martes, mayo 27, 2008

Rafael Cadenas: Elementos para una poética

*La literatura como todo lo que el hombre realiza es un “además”, algo que se levanta sobre lo que ya existe, sobre la realidad primaria. Su más alta misión sería conservar vivo en el hombre este su nexo fundamental con la realidad (…).

(De “Literatura y vida”)

*Lo que [ Keats] plantea sin percatarse de ello es el problema de la atención, de un tipo de atención cuya fuerza hace callar al pensamiento, una atención que si hubiera de llamarse de otra manera sólo podría exigir una palabra difícil de rescatar, la palabra amor, pues éste no puede brotar sin que antes se hayan derrumbado las barreras del yo.

*(…)la realidad ha de mostrarse tal como es, con su peso propio, su fuerza, su misterio, libre de la cortina de ideas que impedía sentirla.

*(…) nos complacemos con la pretenciosa tontería literaria de creer que realmente el hombre puede crear otro mundo y “matar” con él la realidad.

*Es decir, no podemos hacer que las cosas no sean lo que son y no vemos otra vía para el ser humano que el asentimiento. Un asentimiento que le permita acoger lo que existe. Un asentimiento que no es servidumbre resignada (pues en él cabe la acción hacedera) sino la máxima libertad.

*La poesía pudiera llevar [al hombre] al espacio del silencio, donde se quedaría a solas con la realidad, con el pensamiento también callado. (…) La tarea es elíptica: la obra parte de un espacio y a ese mismo espacio conduce. Lleva al lector al espacio de donde ella ha salido.

*Nuestro reino es el fatigado reino de lo sabido. La poesía está llamada a arrancarnos de él y reconducirnos a la novedad, que es lo ordinario, pero como si lo viéramos por primera vez.

*El nombrar poético estaría encargado de acercarnos a la cosa y dejarnos frente a ella como cosa, con su silencio, su extrañeza, su gravedad.

(De Realidad y literatura)

*¿Qué se espera de la poesía sino que haga más vivo el vivir?

*Me siento lejos de todo esteticismo. Hace tiempo dejé de darle primacía al arte sobre la vida. Una flor es para mí más misteriosa que “la ausente de todos los ramos”.

*Los lectores de poesía buscan, en el fondo, revelaciones.

*Frente al poema. Entramos en contacto con palabras que se reaniman en nosotros, que dependen de nuestra respuesta para cumplirse. El modo de recibirlas es lo que hace el poema.

*El lenguaje de la poesía mira al misterio, lo tiene presente, es lo que lo hace esencial. (…) Si algo tiene que ver con la poesía es la ignorancia fundamental, el no saber, sobre el cuál está erigido el mundo del hombre.

De ahí lo inconcluyente de la poesía. Se mueve en un borde donde no caben certidumbres rotundas. Esta es su fuerza desconcertante.

*Los poetas no convencen

Tampoco vencen.

Su papel es otro, ajeno al poder: ser contraste.

*(…)La literatura o la filosofía [son] inútiles en un mundo alucinado sólo por lo utilitario, un mundo en el que ocurre desde hace años un “eclipse del alma”, un mundo que ha olvidado la vida, ese tremendo misterio, por baratijas.

(De “Reflexiones sobre la ciudad moderna”)

*[La literatura] es la depositaria de la lengua. Atesora todo el esplendor de que ella es capaz.

* Es la literatura la que nos entrega o devuelve [la lengua], pletórica, límpida, viviente, y es el lector el que la coge y la lleva consigo (…).

*La cultura es cosa de tiempo, paciencia, lentitud. En este terreno se estrellan las velocidades modernas.

(De En torno al lenguaje) Texto consultado: Rafael Cadenas- Antología - Monte Ávila Editores. Caracas.