Pentatlón.
‘Conjunto de cinco pruebas atléticas practicadas por el mismo atleta’. Aunque su étimo griego péntathlon era esdrújulo, en español es palabra aguda: «Maestra de educación física y ex campeona nacional argentina de salto y pentatlón» (NHerald [EE. UU.] 11.2.97). Debe evitarse la grafía etimológica con -th-, ajena al sistema gráfico español. Lo mismo cabe decir de las formaciones analógicas triatlón (‘conjunto de tres pruebas’) y decatlón (‘conjunto de diez pruebas’).
kinesi-.
Así comienzan varias palabras compuestas a partir de la voz griega kínesis ‘movimiento’, como kinesiología (‘estudio del movimiento natural del cuerpo humano y del tratamiento de sus posibles afecciones’), kinesiólogo (‘experto en kinesiología’), kinesiológico (‘de la kinesiología’) o kinesi(o)terapia (‘terapia basada en movimientos activos o pasivos del cuerpo’); también son válidas, aunque menos frecuentes en el uso, las grafías con qu-: quinesiología, quinesiólogo, quinesiológico o quinesi(o)terapia; y con c-: cinesiología, cinesiólogo, cinesiológico o cinesi(o)terapia.
Rescripto.
‘Escrito de respuesta de un soberano a una petición’:
«Le consiguió un rescripto papal, por el que Paulo II le concedía el privilegio de altar portátil» (VCasas Isabel [Esp. 1987]).
Procede del participio etimológico de rescribir, variante de reescribir. Con este sentido, no se usa hoy la grafía simplificada rescrito. A diferencia de lo que ocurre con el participio, en este sustantivo no se admite la grafía con -ee- reescripto.
Surrealismo.
Del francés surréalisme, designa el movimiento artístico y literario surgido en Francia a comienzos del siglo xx y caracterizado por dar primacía al inconsciente y a lo irracional. La palabra francesa está formada con el prefijo sur-, cuyos equivalentes en español son los prefijos sobre-, super- o supra-; de ahí otros nombres como sobrerrealismo, superrealismo o suprarrealismo, que, aunque formalmente más adecuados, no han conseguido desplazar a surrealismo, denominación que se ha impuesto con claridad en todo el ámbito hispánico y resulta, por ello, la más recomendable. Lo mismo ocurre con surrealista, frente a las alternativas sobrerrealista, superrealista y suprarrealista.