domingo, febrero 25, 2007

LETRAS ERÓTICAS.

Así algunos insistan en señalar la línea sutil que separa al erotismo de la pornografía, nadie es capaz de definir dónde empieza y termina el erotismo. Lo único cierto es que el texto erótico, tanto por el manejo del lenguaje como por el tratamiento del tema, debe alcanzar un nivel estético que lo diferencie del discurso obsceno y grotesco de la pornografía.
Si bien es cierto que el relato erótico es algo transitorio, que se vive y siente mientras se lee, es cierto también que sirve para estimular los impulsos de la fantasía, que constituye uno de los instrumentos mentales que permite ventilar los instintos sexuales más recónditos y lúdicos. El erotismo es la mejor expresión de una relación sexual regida por las fuerzas de la pasión y la fantasía. Sin la fantasía no sería posible un erotismo que enriquezca la vida conyugal, social y existencial. El erotismo, con sus censuras habidas y por haber, es lo que diferencia a los humanos de los animales irracionales, aparte de que el erotismo, en materia literaria, es la metáfora del amor en todas sus dimensiones.
A continuación algunas letras eróticas para compartir y recrearnos con su magia.
Cuerpo de mujer.
PABLO NERUDA.
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
Francisco Alvarez Hidalgo.
Me acercaré a tu espalda con ternura
reclinando en el hombro mi barbilla,
rozaré suavemente tu mejilla,
y anudarán mis brazos tu cintura.
JULIO CORTAZAR.
Fragmento del capítulo 7 de la novela "Rayuela", publicada en el año 1963 por la editorial Sudamericana. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo...
Jorge Robledo Ortíz.
Para cantar tus senos,
imaginé la forma de redondear
dos veces la misma castidad.
Quisé cantar
"el yunque donde forjas la vida"
y todos mis sentidos llegaron a cantar.
Entonces me di cuenta
de que el poema estaba
en el límite exacto del pecado mortal.
Porfirio Barba Jacob .
...Y hay días en que somos tan lúbricos,
tan lúbricos, que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer...

GEORGE BATAILLE.

Tomado de "Madame Edwarda", publicada clandestinamente en 1941 bajo el seudónimo de Pierre Angélique.

En medio de un enjambre de muchachas, desnuda Madame Edwarda sacaba la lengua. Ella era, para mi gusto, encantadora. La elegí: ella se sentó cerca de mí. Apenas tuve tiempo de responder al mozo: tomé a Edwarda que se abandonó: nuestras bocas se juntaron en un beso enfermo. La sala estaba abarrotada de hombres y de mujeres y tal fue el desierto donde el juego se prolongó. Un instante su mano se deslizó, y yo me quebré de pronto como un vidrio, y temblé en mis pantalones; sentí a Madame Edwarda, de quien mis manos contenían las nalgas, ella misma al mismo tiempo desgarrada; y en sus ojos más grandes, dados vueltas, el terror, en su garganta un largo estrangulamiento. Me acordé que había deseado ser infame o, más bien, que hubiera sido necesario(...)

VLADIMIR NABOKOV.

Fragmento de la novela "Lolita", publicada en París en 1955, por Olympia Press. Fue llevada al cine en 1962 por Stanley Kubrick.

Apenas se detuvo el automóvil, Lolita se precipitó literalmente en mis brazos. Sin atreverme a abandonarme, sin atreverme a admitir que ese (dulce humedad y fuego trémulo) era el principio de la vida inefable a la cual hábilmente auxiliado por el destino, por fin había dado realidad, toqué sus labios calientes, entreabiertos con tenues sorbos salaces. Pero ella, con un estremecimiento impaciente apretó su boca contra la mía con tal fuerza que sentí sus grandes dientes delanteros y participé del gusto a menta de su saliva. Sabía, desde luego, que no era sino un juego inocente de su parte, un retozo que imitaba el simulacro de un amor inventado, y puesto que, como dirían los psicópatas y también los violadores, los límites y reglas de estos juegos infantiles son imprecisos (...).

WALT WHITMAN.

"Recuerdo cómo una vez
estábamos acostados una transparente mañana de estío,
igual a ésta, cómo pusiste tu cabeza sobre mis caderas
y delicadamente la volviste hacia mí,
y apartaste la camisa de mi pecho,
y hundiste tu lengua hasta mi corazón desnudo,
y te estiraste hasta tocar mi barba,
y te estiraste hasta alcanzar mis pies".
Juan Ramón Jiménez.
Vivo olvidado
de mi cuerpo.
Cuando miro la aurora,
confusamente lo recuerdo bello,
cual si estuviera fuera de mí y muy lejos. Más cuando tú me coges
me lo siento todo, duro, suave, dibujado, lleno,
y gozo de él en ti y en mí, contigo,
descubierto, en su secreto.
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Desnúdenme tus manos lentamente
sobrenadando senos y caderas,
y desliza tus dedos diligente
entre botones, lazos, cremalleras.
Mira mis ojos y ábreme la blusa,
y descuelga los pechos prisioneros,
que mi deseo nada te rehusa,
y ellos son del deseo mensajeros.
Se abren a tí como dos rosas tiernas,
esperando la lengua en los pezones,
y percibo temblores en mis piernas,
y un aire abrasador en los pulmones.
No hay en mi ofrecimiento ambigüedades,
va a tí sin desvergüenza o timidez,
y aunque con tinte de frivolidades,
parece siempre la primera vez.
Besa con humedad mi boca hambrienta,
y haz que ambas lenguas jueguen en contacto,
no ha de haber nada a lo que no consienta ,
mía es la voluntad, tuyo es el acto.
En la espalda hay insólitos caminos
que mi mano jamás ha transitado,
y de tus dedos brotan remolinos
erizando la piel de mi costado.
En breve y delicada sacudida
mis hombros de la blusa se desprenden;
semidesnuda estoy, y enardecida,
y alzo los brazos, que hacia tí se extienden.
Detente brevemente en la cintura,
rodéame en caricias circulares,
y explora el resto de mi arquitectura,
con paso franco a todos mis lugares.
Cae la falda a los pies...,
al fin desnuda...
Qué libertad e independencia siento.
No queda en mí vacilación ni duda,
sólo serenidad..., y atrevimiento.
Están mis ojos en tus ojos fijos,
y tus manos me arropan insistentes;
suaves contactos causan regocijos,
lentas fricciones llegan más frecuentes.
Aproxímate más, cúbreme entera,
encadéname a tí, y abre mi rosa,
dame un beso total, de tal manera
que resulte en fusión voluptuosa.
Quédate en pie y recibe el doble abrazo,
y al rodear tu cuerpo con mis piernas,
introduce tu furia de un zarpazo
anegando mis cámaras internas.
El ímpetu, el gemido y los sudores
me dirán que soy tuya y eres mío;
seremos mutuamente posesores,
como el cauce y las aguas en el río.

sábado, febrero 24, 2007

FEBRERO 2007.

