sábado, agosto 25, 2007

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA PALABRA:

Latino.

Originariamente, era el gentilicio de los pueblos del Lacio, pero se aplicaba también a la lengua latina. Actualmente, se refiere a los pueblos de América y Europa en los que se hablan lenguas derivadas del latín.

El origen de la palabra se sumerge en la bruma de remotas leyendas surgidas en los tiempos homéricos. Durante la Guerra de Troya, Latinus era el rey de los aborígenes (de ab origines), primitivos pobladores de la Península Itálica. Cuenta la leyenda que cuando Eneas llegó fugitivo a la costa italiana después de la toma de Troya por los aqueos, fue acogido con su familia por Latinus. En la familia de Eneas estaba su hijo Iulo quien, según la leyenda, sería el fundador de la familia Iulia, en la que ocho siglos más tarde nacería Julio César.

Otra leyenda cuenta que Latino habría guerreado contra Eneas y que, muertos ambos, los tirios y los aborígenes decidieron unirse para formar un nuevo pueblo, al que dieron el nombre del rey Latinus.

Más allá de la milenaria leyenda, lo cierto es que el nombre latinus lo tomaron los romanos para sí y para su lengua y cultura. Tras la caída del Imperio Romano, fueron llamados latinos los países que habían sido conquistados por Roma y las lenguas que derivaron del latín.

La palabra cruzó el océano en la segunda mitad del siglo xix, cuando intelectuales que rodeaban al emperador Napoleón III acuñaron la expresión ‘América Latina’ para justificar la invasión de México y la imposición de Maximiliano como emperador. Napoleón III creía que la expresión ‘América Latina’ hacía resaltar el carácter latino de Francia y aproximarla a los mexicanos.

Cuando este nombre tendía al olvido, fue rescatado desde comienzos del siglo xx por las corrientes políticas de izquierda para diferenciar a los países iberoamericanos de los Estados Unidos. En general, no suele usarse la expresión ‘América Latina’ ni el gentilicio ‘latinoamericano’ para referirse a los canadienses de origen francés, quienes también son americanos de herencia latina.

En España la expresión siempre ha sido poco usada. Tal vez por entender que ella tiende a diluir el papel de España en América, se prefiere ‘hispanoamericano’ o, cuando se desea incluir a Brasil, ‘iberoamericano’.

Minuto.

El adjetivo latino minutus (pequeño) procede del verbo minuere (mermar, reducir), con origen en el indoeuropeo mei- (pequeño), al igual que disminuido, menor, menos, mínimo, minucia, etc.

En latín medieval al minuto se lo denominó minuta, palabra clave extraída de ‘pars minuta prima’ (primera parte pequeña), así llamado originalmente. En español, derivó a minuto, y como tal se documenta desde el siglo XV.

Algo parecido ha ocurrido con la palabra segundo: del indoeuropeo sek- (seguir) procede el latín sequire, con idéntico significado, y de éste el también latín secundus (que sigue a otro, segundo). En latín medieval se llamó secunda, extraído de pars minuta secunda (segunda parte pequeña), que es como en principio se denominaba cada una de las partes en que se dividía una minuta.

Menú.

En francés este vocablo fue adoptado con el mismo sentido que en español, pero en cierto momento surgió una nueva acepción que, inicialmente, denotó ‘detallado’ y más adelante, ‘lista’, ‘relación’.

Más tarde surgiría de esta acepción francesa la expresión menu de repas, que significa en ese idioma ‘lista de comidas’, reducida finalmente a su forma actual menu, que al llegar al español tuvo apenas que añadir un tilde.

Menú se usó en español desde fines del siglo XIX, como en este texto del escritor Fernando Trigo, fechado en 1890:

Se usó en español desde fines del siglo XIX, como en este texto del escritor Fernando Trigo, fechado en 1890:

Unos, alrededor nuestro, con el hambre sana de a bordo, se reservan para cualquier título del francés rimbombante del menú y encuéntranse sorprendidos con sesos fritos... Otros, presumiendo de avisados, llenan de una vez con el tinto macón la batería de copas.

En el Diccionario de Zerollo (1895), menú fue incluido como "palabra francesa equivalente a la castellana minuta, lista de manjares", pero la Academia sólo la incluiría en su Diccionario de 1927.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es muy buena esta pagina porque me sirvio para hacer mi tarea!!!