ANTICRISTOS O CRISTOIDES.
Por: *Gustavo Alcalá.
1era Advertencia: El término Anticristo es conceptualmente inapropiado porque de entrada enmascara tal fenómeno. Para quien pretenda hacerse pasar por Cristo, prefiero el término Cristoide porque significa real y literalmente: uno que se parece a Cristo pero no lo es. Cuando Jesús, en el Evangelio, profetiza respecto a tal entidad dice: "Engañarán, si fuese posible, aun a los escogidos”.
Este engaño me recuerda la experiencia de los buscadores de diamantes. Consiguen una piedra que parece un diamante pero llevada a la prueba de laboratorio, estalla, evidenciando que no lo es. Es lo que ellos llaman un "casi-casi", un diamantoide. En Geometría fuimos enseñados acerca de una figura que parece ser un rombo mas no lo es: el romboide. Esta situación es semejante a lo que en Biología, en algunos casos, se llama mimetismo. Entonces, el Anticristo es un mimético de Cristo.
2da Advertencia: El presente enfoque es un punto de vista personal, producto de mis reflexiones sobre la Historia, desde la perspectiva bíblica, en ocasión de mis estudios devocionales de las Sagradas Escrituras.
Además de mis escasas lecturas sobre otras biblia (libros): la naturaleza, la cultura, la propia gente, etc. Leer no sólo es ver señales en el papel, sino también en la naturaleza, el mundo, las gentes, el tiempo histórico, etc. Disculpen los lectores si al mencionar algún libro no doy todas sus señas. Actúo por la memoria sin usar un registro bibliográfico.
El Enfoque: La cultura judía espera la manifestación de El Mesías, término hebreo, El Cristo, palabra griega, El Ungido, expresión castellana. Tal personaje es un hombre superdotado, venido para ejercer el poder religioso, político, económico y tecnológico.
Históricamente han aparecido muchos imitadores o miméticos de Cristo. Lo expresó Gamaliel, gran rabino, cuando los apóstoles, amenazados de muerte, fueron llevados ante el Sanedrín en acusación, para reprimirles su libertad de expresión. (Hechos cap. 5).
Para los judíos Jesús fue uno más de tantos Mesías falsos. En siglos pasados, mucho posterior al primer siglo, apareció un personaje que decía ser El Mesías y así fue aceptado por la gran mayoría de los judíos y resultó un gran fiasco, al entregarse a sus enemigos. Ellos no quieren acordarse de él y no lo nombran en sus reseñas.
En cambio, en la cultura Cristiana se afirma que El Ungido es Jesús de Galilea.
La aparición histórica del Anticristo, mimético del Mesías o paralelo del Cristo, aun no ha ocurrido. Las condiciones históricas para que esto se dé se están fraguando con la globalización.
Los dictadores que ha sufrido la humanidad han sido ensayos preparatorios de tal fenómeno. Adolfo Hitler fue apenas un prototipo.
Un dictador tiene la característica psíquica de poseer carisma: literalmente hay un espíritu que cuelga o reposa sobre él. Hasta el día de hoy es la explicación no racional que he hallado para poder comprender como profesionales de las ciencias se hayan plegado casi religiosamente al dominio de tal personaje, como fue el caso del físico Heisenberg con el nazismo. Tal carisma le hace un superdotado y lo convierte prácticamente en un dios. De allí la admiración cuasi-religiosa que le profesa no sólo la gran masa, llamada ahora pueblo, sino personas con cierta ilustración.
No sé si los escasos años de vida que me quedan darán lugar para la aparición de tal Bestia, símbolo bíblico del poder, que es la denominación que se le da al Anticristo en Apocalipsis. Pero si sé que no me dejaré poner su señal en mi mano y en mi frente.
La dilucidación: En el salmo 146, el poeta-profeta David dice: "No confiéis en príncipes, ni en hijo de hombre, que no puede salvar..." Luego hace una sucinta lista de la salvación o salud que solo el Señor hace: " justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos, suelta a los aprisionados, abre los ojos a los ciegos, etc.".
Los príncipes o principales, llámense: reyes, césares, presidentes, primeros ministros, doctores, obispos, cardenales, papas, reverendos, santos y santones, pastores, evangelistas, etcétera, no son más que seres humanos de quienes "sale su espíritu y se torna a la tierra". No tienen trascendencia.