EROTISMO EN LA LITERATURA.

El erotismo es un tema que permite su tratamiento tanto en la literatura, como en el cine, la pintura, la escultura, la danza, el teatro y en general, en las manifestaciones artísticas. Es importante considerar, que la expresión del erotismo juega con la insinuación, con la sugerencia y este aspecto acerca el erotismo a la poesía.
El artista siempre está consciente del poder de insinuación de las palabras, es decir, de todo lo que éstas pueden sugerir y de la fuerza que radica en estas mismas insinuaciones. Para Whitman, el poeta debe hacer que las palabras transmitan fuerza, haciendo que las palabras canten, dancen, sangren, naveguen barcos, ejecuten lo masculino y lo femenino, besen y hagan todo lo que la mujer, el hombre o los poderes naturales pueden hacer.
Para Mario Vargas Llosa el autor de Elogio de la madrastra, comenta algunas lecturas fundamentales de la literatura erótica al tiempo que repasa su biografía como aficionado al género desde los días de estudiante en la Lima de su juventud y reflexiona sobre las conexiones entre placer sexual y placer estético.
"Sin erotismo no hay gran literatura".
Un texto literario es más rico en la medida en que integra más niveles de experiencia. Si dentro de ese contexto el erotismo juega un papel primordial, se puede hablar verdaderamente de literatura erótica.
La Celestina, por ejemplo, es una obra maestra, probablemente la más importante de la literatura española después del Quijote. Decir que La Celestina es una obra erótica sería empobrecerla, porque aunque es eso, también es muchas otras cosas: una obra de una gran riqueza verbal, de una gran inteligencia en su construcción, que incluye muchas manifestaciones de la vida -la moral, la cultura, la psicología-, pero indudablemente el erotismo tiene en ella un papel primordial.
¿Un ejemplo contemporáneo?.
Lolita, de Nabokov, una de las grandes novelas modernas. En ella el erotismo tiene un papel principal entre muchos otros ingredientes que juegan un papel similar dentro de una gran complejidad. Así es como se da en la vida la experiencia erótica. Una exaltación muy desembozada de la pulsión sexual, de la fantasía erótica, de los fantasmas, del derecho al placer. Todo eso está en Lolita, que, por otra parte, es una obra muy intelectual. El mejor erotismo nunca está disociado de otras manifestaciones, que, además, lo enriquecen".
Erotismo y pornografía.
La frontera entre erotismo y pornografía sólo se puede definir en términos estéticos. Toda literatura que se refiere al placer sexual y que alcanza un determinado coeficiente estético puede ser llamada literatura erótica. Si se queda por debajo de ese mínimo que da categoría de obra artística a un texto, es pornografía. Si la materia importa más que la expresión, un texto podrá ser clínico o sociológico, pero no tendrá valor literario. El erotismo es un enriquecimiento del acto sexual y de todo lo que lo rodea gracias a la cultura, gracias a la forma estética. Lo erótico consiste en dotar al acto sexual de un decorado, de una teatralidad para, sin escamotear el placer y el sexo, añadirle una dimensión artística.
Un texto que sólo es erótico resulta muy poco convincente porque pierde vitalidad. Como la vida no es sólo sexo, un texto en el que la vida no es otra cosa, termina siendo muy artificial y postizo, un juego lúdico disociado de la experiencia vivida convertido muchas veces en un artificio intelectual. No es ése el erotismo que me seduce y estimula. En cambio, para mí es muy difícil que haya una gran novela en la que no haya páginas de una alta intensidad sexual.
Recuerdo novelas de las que no se podría decir que son eróticas, pero en las que hay episodios de una carga erótica tal que se han convertido en el cráter de esas novelas, en la imagen que las sintetiza. Por ejemplo, en Esplendor y miseria de cortesanas, de Balzac, hay un viaje en diligencia con dos personajes, una pasajera y un joven que viaja frente a ella. Las irregularidades del terreno precipitan a unos pasajeros contra otros, y el joven siente de repente el roce de las rodillas de la pasajera. Es una descripción maravillosa. De esa novela no se me olvidará nunca el roce en esa clandestinidad nerviosa. Esos fogonazos eróticos dentro de una historia tienen para mí una importancia capital. Un relato sin esas apariciones de lo sensual no alcanza nunca la grandeza de las novelas que incorporan esa experiencia. Lo mismo pasa en el Quijote con la escena de Maritornes, en la que hay un erotismo muy rico, aunque esté atenuado por el humor y por el sarcasmo. Tal vez porque era la única manera de pasar la censura. Jaime Gil de Biedma contaba que de joven había tenido una gran inflamación erótica con esa escena.
Un canon personal.
"En mi canon personal de la literatura erótica entendida en el sentido tradicional estarían, entre los textos clásicos, el Decamerón de Bocaccio, que tiene algunas historias muy ingeniosas y divertidas. Más tarde, Fanny Hill, de John Cleland, y Memorias de una cantante alemana, de Wilhelmine Shroeder-Devrient. El marqués de Sade, por supuesto: la historia de Justine quizá sea la más compacta y ordenada. De Restif de la Bretonne, El pie de Mignonne (el pie de la bonita, de la chica bonita, podría traducirse), una novela absolutamente deliciosa en la que los personajes se enamoran de la protagonista exclusivamente a través de su pie. Es una novela fetichista con un humor que le da mucha gracia.
Dentro de la literatura más moderna, Bataille, desde luego. ¿Qué libro de Bataille? La historia del ojo. Es la más novela, la que tiene mejor tejido narrativo, aunque en ocasiones el exceso de perversión la desvitalice un poco y la vuelva un tanto intelectual. Es, no obstante, un libro excelente. En esa lista estaría también Sacher- Masoch y La Venus de las pieles. Los trópicos de Miller, el de Capricornio y el de Cáncer. El cuaderno negro, de Lawrence Durrell, aunque es de un erotismo un poco siniestro, pero muy bello. Se trata, además, de un acto de gran coraje y de un exhibicionismo bastante audaz. Dentro de la literatura española lo más interesante son ciertos capítulos del Tirant lo Blanc, escritos con extraordinaria gracia y talento: las historias de la princesa Carmesina y sus juegos con Plaerdemavida. Todas las escenas de alcoba del Tirant son obras maestras de la literatura erótica. Y, por supuesto, La Celestina. Y La lozana andaluza, un libro muy divertido, de una libertad insólita para la época en cuestiones de sexo, aunque por momentos haya un exceso de vulgaridad. Para mí ese exceso en un texto erótico lo hace irreal, lo convierte en un juego verbal. Hay un autor, por último, que habría que citar: Roger Vailland, que trabajó con Roger Vadim, el director de Y Dios creó a la mujer, la película de Brigitte Bardot... Vailland escribió algunas novelas que no tiene demasiado interés, pero sobre todo escribió La mirada fría, un ensayo sobre erotismo que lleva un epígrafe de Sade que dice: 'Y él lanzó sobre mí la mirada fría del perfecto libertino'. Es un libro muy interesante en el que sostiene que para que haya erotismo tiene que haber represión, que la libertad y el erotismo están reñidos. Dice que las muchachas del siglo XVIII han pasado a la historia de la civilización como las más eróticas. ¿Por qué? Porque estaban educadas en los conventos, y los conventos, a través de sus prohibiciones y de sus obsesiones, creaban una curiosidad y unos tabúes que eran los mayores fermentos para la imaginación. Vailland dice que sin la Iglesia católica no hubiera sido posible el erotismo. Por una parte creó las prohibiciones y, por otra, creó un entorno, un ceremonial que le ha suministrado al erotismo su instrumental más rico y novedoso".
Babelia (Suplemento de El País de Madrid).

