sábado, diciembre 08, 2007

Andrés Eloy Blanco y sus infinitos hijos: el pueblo.

Andrés Eloy Blanco (1896-1955).
Poeta, cuentista, dramaturgo, periodista, biógrafo, orador y ensayista venezolano nacido en Cumaná.
Hacia 1913 se cuenta como uno de los integrantes del Círculo de Bellas Artes y en 1918 publica El huerto de la epopeya (drama en verso) y es encarcelado en la Rotunda por participar en manifestaciones estudiantiles.
Estudia derecho en la Universidad Central de Venezuela y en 1921 edita Tierras que me oyeron.
En 1922 publica Los Claveles de la puerta. En 1923 obtiene el Primer Premio en los Juegos Florales de Santander con su poema Canto a España. Viaja a la península para recibir el premio, permaneciendo en Europa durante más de un año. Allí conoce los movimientos de vanguardia de la época. En 1924 viaja a La Habana, donde se reúne con exiliados gomecistas e intelectuales cubanos.
Al regreso publica El amor no fue a los toros. En 1928, comienza a editar el periódico anti-gomecista -El Imparcial-. Después del golpe del 7 de abril de 1928 es hecho prisionero nuevamente en La Rotunda, trasladado más tarde al Castillo Libertador de Puerto Cabello y finalmente confinado en Timotos y luego en Valera.
En 1932 se le permite regresar a Caracas por estar enfermo, pero prohibiéndole publicar en la prensa y hablar por radio. En 1934 aparece Poda, que es el saldo de su producción entre 1923 y 1928. En 1935 publica La aereoplana clueca, volumen de cuentos con un gran sabor humorístico que desembocará en el semanario -El Morrocoy Azul-. Después desempeña varios cargos públicos.
El 1936 se produce una manifestación en Caracas, la cual es ametrallada por órdenes del gobernador del Distrito Federal. Comienza la expulsión de dirigentes políticos, a los que se acusa de extremistas. La actitud de Andrés Eloy Blanco es de franca protesta. Es, además, uno de los miembros de la Organización Revolucionaria Venezolana (ORVE), mal vista por el gobierno.
Se estudia en las esferas oficiales la conveniencia de alejar al poeta del país y lo designan Inspector de Consulados. Con este carácter viaja por Cuba, Estados Unidos y Canadá. Más tarde renuncia a la Inspectoría de Consulados y retorna a su país. En 1937, funda, junto a otros, el PDN (Partido Democrático Nacional), y es elegido diputado. En este mismo año publica Barco de Piedra (poemas), Abigaíl (teatro) y Malvina Recobrada (prosas poéticas).
En 1938 publica Baedeker 2000 (Poemas). Posteriormente se introduce de lleno en la política, siendo uno de los fundadores del partido Acción Democrática y trabaja para la candidatura de Rómulo Gallegos (1941). En 1942 publica Navegación de altura (recopilación de artículos políticos). En 1944 se casa con Lilina Iturbe y a finales de 1946 preside la Asamblea Nacional Constituyente. En 1947 publica Vargas, albacea de la angustia (biografía). En 1948, el presidente Rómulo Gallegos lo designa Ministro de Relaciones Exteriores.
Tras el derrocamiento de Rómulo Gallegos, Acción Democrática es disuelta y el poeta y su familia salen de Venezuela a Cuba para trasladarse luego a México. Lejos de la contienda política, Andrés Eloy Blanco escribe de nuevo. De este retorno a la creación literaria encontramos: A un año de tu luz (1951) y Giraluna (1955).
El 21 de mayo de 1955 fallece trágicamente en Ciudad de México. Su última intervención pública, a horas del deceso, fue un discurso, en el cual llamó a lo mejor del espíritu venezolano a seguir viviendo.
Como poeta gozó con sus poemas de una popularidad que tal vez sólo tuvieron Abigail Lozano (1821-1866) durante el siglo XIX, Andrés Mata (1870-1931) a principios del presente, Aquiles Nazoa (1920-1976) a partir de los años cincuenta o Víctor Valera Mora (1935-1984) en los últimos tiempos.
Pocos de los creadores con el verso han logrado tan alta estimación pública, cosa que se pone de manifiesto con los textos que él recogió en su libro "Poda". Su obra contiene un registro muy amplio: toca lo personal, como en "El alma inquieta"; lo geográfico y lo telúrico ("El río de las siete estrellas"); se hace eco de las tradiciones ("El limonero del Señor"); es juguetón ("El conejo blanco" o "El gato verde"); suyos son romances sobre tradiciones, como el de "La loca luz Caraballo"; la transida emoción filial le lleva a concebir el que muchos consideran su mejor poema: "A un año de tu luz" o dejar escrito el viril testamento en su "Canto a los hijos".

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