El ego de un dictador se infla al ejercer el poder y si tiene éxito al aprovechar la desesperación de los marginales o excluidos, dándoles alimento, ocupación, auxilios médicos para volver la vista a ojos oscurecidos, termina por súper inflarse hasta creerse un dios.
Su egolatría narcisista no permite que nadie le haga sombra, se rodea de sumisos incondicionales y puede llegar hasta decir: "Quien está a mi lado es un gran revolucionario...después de mi". Esto alimenta su paranoia y así comienza a eliminar posibles competidores. Stalin hizo varias purgas o razzias en sus filas de allegados.
A la luz del Evangelio podemos quitarle la careta a los dictadores. Hay un libro que se llama La seducción del espíritu, en el cual se analiza el fundamento espiritual del poder político. Según Mateo, capítulo 4, en la tercera tentación, la Fuerza de la Oscuridad le dice a Jesús "al mostrarle los reinos del mundo y la gloria de ellos"..."Todo esto te daré si cayendo en tierra me rindieres homenaje". Jesús no se dejó seducir porque estaba ungido por el Espíritu que reposaba sobre él y no dejó que su ego se inflara.
Según relata Juan en el capítulo 6, en ocasión de dar de comer a una multitud, Jesús al intuir que venían para tomarle a la fuerza y hacerle rey, se les escapó y se apartó a "estar solo a solas con el Solo".
Aquel encuentro de Jesús con Lucifer es dilucidador. El uno es superinflable (véase el capítulo 14 de Isaías) y el otro todo lo opuesto. Aquel perdió su posición porque quiso darle un golpe de estado a El Absoluto. Este, en cambio, según la descripción de Pablo en Filipenses capítulo 2: "existiendo en forma de Dios no estimó ser igual a Dios si no que desprendió de ella, tomando la forma humana para ser obediente hasta sufrir la muerte de cruz". Por ello a la hora de "abrir el libro y soltar sus sellos" sólo él fue hallado digno de hacerlo (Apocalipsis capítulo 5) ya que "ni en el cielo, ni sobre la tierra, ni debajo de la tierra" fue hallado alguien con mérito "ni siquiera para mirar tal libro". Sólo él tiene la trascendencia que cumple con el requisito del Salmo 146.
Otras luces:
1.Erich Fromm relata que en 1933, el Instituto de Psicología de Berlín hizo una investigación en la población alemana y se obtuvo lo siguiente: El 10% de la población tenía conciencia autoritaria, el 15% conciencia humanística y el 75% no estaba definido. La historia posterior es bien conocida: Apareció un individuo de carácter autoritario, formó un grupo de la misma categoría y lo que siguió no necesita ser contado.
2. La escritora judía Hanna Arendt hizo dos estudios sobre el totalitarismo y entre las señales que apuntó sobre el mismo está el paralelismo: El Autoritario crea instituciones paralelas: movimiento obrero, estudiantil, gremial, fuerza militar, universidades y hasta la propia Constitución del país. El mismo es un paralelo de Cristo: Un Cristoide.
3. El dictador, semejante a un dios, es mantenido por el culto a la personalidad o culto al héroe. Un dictador no se hace solo. Necesita el caldo de cultivo de una población signada por el pensamiento mágico y el carácter sumiso, además de estar bordeada por la desesperación.
A vía de ejemplo recuerdo que Jorge Gyarfas, entrañable amigo húngaro, que huyó de su país natal en 1956 y pasó un tiempo en la República Federal Alemana, me decía: El pueblo alemán no quiere reconocer el apoyo que le dio a Hitler y a su nazismo y por el contrario monta exposiciones sobre el holocausto como para exculparse y dice que no sabía lo que estaba pasando a su derredor.
4. Edgar Morin en LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO apunta en el capítulo 1 lo siguiente: "Error e ilusión parasitan la mente humana desde la aparición del Homo sapiens...Marx y Engels enunciaron justamente en LA IDEOLOGÍA ALEMANA que los hombres siempre han elaborado falsas concepciones de si mismos, de lo que hacen, de lo que deben hacer y del mundo donde viven... Pero tampoco ni Marx ni Engels escaparon de estos errores".