viernes, febrero 23, 2007

HABEMOS.

Habemos USOS INCORRECTOS: · En la lengua culta actual, la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo haber es hemos, y no la arcaica habemos, cuyo uso en la formación de los tiempos compuestos de la conjugación es hoy un vulgarismo propio del habla popular que debe evitarse en el habla culta; así, no debe decirse Habemos visto a tu hermano, sino Hemos visto a tu hermano. · También debe evitarse en el habla culta el uso de habemos con el sentido de ‘somos o estamos’, puesto que el verbo haber, cuando se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, es impersonal y, como tal, se usa solo en tercera persona del singular: Hay pocos solteros en el pueblo; Había tres personas en la habitación. Por lo tanto, si quien habla desea incluirse en la referencia, no debe emplear el verbo haber en primera persona del plural, como se hace a veces en el habla popular, recurriendo, para el presente de indicativo, a la forma habemos: Habemos pocos solteros en el pueblo, Habemos tres personas en la habitación; debe decirse Somos pocos solteros en el pueblo, Estamos tres personas en la habitación. USO CORRECTO: · Solo es admisible hoy en la lengua culta el uso de la forma habemos como primera persona del plural del presente de indicativo de la expresión coloquial habérselas con una persona o cosa (‘enfrentarse a ella o tratar con ella a la fuerza’): Ya sabéis con quién nos las habemos; Nos las habemos con un asesino despiadado. www.rae.es

lunes, febrero 19, 2007

Vicente Huidobro: La sugerencia antes que el decir exhaustivo.

En estas lecturas recobradas, traemos, de uno de los mayores agitadores de poesía que hayan existido en Hispanoamérica, el chileno Vicente Huidobro, un manifiesto que en su premisa central no deberíamos olvidar a la hora de la escritura: el carácter elusivo, la sugerencia antes que el decir exhaustivo. Fue publicado inicialmente, en 1914.

El arte del sugerimiento, como la palabra lo dice, consiste en sugerir. No plasmar las ideas brutalmente, gordamente, sino esbozarlas y dejar el placer de la reconstrucción al intelecto del lector.

Esa es la belleza que debemos adorar.

La estética del sugerimiento.

Esto ya lo hacen algunos, pero todavía quedan tantos escritores y poetas matemáticos y con olor a miasmas y a subterráneo de templo egipcio.

Dejemos una vez por todas lo viejo.

Guerra al cliché (lugar común).

Que ya no haya más mujeres humildes que se ocultan cual la violeta entre la hierba. Que ya no vuelen más las incautas mariposas en torno de la llama.

¡Por Dios! ¿Hasta cuándo?.

Que si hay un alma no sea blanca y pura, sino cualquier otra cosa. Que si hay una montaña no sea una alta o encumbrada cima. Es preferible que sea una montaña que dialoga con el sol o con pretensiones de desvirgar a la pobre luna. Todo menos alta o encumbrada.

Hay poetas en Chile de los cuales me decís un sustantivo y yo inmediatamente os digo el adjetivo que le antecede, no que le sigue. Eso ya sería un adelanto. ¿Paloma? Cándida Paloma. Ni siquiera paloma cándida. Uno se pregunta: ¿para qué hacen versos esos señores que nos cantan lo que ya todos sabemos desde el vientre de nuestras madres? (¿Novedad?). Si no se ha de decir algo nuevo no hay derecho para hacer perder tiempo al prójimo.

En vez de repetir y siempre repetir la eterna rutina, sería mejor que dijeran por ejemplo: yo pienso lo mismo que dijo el señor Victor Hugo en tal parte. Yo siento lo mismo que dijo Bécquer en tal otra. Yo escribiría lo mismo que dijo Fray Luis de León en tal estrofa, agregándole esto otro que dijo Garcilazo... etc.

Y como ya todo eso es muy conocido, no se perdería el tiempo leyéndolo otra vez. Es esta una manera muy fácil y muy digna de recomendarse a gran número de poetas. Por eso es que refresca el espíritu cada gesto de rebelión de algún joven poeta.

¡Ah! Si en Chile no se temiera tanto al ridículo. Si no se hiciera caso alguno a las risas clownescas de la impotencia.

¿Qué al principio la lucha es ardua?.

¡Claro!.

Pero poco a poco se irá formando el ambiente, poco a poco se irá depurando el aire, cultivando el buen gusto. Poco a poco se irán sutilizando los espíritus y se les hará pensar y entender los refinamientos poéticos, saborear las quintaesencias exquisitas. Cierto que en este país todavía se trilla a yeguas. Pero no importa. Ya algunos admiten maquinarias modernas y aprenden a manejar herramientas europeas. Todos aprenderán después. El fin principal que debe perseguir todo escritor es el de la originalidad. Una originalidad inteligente. No calificada inteligente por los críticos gruesos y secos de espíritu, ramplones o abufonados sino por los otros artistas, por los verdaderos poetas, por los que son capaces de sentir y hacer esas sutilezas refinadas propias espíritus ultrafinos.

Por eso debemos atacar la crítica en todas partes y principalmente en Chile. Sólo debe existir un comentario poético, de artista a artista. No de ramplón o de ignorante a culto y quintaesenciado.

La desigualdad engendra el error y la incomprensión. ¿Qué resultaría de un crítico sobre cuestiones de gallinas que se pusiera a disertar sobre Arte?.

Lo que leemos todos los días en tantos diarios y revistas. Persigamos la originalidad sin hacer caso y sin temor al ridículo de los que tienen el cerebro sólo para ponerle tongo.

¿Cómo se considera la originalidad?.

Recogiéndonos en nosotros mismos, analizando con un prisma nuestro yo, volviéndonos los ojos hacia adentro.

El arte del sugerimiento es uno de tantos como hay en el simbolismo. Como la poesía metafísica. ¿Que el simbolismo ya murió?.

