sábado, octubre 13, 2007

El lenguaje oral y el lenguaje escrito.

Cuando usamos el lenguaje, ponemos en práctica sus cuatro habilidades: dos son propias de la lengua oral: hablar y escuchar; dos, de la lengua escrita: leer y escribir.

¿Qué diferencias hay entre estas clases de lenguaje que hacen que la mayoría de las personas se sientan más inseguras cuando se enfrenta con una hoja en blanco que cuando tienen que entablar una conversación? Comparemos una con otra.

La lengua oral: Es una comunicación inmediata.

Quien emite el mensaje está en el mismo espacio físico que el que lo recibe y en el mismo tiempo. Cuando la relación es telefónica, no se comparte el lugar, pero sí el tiempo.

La lengua escrita: Es una comunicación diferida. El escritor no comparte ni el tiempo ni el lugar con su lector. En muchos casos, ignora quién será, lo que lo obliga a manejarse con un lenguaje claro, conciso, ya que no tendrá oportunidad de saber si es comprendido o no.

La lengua oral: Es una comunicación auditiva. Se capta por intermedio del oído.

La lengua escrita: Es una comunicación visual. Se establece por intermedio de los ojos, que son los encargados de leer el texto.

La lengua oral: Es una comunicación perecedera. Los sonidos existen a medida que las palabras son emitidas por el hablante, pero no permanecen. Si, por algún motivo, queremos repetir lo que acabamos de decir, seguramente, lo haremos de otra manera, con otros términos.

La lengua escrita: Es una comunicación duradera. Permanece, sin modificaciones, en el tiempo.

Sin embargo, ambas tienen sus peligros y sus ventajas. La lengua oral, más móvil, más cambiante, es, también, riesgosa. No pensamos demasiado cuando hablamos y esta espontaneidad hace que, con frecuencia, nos arrepintamos de lo que acabamos de decir. El dicho tan común "a las palabras se las lleva el viento" no es tan cierto como parece.

La lengua escrita, con menos elementos para expresarse acepta la posibilidad de la corrección.

El otro dicho "las palabras quedan" sí es verdadero, pero existe también la posibilidad que "queden" bien redactadas.

2 comentarios:

Amly dijo...

las palabras quedan.... asi es ... es bello recordar palabras dichas...mas si se te han sido escrito.
Por algo será que me gusta escribir y leer...
Aunque hay palabras dichas que perduran y duelen...Solamente recordarlas te bajan a la realidad,...conoces eso?
te abrazo ...

Anónimo dijo...

Hola Nilda!
Wow! Que interesante está tu blog, me gustó mucho!
Sé que no es un espacio de esos en los que se pregunta y "alguien" en algun lado contesta, pero, me disculparás, soy fan de corregir en mi messenger, me disgusta que la gente se olvide de la ortografía aún en ese medio tan informal. Y bueno, a colación de este último artículo que nos regalas, recíen me ha surgido una duda:
En la oración "Y te diré -sin mucho ahínco-: Pues Bienvenida..."
La anterior es la forma correcta si se quiere expresar el "sin mucho ahínco" como una aclaración expontánea?
O sería correcto escribir "Y te diré, sin mucho ahínco: Pues Bienvenida"?
Espero no haberme equivocado en la redaccíón, e igual si no me contestas, creeme, visitaré muy seguido este espacio.
Gracias!