mis recuerdos

y enciende mis ojos

como vistiéndolos de una desnudez

como un magnífico delirio

haciéndome hablar solo

a manera de prólogo

con certeza de que no huyo de nada

absolutamente

y que mi silencio adiestrado está

en cualquier arte

que se refiere a los huesos

diciendo siempre mi oficio es

el de fabular con los añicos de mi piel

proponiéndome insultar a la muerte

ardiendo en la aridez de mis ojos

adopto la forma de mi presencia

todo eso es un asunto de hace años

todo lo he decidido

preocupado por la huella de mis heridas

investigo el sonido que me conmueve

y que supone la vida de otros

por eso no pierdo el tiempo

y hablo como yo

porque es en primera persona

que me comen los sueños

y es así como vivo

en función de destruir

a quien niega su propio dolor

y el de mis amigos

y todo aquél que lo produce

y lo convierte en miseria

y entonces yo no tengo ningún problema

en que me vean colocado aquí

cerca de esta palabra

sufriendo

buscándome adentro

tirado como un carajo

que se desespera sembrando el amor

y entonces tampoco me importa que me revienten

a plomo por la vida.