Ni vive, ni ha muerto: es una de tantas maneras como hay en el Arte. El Arte del sugerimiento ayuda mucho para la concisión y puede dar a la frase cierta ondulación, cierta gracia y exactitud precisa y ciertos repentes felices y sorpresivos.

El sugerimiento libra de los lazos de unión entre una idea y otra, lazos perfectamente innecesarios, pues el lector los hace instintivamente en su cerebro. Un ejemplo: Le dais a un retórico como tema algo sobre el Cementerio y os diría: La tristeza del cementerio me llena de dolor y de oscuros pensamientos y maquinalmente evoco todo lo que tiene relación con él. Me acuerdo de Hamlet cuando tomó la calavera de Yorick y lloró sobre su recuerdo, pienso en Don Juan cuando dialogó con la estatua del comendador... etc., y si queréis podéis agregar al señor Gómez García que hace votar a los muertos. Le dais el mismo tema a otro escritor si queréis más moderno, y os diría: la gran tristeza evocativa de los cementerios. Hamlet, Yorick, Don Juan, Gómez García.

Ha suprimido todas las ligaduras intermedias y os ha dado la misma idea exacta, con más soltura, gracia y concisión.

Ahora esto mismo aplicado a la poesía sutil y aunque con un procedimiento algo distinto, evocaréis inmediatamente una idea simple o una imagen poética que percibiréis más pronto cuanto más estéis refinados.

Por eso la percepción de esa poesía lejana, vaga, que podríamos llamar de horizonte, la percepción de esa poesía que se resbala, que se esfuma, que pasa, está en razón directa con la sensibilidad del lector.

Recordad siempre aquel sabio concepto de Mallarmé:

"Pienso que sólo es necesaria una alusión. La contemplación de los objetos, la imagen que surge de los ensueños suscitados por ellos, son el canto. Nombrar un objeto es suprimir las tres cuartas partes del goce del poema, que consiste en adivinarlo poco a poco. El perfecto uso de ese misterio constituye el símbolo: evocar poco a poco un objeto para patentizar un estado de alma, por el contrario, escoger un objeto para deducir de él un estado de alma por una serie de adivinaciones... Si un ser de una inteligencia mediana y de una cultura literaria insuficiente abre por casualidad un libro así escrito, y pretende gozar con su lectura no consigue su objeto".

Y no olvidéis tampoco aquellos versos de Verlaine: "Rien de plus cher que la chanson grise Où I'Indécis au Précis se jaint".

Esto no quiere decir que el sugerimiento sea la única forma digna de tomarse en cuenta. De ningún modo. Esto quiere decir que el arte de sugerir es recomendable por prestarse a mil combinaciones más o menos originales y extrañas.

Ahora claro está que hay muchos otros modos, y ¡cuántos que no conocemos! El Arte no puede localizarse en una sola manera.

domingo, febrero 18, 2007

PROVERBIOS.

La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea. Alberto Moravia.
Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo. Richard Bach.
Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta. Ralph Waldo Emerson.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas. Aristóteles.
Ama y haz lo que quieras; si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor, si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor. Como esté dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz. Anónimo.
"Disfrutemos de las cosas pequeñas, porque tal vez un día volvamos la vista atrás y nos demos cuenta de que esas eran las grandes"R. Brault.
Los que no creen que la amistad es una pasión, la desconocen. Cicerón.
Los amigos los debemos buscar como a los buenos libros, que no está la felicidad en que sean muchos, ni muy curiosos, antes que sean pocos, buenos y bien conocidos. Mateo Alemán.
La verdadera amistad debe basarse en la unión de los caracteres.Bethoven.
En la prosperidad nuestros amigos nos conocen. En la adversidad conocemos a nuestros amigos.Churton Collings.
El amigo verdadero concurre antes a los infortunios que a la prosperidad de sus amigos.Chilón. Un amigo fiel es siempre una fuerza defensa y el que lo encuentra tiene un tesoro.Eclesiastés.
Guarda al amigo bajo la llave de la propia vida.Anónimo.
Ser amigo y parecerlo es gran diferencia.Julio Cesar. Cuando la amistad comienza a debilitarse y a decaer, afecta ceremonias forzadas; la fe pura y sencilla no admite disfraces.Julio Cesar.
Donde existe verdadera amistad, no hay necesidad de ceremonias.William Shakespeare.
El tiempo prueba lo que son y lo que valen los amigos.Esquilo.
Por los hechos y no por las palabras se ha de apreciar a los amigos.Tito Livio.
Prefiere ser engañado por un falso amigo, que engañar a uno verdadero.André Maurois.
Un hermano pudiera no ser un amigo, pero un verdadero amigo siempre será un hermano.Benjamín Franklin.
Tanto, tanto tiempo pensando en tu silencio, hasta que comprendí que era tu manera de hablarme. Entonces comencé a pensar en mi silencio y descubrí que era mi forma de amarte. Entre tu silencio y el mío conquisté la manera de gritarle al mundo, con la boca cerrada que mi horizonte corre por tu mismo cielo.María Victoria Duque López. De Piel Violeta.
El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por olvido.Raimon Llull.
El amor es como la fiebre: brota y aumenta contra nuestra voluntad.Sthendal.
Hoy sólo quiero decirte: ¡Te amo¡ y al leerlo comprende que lo expresado me nace del corazón y cuando las palabras parten de ese lugar llevan el sello de sinceridad, que les permite asistir a la profundidad del amor, donde llegan los sentimientos más puros.
La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante. Paulo Coelho.
Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar. Antonio Machado.
Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. Jean Paul Sartre.
La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. Thomas Chalmers.
Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas. Pablo Neruda.
El que tiene la verdad en el corazón no debe temer jamás que a su lengua le falte fuerza de persuasión. John Ruskin.
Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado. George Sand.
La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un esclavo. Germaine de Staël.
Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo. Voltaire.
La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo. Gustavo Adolfo Bécquer.
El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad. Ralph Waldo Emerson.
Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad. Anónimo.
La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente. Carmen Martín Gaite.
La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla. Hermann Hesse.
Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor. Rabindranath Tagore.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Oscar Wilde.
Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos. Bertrand Russell.

