sábado, febrero 24, 2007

EROTISMO EN LA LITERATURA.

El erotismo es un tema que permite su tratamiento tanto en la literatura, como en el cine, la pintura, la escultura, la danza, el teatro y en general, en las manifestaciones artísticas. Es importante considerar, que la expresión del erotismo juega con la insinuación, con la sugerencia y este aspecto acerca el erotismo a la poesía.
El artista siempre está consciente del poder de insinuación de las palabras, es decir, de todo lo que éstas pueden sugerir y de la fuerza que radica en estas mismas insinuaciones. Para Whitman, el poeta debe hacer que las palabras transmitan fuerza, haciendo que las palabras canten, dancen, sangren, naveguen barcos, ejecuten lo masculino y lo femenino, besen y hagan todo lo que la mujer, el hombre o los poderes naturales pueden hacer.
Para Mario Vargas Llosa el autor de Elogio de la madrastra, comenta algunas lecturas fundamentales de la literatura erótica al tiempo que repasa su biografía como aficionado al género desde los días de estudiante en la Lima de su juventud y reflexiona sobre las conexiones entre placer sexual y placer estético.
"Sin erotismo no hay gran literatura".
Un texto literario es más rico en la medida en que integra más niveles de experiencia. Si dentro de ese contexto el erotismo juega un papel primordial, se puede hablar verdaderamente de literatura erótica.
La Celestina, por ejemplo, es una obra maestra, probablemente la más importante de la literatura española después del Quijote. Decir que La Celestina es una obra erótica sería empobrecerla, porque aunque es eso, también es muchas otras cosas: una obra de una gran riqueza verbal, de una gran inteligencia en su construcción, que incluye muchas manifestaciones de la vida -la moral, la cultura, la psicología-, pero indudablemente el erotismo tiene en ella un papel primordial.
¿Un ejemplo contemporáneo?.
Lolita, de Nabokov, una de las grandes novelas modernas. En ella el erotismo tiene un papel principal entre muchos otros ingredientes que juegan un papel similar dentro de una gran complejidad. Así es como se da en la vida la experiencia erótica. Una exaltación muy desembozada de la pulsión sexual, de la fantasía erótica, de los fantasmas, del derecho al placer. Todo eso está en Lolita, que, por otra parte, es una obra muy intelectual. El mejor erotismo nunca está disociado de otras manifestaciones, que, además, lo enriquecen".
Erotismo y pornografía.
La frontera entre erotismo y pornografía sólo se puede definir en términos estéticos. Toda literatura que se refiere al placer sexual y que alcanza un determinado coeficiente estético puede ser llamada literatura erótica. Si se queda por debajo de ese mínimo que da categoría de obra artística a un texto, es pornografía. Si la materia importa más que la expresión, un texto podrá ser clínico o sociológico, pero no tendrá valor literario. El erotismo es un enriquecimiento del acto sexual y de todo lo que lo rodea gracias a la cultura, gracias a la forma estética. Lo erótico consiste en dotar al acto sexual de un decorado, de una teatralidad para, sin escamotear el placer y el sexo, añadirle una dimensión artística.
Un texto que sólo es erótico resulta muy poco convincente porque pierde vitalidad. Como la vida no es sólo sexo, un texto en el que la vida no es otra cosa, termina siendo muy artificial y postizo, un juego lúdico disociado de la experiencia vivida convertido muchas veces en un artificio intelectual. No es ése el erotismo que me seduce y estimula. En cambio, para mí es muy difícil que haya una gran novela en la que no haya páginas de una alta intensidad sexual.
Recuerdo novelas de las que no se podría decir que son eróticas, pero en las que hay episodios de una carga erótica tal que se han convertido en el cráter de esas novelas, en la imagen que las sintetiza. Por ejemplo, en Esplendor y miseria de cortesanas, de Balzac, hay un viaje en diligencia con dos personajes, una pasajera y un joven que viaja frente a ella. Las irregularidades del terreno precipitan a unos pasajeros contra otros, y el joven siente de repente el roce de las rodillas de la pasajera. Es una descripción maravillosa. De esa novela no se me olvidará nunca el roce en esa clandestinidad nerviosa. Esos fogonazos eróticos dentro de una historia tienen para mí una importancia capital. Un relato sin esas apariciones de lo sensual no alcanza nunca la grandeza de las novelas que incorporan esa experiencia. Lo mismo pasa en el Quijote con la escena de Maritornes, en la que hay un erotismo muy rico, aunque esté atenuado por el humor y por el sarcasmo. Tal vez porque era la única manera de pasar la censura. Jaime Gil de Biedma contaba que de joven había tenido una gran inflamación erótica con esa escena.
Un canon personal.
"En mi canon personal de la literatura erótica entendida en el sentido tradicional estarían, entre los textos clásicos, el Decamerón de Bocaccio, que tiene algunas historias muy ingeniosas y divertidas. Más tarde, Fanny Hill, de John Cleland, y Memorias de una cantante alemana, de Wilhelmine Shroeder-Devrient. El marqués de Sade, por supuesto: la historia de Justine quizá sea la más compacta y ordenada. De Restif de la Bretonne, El pie de Mignonne (el pie de la bonita, de la chica bonita, podría traducirse), una novela absolutamente deliciosa en la que los personajes se enamoran de la protagonista exclusivamente a través de su pie. Es una novela fetichista con un humor que le da mucha gracia.
Dentro de la literatura más moderna, Bataille, desde luego. ¿Qué libro de Bataille? La historia del ojo. Es la más novela, la que tiene mejor tejido narrativo, aunque en ocasiones el exceso de perversión la desvitalice un poco y la vuelva un tanto intelectual. Es, no obstante, un libro excelente. En esa lista estaría también Sacher- Masoch y La Venus de las pieles. Los trópicos de Miller, el de Capricornio y el de Cáncer. El cuaderno negro, de Lawrence Durrell, aunque es de un erotismo un poco siniestro, pero muy bello. Se trata, además, de un acto de gran coraje y de un exhibicionismo bastante audaz. Dentro de la literatura española lo más interesante son ciertos capítulos del Tirant lo Blanc, escritos con extraordinaria gracia y talento: las historias de la princesa Carmesina y sus juegos con Plaerdemavida. Todas las escenas de alcoba del Tirant son obras maestras de la literatura erótica. Y, por supuesto, La Celestina. Y La lozana andaluza, un libro muy divertido, de una libertad insólita para la época en cuestiones de sexo, aunque por momentos haya un exceso de vulgaridad. Para mí ese exceso en un texto erótico lo hace irreal, lo convierte en un juego verbal. Hay un autor, por último, que habría que citar: Roger Vailland, que trabajó con Roger Vadim, el director de Y Dios creó a la mujer, la película de Brigitte Bardot... Vailland escribió algunas novelas que no tiene demasiado interés, pero sobre todo escribió La mirada fría, un ensayo sobre erotismo que lleva un epígrafe de Sade que dice: 'Y él lanzó sobre mí la mirada fría del perfecto libertino'. Es un libro muy interesante en el que sostiene que para que haya erotismo tiene que haber represión, que la libertad y el erotismo están reñidos. Dice que las muchachas del siglo XVIII han pasado a la historia de la civilización como las más eróticas. ¿Por qué? Porque estaban educadas en los conventos, y los conventos, a través de sus prohibiciones y de sus obsesiones, creaban una curiosidad y unos tabúes que eran los mayores fermentos para la imaginación. Vailland dice que sin la Iglesia católica no hubiera sido posible el erotismo. Por una parte creó las prohibiciones y, por otra, creó un entorno, un ceremonial que le ha suministrado al erotismo su instrumental más rico y novedoso".
Babelia (Suplemento de El País de Madrid).

