Es válido su uso en ambos géneros en cualquiera de sus acepciones, aunque las preferencias son distintas según las zonas; así, cuando significa ‘pieza transparente que se emplea en instrumentos ópticos’, en España se usa en femenino, mientras que en América alternan ambos géneros, con cierta preferencia por el masculino:
«La distancia entre el foco y el centro óptico de la lente se llama distancia focal» (Portillo Energía [Esp. 1985])
«Se acerca al intruso camarógrafo e intenta tapar el lente de la cámara» (Alberto Eternidad [Cuba 1992]).
Lo mismo cabe decir de la expresión lente de contacto, femenina en España y frecuentemente masculina en América.
Cuando significa ‘juego de dos lentes con armadura para corregir defectos de visión’, se usa en plural y normalmente en masculino en todo el ámbito hispánico:
«Se quitó la barba postiza y los lentes ahumados» (Mendoza Ciudad [Esp. 1986]). Con este último sentido hay algún ejemplo esporádico de femenino en España: «Buscó las lentes en el bolso, se lamentó de lo poco que veía ya» (Delgado Mirada [Esp. 1995]).