domingo, febrero 11, 2007

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA PALABRA:

teatro.
El teatro moderno proviene de las realizaciones dramáticas de la antigua Grecia, que tuvieron su origen en las fiestas anuales del dios Dionisos, de las cuales hay documentos a partir del siglo VI a. de C. La primera obra crítica sobre literatura y teatro es la Poética (330 a. de C.) de Aristóteles, quien afirmaba que la tragedia griega se había originado en los ditirambos, que eran himnos corales en homenaje a Dionisos, en los que generalmente se contaba una historia. La tradición griega afirmaba que el director de un coro del siglo VI a. de C. habría creado el drama al separar por primera vez el personaje principal del resto del coro, con lo que abrió el camino a la entrada de otros actores y personajes.
La palabra teatro llegó a nosotros a partir del latín theatrum, proveniente del griego theatron, que a su vez se derivó del verbo theasthai (mirar, observar, contemplar).
estreno.
Los romanos solían hacer regalos de año nuevo, debido a su creencia de que esto les traería buena suerte. Los llamaban strena, palabra de origen sabino que luego sería acogida por el italiano como strenna, con el mismo significado. El vocablo llegaría al español en el siglo XIV en el sustantivo estrena, hoy estreno, con el significado de ‘dádiva o regalo’, del cual se derivó posteriormente estrenar, que inicialmente significaba ‘hacer un regalo’, pero que en la actualidad se utiliza más bien con el sentido de ‘usar algo por primera vez’ y ‘representar un espectáculo por primera vez’.
Algunos puristas sugieren que, en el caso de los espectáculos, se debe dar preferencia a estrenar sobre la palabra de origen francés debutar, aunque, como acabamos de ver, la primera es tan ‘extranjera’ como la segunda, con la única diferencia de que debutar llegó más recientemente a nuestra lengua.
sublime.
El Diccionario nos dice que sublime significa ‘excelso, eminente, de elevación extraordinaria’. Sin embargo, al menos etimológicamente, se refiere a ‘aquello ‘que está más allá del umbral’, lo que en el fondo no es demasiado diferente.
En efecto, la palabra está formada por el prefijo sub-, que en este caso significa ‘más allá’ y limen, iminis (umbral).
Otra palabra de origen idéntico pero que siguió su propio rumbo es subliminal, que en Psicología se refiere a ‘aquello que está por debajo del límite de la conciencia’.
Se aplica especialmente a cierto tipo de publicidad que se exhibe en el cine o en la televisión durante centésimas de segundo, de tal forma que el mensaje es imperceptible para la conciencia del espectador, pero el subconsciente lo capta y las personas son inducidas, sin saberlo, a adquirir determinados productos o adoptar actitudes sugeridas por este sistema.
Limen aparece en otras palabras de nuestra lengua, tales como ‘eliminar’, de ex- (fuera) antepuesto a limen (literalmente, ‘poner fuera del umbral de la casa’).
bancarrota.
Hacia fines de la Edad Media, con el vigoroso surgimiento de la burguesía, en los más importantes centros comerciales de Europa, como Venecia y Florencia, aparecieron lugares donde la naciente clase empresarial hacía sus transacciones financieras. Los que tenían un excedente de dinero podían prestarlo a intereses a aquellos que necesitaban efectivo para adquirir mercaderías. Los comerciantes y noveles financistas llevaban a cabo esas transacciones sentados en largos bancos de madera sobre los cuales extendían sus piezas de oro.
La palabra italiana banca, enseguida trasmitida al francés como banque, adquirió muy pronto el sentido de ‘mostrador del que presta dinero’ y, más tarde, empresa de transacciones de crédito. El vocablo original, empleado para denominar al simple banco de madera, es el vocablo germánico bangk, probablemente adquirido del noruego banki. En su establecimiento de crédito, la palabra italiana se extendió muy pronto a otras lenguas, no sólo romances, como el español y el portugués banco y el francés banque, sino también el alemán Bank, el inglés bank, idéntico al neerlandés y al danés.
Es claro que, tal como ocurre hoy, muchos financistas hacían mal sus cálculos y quebraban o, como decían ya los florentinos de aquella época, caían en banca rotta (bancarrota).
narcisismo.
Narciso era un joven de extraordinaria belleza pero que desdeñaba el amor. Cuando nació, sus padres consultaron al viejo adivino Tiresias, quien les dijo que el niño llegaría a viejo si evitase mirarse a sí mismo. Durante su adolescencia, Narciso despertó intensas pasiones en incontables ninfas y jóvenes de su edad, pero jamás se interesó por ninguna de ellas. Hasta que un día la ninfa Eco se enamoró perdidamente de él y, desesperada ante la indiferencia del amado, se retiró a la soledad y adelgazó hasta quedar convertida en una roca fría, que sigue repitiendo hasta hoy las voces que oye a su alrededor.
Dispuesta a vengar a Eco, la diosa Némesis, un día de mucho calor, hizo que Narciso se inclinase a beber sobre una fuente, pero cuando el joven vio su rostro tan hermoso se apasionó inmediatamente por él e inclinó su cabeza dentro de la fuente, con lo que murió ahogado en pocos minutos. Al pie de la fuente, nació más tarde una flor que los griegos llamaron nárkissos, y que llegó hasta nosotros como narciso, a través del latín narcissus.
El psicoanálisis retomó la leyenda de Narciso para explicar el proceso psíquico por el cual algunas personas son incapaces de amar a otro y sólo se aman a sí mismas, lo que a veces desemboca en el amor a personas del mismo sexo. Sigmund Freud en su obra Introducción al narcisismo (1914) lo define como "el estancamiento de toda la energía de la libido en el yo". La palabra se usó primero en alemán como Narzismus (y no Narzissismus) que fue traducida al inglés inicialmente con Narcissus-like, luego narcismus y finalmente el término actual narcissism, que llegó al español como narcisismo, registrado por primera vez en la edición del DRAE de 1936.
considerar.
Significa ‘pensar, reflexionar sobre algo con atención y cuidado’ o también ‘tratar a alguien con urbanidad y respeto’. Proviene del latín considerare, verbo que significa ‘examinar atentamente’. Palabra formada por el prefijo con- y el sustantivo sidus (estrella, como en sideral). Originalmente, significó ‘observar los astros’ en busca de agüeros y otros signos del destino, de acuerdo con las creencias astrológicas nacidas, según se cree, con los caldeos y babilonios. En aquellos tiempos, observar los astros y detenerse a pensar sobre ellos era una actividad perfectamente seria y de gran utilidad, pues se creía que permitía adelantarse a los caprichos del destino, lo que mucha gente cree aún hoy. Con el tiempo, significó asimismo ‘pensar sobre algo’ y, más tarde, ‘opinar’. El uso de considerable con el significado de ‘de gran importancia’ es bastante más reciente y se origina en la idea de algo que ‘debe ser tomado en cuenta’, ‘considerado’ debido a su gran tamaño o importancia.

LA PALABRA CARNAVAL.

