viernes, marzo 19, 2010

SIGNIFICADO DE LA PALABRA:

Sedicente.

Adjetivo que, antepuesto a un sustantivo o adjetivo referido a persona, indica que esta se atribuye a sí misma, impropiamente o sin derecho, la condición o cualidad que expresa ese sustantivo o adjetivo: «Me encuentro ya mejor de mis achaques, pero con igual horror a la sociedad sedicente humana» (Unamuno Carta [Esp. 1931]); «El sistema democrático es superior en potencia a las barbaridades que en su nombre se consuman y a los pecados de sus sedicentes defensores» (Abc [Esp.] 24.5.89). Se trata de un calco del francés soi-disant (de soi ‘se, a sí mismo’ + disant ‘dicente, que dice’), cuya traducción literal sería «que se dice o llama a sí mismo» el nombre que se expresa a continuación. De este su sentido etimológico, que solo permite aplicar este adjetivo a nombres que se refieren a persona, ha pasado a aplicarse también a cosas, como equivalente de (así) llamado o (mal) llamado, pretendido, supuesto: «Parece mentira que un hombre tan tradicionalista como el segundón se deje inficionar por esa métrica afrancesada, por esos sedicentes versos mechados de citas mitológicas» (Aub Calle [Esp. 1961]); «La sedicente objetividad y universalidad del conocimiento científico es puesta en entredicho» (Ortega Horizontes [Esp. 2000]). Este desplazamiento de significado es antiguo y se produce ya en francés, por lo que, aunque injustificado desde el punto de vista del sentido literal de esta voz, no cabe su censura. Es errónea la forma sediciente.

Esta voz nada tiene que ver con el sustantivo sedición (‘alzamiento contra la autoridad’), por lo que no debe confundirse con sedicioso, adjetivo que significa ‘que incita a la sedición o toma parte en ella’.

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DICCIONARIO REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.

martes, marzo 16, 2010

Dudas:

Ebrio -bria.

‘[Persona] que está bajo los efectos de un consumo excesivo de alcohol’: «Yo no dejaba de reír, estaba completamente ebria» (Villena Burdel [Esp. 1995]); «La gente bebía vino sin limitarse, no faltaba un ebrio que recitara versos de Neruda» (Jodorowsky Danza [Chile 2001]). Es incorrecto su uso como sinónimo de alcohólico (‘persona adicta al alcohol’): «La falta de consumo de alcohol en algunos ebrios está causando el síndrome de abstinencia» (Hoy [El Salv.] 6.10.00).

También significa, en sentido figurado, ‘poseído o trastornado por una fuerte emoción’, con un complemento introducido por de que indica la causa del trastorno: «Estaba ebrio de victoria» (Borges Libro [Arg. 1975]).

Comedirse.

‘Moderarse o contenerse’ y, en gran parte de América, ‘ofrecer ayuda o prestarse a hacer un servicio’. Verbo irregular: se conjuga como pedir. Con el segundo sentido, existe la variante acomedirse.

Cuando significa ‘moderarse’, puede llevar un complemento precedido de en: «Hay que comedirse en las palabras de la controversia» (SchzFerlosio Años [Esp. 1993]); cuando significa ‘ofrecer ayuda’, lleva un complemento precedido de a: «El dueño se comidió a hacernos entrar para que nos diera el sol» (Che/Granado Viaje [Arg. 1992]).

Comadrona.

‘Persona facultada para asistir a las parturientas’. Aunque es profesión normalmente asociada a las mujeres, junto al femenino comadrona existe y es correcto el masculino comadrón: «Cuando vino al mundo el duque de Borgoña, vemos como comadrón al doctor Clément» (Fisas Historias [Esp. 1983]). Para denominar a estos profesionales, se usa también el término partero (fem. partera).

Moca.

‘Café de gran calidad procedente de la ciudad yemení del mismo nombre’: «Platos como [...] la tarta de moca» (Mundo [Esp.] 13.6.03). Esta es la grafía tradicional en español, aunque también se emplea, y es válida, la grafía de influjo francés moka.

Oquedad.

‘Hueco’: «Al pasar los ojos por los titulares de la primera página se le abrió una oquedad en el estómago» (Delibes Madera [Esp. 1987]). Pese a que deriva de hueco, no es correcta la grafía con h- hoquedad.

Pelambre.

‘Pelo abundante’. Es válido su uso en ambos géneros, aunque suele predominar el femenino: «Con la pelambre alborotada y rascándose la nuca» (Azuela Casa [Méx. 1983]); «Desde el pelambre miraban dos ojillos» (BCasares Serafín [Arg. 1962]). En Chile significa, además, ‘murmuración o comentario malintencionado’, acepción en la que es siempre masculino: «¿Cuál es la diferencia entre un pelambre y un comentario realista?» (Hoy [Chile] 23.2-3.3.97).

Polizonte.

En el habla coloquial, con valor despectivo, ‘agente de policía’: «Se abrió la puerta y apareció otro polizonte, un inspector» (Marsé Rabos [Esp. 2000]). Solo se documenta su uso en masculino, aunque por su terminación podría usarse como común en cuanto al género; el/la polizonte. No debe confundirse con polizón (‘viajero clandestino en un barco o avión’).

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