Un millar de científicos puede equivocarse. Lo evidenció Einstein cuando desnudó el concepto de "tiempo absoluto" que sostenía Newton y sus antecesores. Un millón de chinos puede equivocarse. Recordemos la experiencia de la Revolución Cultural. Así que ¡cuidado con las "luces" de las mayorías! Recuerden el cuento de ANDERSEN EL NUEVO TRAJE DEL EMPERADOR O EL CUENTO DEL REY QUE RECOBRÓ SU CORDURA.
Es de gran ayuda tener siempre presente el par de categorías: lucidez y alucinación. Cuando perdemos la lucidez, si no quedamos en oscuridad vamos directos a la alucinación que es peor. ¡Y que facilidad tienen los dictadores para encantar o alucinar a la muchedumbre y aun a profesionales que creíamos ilustrados!.
5. Un dictador amplía su narcisismo personal para convertirlo en narcisismo de grupo, de manera que su movimiento se hace excluyente y único poseedor de la verdad y de virtudes sociales, tales como patriotismo, nacionalismo, revolucionarismo, etcétera. Quienes no lo apoyan reciben todos los epítetos negativos. O se está con él o se está en contra. Son términos absolutos. Sólo El Absoluto podría hablar así.
6. El dictador se comporta antropológicamente como el macho dominante. EL HOMBRE ANIMAL IMPERIAL es el título de la investigación de dos antropólogos ingleses, quienes a partir de la observación de la conducta de mandriles extrapolaron sus conclusiones para los grupos humanos. Es un estudio interesante sobre el poder.
La conducta autoritaria de un dictador, que no permite competidores, se puede equiparar a la del mandril principal que mantiene, literalmente a raya a los jóvenes machos de su grupo.
7. Políticamente hablando, hasta ahora, el único antídoto contra los sistemas autoritarios es la democracia republicana con su sistema de división de poderes. Pero aún así, el Autoritario tiene la astucia de usar la fraseología democrática para lograr sus fines. ¿Acaso la Alemania comunista no se denominaba República Democrática Alemana?.
8. La democracia en sí tiene una gran fragilidad. El extinto Prof. Eduardo Campos, de la UPEL de Maracay, preparó un ciclo de conferencias que llamó LAS SIETE PARADOJAS DE LA DEMOCRACIA. Los líderes sociales que están en posición de lucha contra el autoritarismo, deberían ilustrarse con tales conceptos.
Epílogo: La poesía es medicina contra el poder. Una poesía libre y sana, cuyo compromiso sea sólo con la Palabra y cuya inspiración provenga del amor nos salvaría del endiosamiento de cualquier ser humano que destaque o sobresalga en la sociedad y que no seamos seducidos por quien detenta el poder tenebroso.
Les invito a leer el SONETO AL CRUCIFICADO de autor anónimo. He aquí algunos de sus versos:
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que, aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera...
Es la mejor expresión literaria que he leído sobre ese sentimiento que, a diferencia del miedo, nos hace verdaderamente libres de todo dominio.
Con tal sentir podremos declarar como aquel joven paciente de la sicóloga clínica María Inmaculada Barrios, en la obra MATERIA INERTE: "Líbrame de ti mismo, Señor".
Barquisimeto, noviembre 2007.
*Gustavo Alcalá.
Profesor de Física.
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Hay en el enfoque teológico del profesor Gustavo Alcalá, importantes puntos para una discusión interesante sobre el momento histórico - político que vive nuestro país.
Para quienes creemos en el decir; todas las voces, todos los esbozos merecen un espacio, ser escuchados, leídos y analizados. No podemos permitir que unos pocos hablen por toda una Nación.
Le sumo al epílogo palabras de nuestro querido poeta larense Rafael Cadenas:
"El mundo está en un borde. Se necesitan palabras que golpeen, no necesariamente con estridencia. Pueden ser calladas, dejan una herida más profunda"
Los poetas no convencen.
Tampoco vencen.
Su papel es otro, ajeno al poder: ser contraste…
1 comentario:
lucidez y alucinación...
Absolutamente revelador el articulo, y el parrajo dedicado a estas dos palabras magnifico.
Saludos!
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