Carnaval.
Es el nombre del período de tres a cinco días que, para los católicos, preceden al comienzo de la Cuaresma y, principalmente, el de la fiesta popular que se celebra en tales días, que consiste en bailes de máscaras, disfraces, comparsas y otros regocijos bulliciosos.
Algunos antropólogos han dicho que el Carnaval es una fiesta de inversión social, en la que los pobres se sienten ricos y los poderosos trabajan al servicio de los habitantes de los barrios más pobres. De acuerdo con esta tesis, la inversión social funciona como una válvula de escape que alivia tensiones sociales y permite el mantenimiento del statu quo. Esto es particularmente verdadero en el Carnaval de Río de Janeiro, donde no es raro ver un empresario o un diplomático empujando un carro alegórico, desde lo alto del cual un favelado saluda majestuosamente al público, vestido de emperador romano o de dios griego.
El origen de la fiesta se remonta por lo menos a las celebraciones orgiásticas del Imperio Romano en honor de Baco y de Saturno, conocidas respectivamente como bacanales y saturnalias, pero aquí nos limitamos al origen de la palabra Carnaval, que se sitúa en la Edad Media en Italia, principalmente en Roma, Venecia, Florencia, Turín y Nápoles.
En español, Carnaval aparece ya en el Diccionario de Nebrija, en 1495, en el cual se define «Carnaval o carnes tollendas: carnis priuium» (privación de la carne). En cuanto al origen de la palabra, los autores coinciden en señalar la palabra italiana carnevale, que proviene del antiguo carne levare (quitar la carne) porque después del Carnaval los católicos inician el período de Cuaresma, 40 días durante los cuales no se come carne.
Confirma este origen el sinónimo español carnestolendas¸ del latín tollere (abandonar). Este sustantivo femenino se usa siempre en plural, por lo que debe evitarse el singular carnestolenda.
Actualmente ha quedado descartada la seudoetimología fundada en el otro sentido de la palabra levare (confortar, consolar) con base en la cual se había afirmado durante mucho tiempo que carnevale o carne levare significaba ‘confortar al cuerpo para prepararlo para la austeridad de la Cuaresma’.
Las palabras:
carnavalesco, ca. según el DRAE. 1. adj. Perteneciente o relativo al carnaval.
carnavalada. 1. f. Acción o broma propia del tiempo de carnaval.
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SALUDOS ANDREÍNA.
Las palabras carnestolendas, carnavalesco(a) están registradas en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, por lo tanto, podemos usarlas con propiedad.
Un abrazo.

lunes, febrero 05, 2007

PALABRAS ANDANTES.

Un día, todo será recuerdos.
Las palabras andantes se detendrán
en un tiempo indefinido.
Se marchitarán las sílabas,
los acentos perderán su música;
el significado y el sentido gotearán
hasta desnudarlas.
Frías, tristes, mudas y cabizbajas deambularán a la intemperie.
¿Dejarán de ser palabras? .
¿ Entregaron algo en su constante caminar?.
¿Admiraste la belleza que las envolvía? .
Por Dios; !Fueron más que palabras!.
hasta allá fue el amor y la ilusión:
eran sueños y también realidad.
Tú las configurabas
Por ti se arriesgaron, se hicieron hermosas y valientes,
estabas en ellas aunque no te veías.
Ahora, paralizadas y sin rumbo
aguardan por un aliento, una sonrisa,
o una esperanza.
¿Qué será de sus tardes, de las tuyas y de las mías?.
¿Nos habremos perdido sin recibirnos?.
Nunca fueron mías
todas, eran tuyas;
escudriñándote el alma,
despertando tus sentidos, buscando albergue:
una voz, una mano o un suspiro.
Se acostumbraron a ti y
a esta búsqueda;
a la mirada recelosa, a ese fruncir el ceño,
a la duda y al silencio.
Ellas saben más de ti que de mí.
Te visitaban a diario, te leían y esperaban ansiosas una compañera
para regresar triunfantes .
Las perdiste, te perdieron, nos perdimos.
Petrificadas esperan el cincel,
tu mano, el aliento para regresar en un suspiro
a la danza bendita del encuentro
con el sonido que rompe todo silencio.
¿Cuándo las despertaremos?.

domingo, febrero 04, 2007

REGLAS ORTOGRÁFICAS PARA LAS TERMINACIONES: CIÓN Y SIÓN.

Las reglas ortográficas del español nunca son muy claras. Tienen, además, muchas excepciones lo que no siempre hace segura su aplicación.
Estas son las que rigen las terminaciones "sión" con "s" y "ción" con "c".
Basta leerlas para darse cuenta de que es un gran esfuerzo aprenderlas. De todas formas, aquí están para aquellas personas a quienes les interese saber.
Pero, en caso de duda sobre la escritura de esta terminación, el diccionario es una gran ayuda.
En términos generales, lo que significa que puede haber excepciones, se escriben con "ción" con "c".
Las palabras que derivan de sustantivos o adjetivos, relacionados con ellas en significado, y que terminan en:
dor: salvador - salvación.
to: invento - invención.
tor: locutor - locución.
torio: auditorio - audición.
do: recordado - recordación.
Las palabras que derivan de algunos verbos terminados en "ar".
aclamar - aclamación.
actuar - actuación.
adorar - adoración.
curar - curación.
dedicar - dedicación.
pulsar - pulsación.
2) Se escriben con "sión" con "s" las palabras que derivan de otras terminadas en:
so: converso - conversión. Intenso - intensión - intensidad.
sor: revisor - revisión.
sar: confesar - confesión.
sivo: expresivo - expresión.
sorio: irrisorio - irrisión.
sible: represible – represión. ESTE ARTÍCULO SE ACTUALIZÓ CON EJEMPLOS EN EL SIGUIENTE ENLACE - diciembre 2008

sábado, febrero 03, 2007

¿ QUÉ ES Y CÓMO SE ELABORA UNA MONOGRAFIA ?