5 comentarios:

Andreina dijo...

Tienes mucha razón cuando hablas de erotismo en la literatura.
Yo misma he tenido mis momentos apasionados en las letras, aunque no creo que estén a la altura de los autores que mencionas, pero al menos hay una inspiración que ha conseguido vía de escape en forma de arte...

Interesante post, Nilda, sigo leyéndote...

Unknown dijo...

Creo que saldre a buscar alguno de esos clasicos...cuya recomendacion no es primera vez que la leo.
Saludos

Nilda J. Sarmiento J. dijo...

SALUDOS,
GRACIAS POR SUS COMENTARIOS.
RECUERDO A CARLOS YUSTI CUANDO EN SU MIRADA IMPERTINENTE DECÍA:
"La pornografía es el analfabetismo de la fantasía en acción. Lo erótico trae a la superficie de la piel esos sueños más recónditos, sintaxis cristalizada en feroz metáfora. El erotismo rompe cánones, la pornografía es un cerco que impide el vuelo de los sexos."

ES UN TEMA APASIONANTE, EXISTE MUCHO MATERIAL AL RESPECTO. PRONTO PUBLICARÉ ALGUNAS LETRAS ERÓTICAS DE ESTOS AUTORES. PARA QUE CONTEMPLEMOS SU ARTE.

Anónimo dijo...

GUAO! TRES HEMBRAS A PUNTO DE UNA ORGÍA, SI LO CHUPAN COMO ESCRIBEN ME QUEDO PARA VERLAS.

Nilda J. Sarmiento J. dijo...

ANÓNIMO, USTED SE EQUIVOCÓ DE PÁGINA.
HABLAMOS DE EROTISMO, LA PORNOGRAFÍA BÚSQUELA EN OTRA PAGINA.