Hay una larga serie de palabras que suenan igual, que el oído percibe de la misma forma, pero que tienen diferente escritura. Lo que las distingue gráficamente no es más que el cambio de una o dos letras. Sin embargo, en cuanto al significado son diametralmente diferentes. Desde el punto de vista técnico, estas palabras se llaman homófonas."Homo" proviene del griego y quiere decir "igual". Fono", también del griego, significa "sonido". Como siempre, sólo trataremos algunas.
Botar y votar.
La única diferencia entre los vocablos es la "b" (labial) y la "v" (labiodental). La distinción de sonido entre ambas se ha perdido, lo que los iguala en cuanto a pronunciación.
Botar: echar, arrojar. Botaron toda la basura.
Votar: emitir un dictamen o parecer sobre una materia.
Votaron por el mejor candidato.
Censual y sensual.
Censual: relativo al censo. Ese dato censual es poco exacto.
Sensual: relativo a los sentidos. A su paso dejaba un perfume sensual.
Esotérico y exotérico.
Esotérico: oculto, reservado, de difícil acceso para la mente.
Las cartas y el tarot utilizan un lenguaje esotérico.
Exotérico: común, accesible a todos.
Todas esas conclusiones ya son exotéricas.
Aprehender y aprender.
Aprehender: sujetar, asir
Después de una larga persecución, lo aprehendieron.
Aprender: adquirir conocimientos. Le costó aprender esa explicación.
Las palabras no pasan a integrar fácilmente nuestro vocabulario. Necesitamos escucharlas, verlas, escribirlas, una serie de veces y entenderlas para que se conviertan en algo nuestro. Frecuentemente, creemos haber aprendido un nuevo término y, cuando vamos a aplicarlo, comprobamos que desapareció de la mente.
Grabar nuevas palabras, desde el punto de vista del significado y de la ortografía, exige un importante esfuerzo mental. Conviene, en consecuencia, hacerlo.
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