Una monografía (mono: uno; grapho: escribir) es un trabajo científico escrito, producto de la investigación bibliográfica, que estudia en forma exhaustiva un tema (problema) claramente delimitado, que lo desarrolla en forma lógica, y cuyo objetivo final es transmitir el resultado de la citada investigación.
La palabra monografía es empleada con distintos alcances; Umberto Eco, por ejemplo, en cómo se hace una monografía se refiere a textos de 100 a 400 páginas redactados durante una profesión, por una o varias personas; sobre un tema referido a los estudios en que debe doctorarse. Luego de rendir todos los exámenes correspondientes a la carrera el estudiante presenta la tesis frente a un tribunal como un requisito necesario para obtener el titulo de licenciado o doctor.
Al realizar una monografía, entre otros conocimientos, se aprende a:
· Delimitar un problema. · Descubrir y reunir información adecuada. · Clasificar los materiales. · Establecer contactos con personalidades e instituciones. · Acceder a la información y ejercitar el espíritu crítico.
· Comunicar los resultados por escrito y expresarse oralmente frente un auditorio.
Una monografía se considera científica si cumple con las siguientes pautas:
· Trata un objeto de estudio (tema) de manera tal que pueda ser reconocible para los demás.
· La investigación dice cosas sobre ese objeto que no se han dicho antes o lo aborda desde una óptica distinta de la ya difundida.
· Es útil a los demás.
· Proporciona elementos que permitan confirmar o refutar las hipótesis que presenta, de manera tal que otros puedan continuar el trabajo o ponerlo en tela de juicio.
· Tipos de monografías.
Los tipos y formas de monografías son variados como lo son las ciencias y sus métodos particulares; por ejemplo, una temática relacionada con lo jurídico diferirá en su tratamiento de otra cercana a la matemática.
En general, se pueden diferenciar tres tipos:
Monografía de compilación.
El alumno, después de elegir el tema, analiza y redacta una presentación crítica de la bibliografía que hay al respecto. Es importante tener buen nivel de comprensión y "ojo crítico" para referirse a los diferentes puntos de vista y exponer la opinión personal tras una revisión exhaustiva.
Monografía de investigación.
Se aborda un tema nuevo o poco explorado y se realiza la investigación original; para eso hay que conocer lo ya se ha dicho y aportar algo novedoso.
Monografía de análisis de experiencias.
Es frecuente que se emplee este tipo de monografía en las carreras que implica una práctica, por ejemplo, en Medicina durante la época de residencia, o bien en el ejercicio profesional, se analizan experiencias, se sacan conclusiones, se compara con otras semejantes, etc.
PASOS PARA REALIZAR UNA MONOGRAFÍA.
En la elaboración del trabajo monográfico deben seguirse los siguientes pasos. (El orden en que aparecen es el orden lógico pero no necesariamente el cronológico, porque suele ocurrir que un paso lógicamente posterior se concreta antes que otro o remite a él con tanta fuerza que le impone modificaciones.) .
4. Fichaje.
ELECCIÓN DEL TEMA A TRATAR.
El tema sobre el que versará el trabajo monográfico suele proceder de las inquietudes del propio investigador, pero puede también ser sugerido o impuesto por el docente que se lo encarga a un alumno o por el cliente que lo requiere a un equipo de investigación.
El tema tiene siempre una amplitud mayor que la que puede abarcar el trabajo de investigación. Por ello, el paso siguiente consistirá en recortar el tema, para limitarlo a las cuestiones específicas de las que nuestro trabajo dará cuenta. De todos modos, y antes de recortar el tema, es de suma importancia adentrarse en él consultando bibliografía general.
Por ejemplo, si pienso realizar un trabajo de investigación sobre Karl Marx sería conveniente que consulte alguna enciclopedia o alguna Historia del Pensamiento para informarme sobre su vida y sus obras. Podría dar una lectura rápida al Manifiesto del Partido Comunista, si es que se encuentra a mi alcance. También podría leer sobre los movimientos socialistas en Europa en la segunda mitad del siglo XIX y sobre las revoluciones comunistas del siglo XX. Siempre es de utilidad consultar los apuntes de las materias que ya hemos cursado y rendido en las que se trataba directa o tangencialmente este tema.
RECORTE DEL TEMA.
Según sean las exigencias, el material con que se cuenta, el tiempo de que se dispone y la propia capacidad, ha de recortarse el tema de modo de precisar claramente qué preguntas se tratará de responder.
Es de suma importancia que el recorte se realice bien. Si el trabajo es demasiado amplio, perderá profundidad. Si es demasiado acotado, será excesivamente sencillo y breve o, si es extenso, se perderá en la reflexión de aspectos irrelevantes. Cabe también la posibilidad de que, sin ser ni demasiado abarcativo ni demasiado exiguo, el recorte falle al delimitar una temática de escaso valor dentro del tema general.
El recorte del tema debe quedar explicitado en el propio título del trabajo monográfico. En un trabajo de investigación, no se debe hacer uso de un título indirecto o poético. "El nombre de la rosa", título tan bueno para una novela, sólo serviría para una monografía que tratase sobre el nombre científico de esta flor o sobre la etimología de la palabra "rosa".
Siguiendo con el ejemplo de Marx, si él era nuestro tema, el recorte podría hacerse en base a una etapa de su vida (por ejemplo, sus años de estudio en Berlín); a alguno/s de sus escritos (por ejemplo, los escritos de juventud); a una de sus ideas centrales (por ejemplo, crítica de la religión); etc. Y esto debería reflejarse en el título del trabajo: "Marx en Berlín", o "Los escritos del joven Marx", o "Marx, crítico de la religión".
BÚSQUEDA DEL MATERIAL DE REFERENCIA.
Antes de comenzar la investigación propiamente dicha, tenemos que determinar con precisión a qué material referido al tema tendremos acceso. Si no contamos con el mínimo indispensable tendremos que desistir de nuestra intención de llevar el trabajo adelante. Podemos clasificar al material de referencia en fuentes y autores. Llamamos fuentes a los textos que se relacionan directamente, de primera mano, con nuestro tema. Si realizamos una investigación sobre Kant consideraremos "fuente" a cualquier escrito que provenga directamente de ese autor (ya sea un libro, carta, etc.). Llamaremos "autores" al resto del material que, si bien habla sobre el autor, no procede directamente de él (por ejemplo, alguna Historia de la Filosofía). Por supuesto, el material de fuentes es el más importante y pierde profundidad y seriedad un trabajo en el cual, pudiendo recurrirse a fuentes, sólo se recurre a autores. En las tesis de licenciatura y, con más razón, en las doctorales, es indispensable haber accedido a toda la bibliografía de importancia publicada sobre el tema a tratar, ya que se trata de hacer investigación de punta. No es tan rígida esta exigencia en las monografías realizadas en la carrera de Profesorado, ya que allí cuenta más la exposición sintética y didáctica y puede admitirse que un trabajo que reúna esas características se realice sin un riguroso "rastrillaje" de todo lo publicado hasta hoy sobre el tema. A la hora de buscar material de referencia, resulta muy útil visitar las bibliotecas y recorrer sus ficheros, tanto temáticos como de autores. También podemos buscar material en Internet, a través de los buscadores, centros de información, almacenes de trabajos y resúmenes. En muchos de ellos se puede solicitar un artículo o capítulo determinado, el cual es enviado por medios electrónicos o por correo. En las enciclopedias y diccionarios especializados suelen aparecer referencias muy valiosas. También recorrer las librerías puede ser un modo alternativo de tomar contacto con material al que podremos tener acceso y enterarnos de lo que sobre nuestro tema se está leyendo hoy.
FICHAJE.
El fichaje es una técnica utilizada especialmente por los investigadores. Es un modo de recolectar y almacenar información. Cada ficha contiene una información que, más allá de su extensión, le da unidad y valor propio. Las fichas tradicionales son de cartulina y se venden en las librerías a un precio muy accesible. Sin embargo, hoy es muy común recolectar la información en una base de datos. Llegado el caso, se puede imprimir la información así acumulada con el formato de la ficha tradicional y con la prolijidad propia de las impresoras.
ESBOZO DEL ESQUEMA.
Antes de comenzar a redactar el informe final de la investigación se debe bosquejar el esquema general del mismo. Éste indicará el camino que se transitará desde la introducción hasta la conclusión, señalando los temas que serán abordados y el orden en que se los tratará. Este esquema se asemeja a lo que, en el informe final, será el índice. En él se indican las partes, capítulos y secciones que lo conformarán.
A este paso lo denominamos "esbozo" porque el esquema se halla sometido a posibles reestructuraciones hasta que se concluye la redacción del informe final. Es muy común que, al realizar el esquema, notemos la necesidad de incluir una temática sobre la que hemos recogido poca información. Ello nos obligará a reanudar la investigación y, de no encontrar información suficiente, a plantear el informe de otra manera, cambiando el esquema que habíamos esbozado. Una vez que hemos realizado el primer esbozo del esquema, podemos comenzar a redactar el informe empezando por cualquiera de sus partes, ya que sabemos qué tratarán las anteriores y posteriores. No es indispensable iniciar la redacción por la introducción, la cual, por otro lado, es aconsejable escribir al final.
Hay diferentes esquematizaciones posibles.
Entre ellas señalamos: lineal: plantea una pregunta en la introducción y en los capítulos que componen el cuerpo del trabajo y va tratando temas que se ordenan lógicamente (el anterior prepara al posterior) hasta llegar a la conclusión.
Introducción ------ Cap.1 ----- Cap.2 ----- Cap.3 ----- Conclusión.
contrapunto: realiza una confrontación entre dos autores, corrientes, épocas, etc., buscando establecer sus acuerdos y sus diferencias. En la introducción presenta a quienes se comparará y en los capítulos siguientes realiza la confrontación, arribando a una conclusión que sintetizan las semejanzas y diferencias marcadas en el cuerpo del informe.
El desarrollo puede hacerse por separado (A), dedicando una primera parte a un tema y una segunda al otro, reservando la confrontación propiamente dicha para la conclusión; o puede también realizarse en base a subtemas (B), con lo cual en cada capítulo se abordarán ambos autores según lo que afirman sobre el subtema tratado en ese capítulo.
(A) Introducción. Parte Primera. (tema A) Parte Segunda. (tema B) Conclusión. (B) Introducción Capítulo 1. dice A- 1er subtema -B dice. Capítulo 2. dice A- 2do subtema -B dice.
Conclusión.
delta: plantea una pregunta en la introducción y en cada uno de los capítulos realiza una aproximación diferente hacia una posible conclusión, sin que los capítulos se ordenen los anteriores a los posteriores y sin que guarden entre sí una relación directa. Finalmente arriba, reuniendo los datos aportados por todos los capítulos, a una conclusión.
Introducción. Capítulo 1. Capítulo 2. Capítulo 3. Conclusión.
PRIMERA REDACCIÓN.
El trabajo se redactará en un primer momento en borrador.
En el caso en que la situación lo permita, lo ideal es que este borrador sea corregido por el profesor ante quien se deberá presentar el trabajo terminado, de modo que si tiene alguna observación que hacer se esté a tiempo de corregirlo. Si esto no es posible, y al profesor se le presenta directamente la redacción final, es muy conveniente recurrir a un profesor tutor u otra persona versada en el tema que pueda realizar esa corrección. Es conveniente que una tercera persona nos ayude a mirar el trabajo desde fuera y revise tanto la claridad de la exposición y el contenido del trabajo como la redacción o la ortografía. Al redactar, es aconsejable hacer uso de oraciones breves y párrafos que no sean ni cortos ni largos en exceso. Cada párrafo debe tener una unidad, es decir, debe expresar y desarrollar una idea. REDACCIÓN DEFINITIVA Y PRESENTACIÓN.
La redacción definitiva se hará corrigiendo la primera redacción en base a las observaciones realizadas por el profesor, el tutor o quien nos haya hecho el favor de leer críticamente nuestro trabajo. No significa ello que debemos reformar todo según el criterio del corrector, pero sí que debemos tomar sus observaciones seriamente en cuenta y replantearnos con humildad si es necesario realizar correcciones o reformas para mejorar la redacción y favorecer la comprensión por parte del lector.
La presentación se hará siguiendo las convenciones exigidas por la institución en la que se ha realizado la investigación. De todos modos, damos aquí algunas indicaciones que pueden ser de utilidad: El trabajo debe contar de las siguientes partes:
Carátula o portada. Debe incluir el nombre de la institución, el de la asignatura, el del docente, el del alumno que realiza el trabajo y la fecha de entrega.
Introducción. Presenta el informe señalando las grandes líneas de la exposición y las fuentes en las que se ha basado el autor en su investigación.
Desarrollo.
Es el cuerpo del trabajo. En él se presentan los datos relevantes recogidos y las deducciones que a partir de ellos hemos realizado. El desarrollo puede dividirse de distintas formas: en partes, capítulos y secciones / en capítulos y secciones / sólo en secciones.
Conclusión.
Sintetiza y expresa las afirmaciones finales a las que hemos arribado a partir de los datos y deducciones reflejados en el cuerpo del trabajo. Debe estar en sintonía con la introducción, respondiendo a las preguntas que en ella se formulaban. Las respuestas no han de ser necesariamente concluyentes. Una investigación seria puede concluir afirmando que no se cuenta con la información suficiente como para dar una respuesta definitiva sobre el tema en ella planteado.
Notas y Citas.
Las notas (que son textos propios o citas de terceros que el autor no considera conveniente incluir en el texto propiamente dicho) y las citas (indicaciones bibliográficas de los textos citados en el trabajo) pueden colocarse al pie de la página, al final de cada capítulo o al final del trabajo. En las citas ha de indicarse el nombre del autor, el título de la obra, la Editorial, la ciudad, el año de edición del libro y el número de la página de la que se ha extractado el pasaje citado.
Índice.
Indica la página en la que comienza cada una de las partes, capítulos y subtítulos. Puede colocarse después de la Conclusión o antes de la Introducción.
Bibliografía.
Se debe indicar todo el material bibliográfico utilizado (libros, artículos de revistas, sitios de Internet).
Tipo de hoja: A4.
Tamaño de letra: 11 puntos.
Interlineado: simple o 1,5 .
Márgenes: superior 3 cm / inferior 2 cm / izquierdo 2,5 cm / derecho 1,5 cm.
Las hojas se numeran desde la primera (si la carátula no está impresa sobre cartulina sino sobre una hoja común, también va numerada, aunque el número no se escribe en ella sino que queda tácito).
Las hojas se escriben de un solo lado.
Cada parte comienza en una página nueva, al igual que cada capítulo.
Archivo. Departamento de Lengua y Literatuta/Area de Docencia.