Sustantivo + a + sustantivo:
La preposición que se emplea normalmente en español para introducir el complemento que expresa el modo o medio por el que funciona un determinado objeto es de: estufa de gas, cocina de leña, barco de vela, etc. El uso de a en estos casos: barco a vela, cocina a gas, etc. es un galicismo que debe evitarse (aunque esté muy extendido, al menos en España, en los casos de olla a presión o avión a reacción). Se recomienda mantener el uso tradicional con de, vigente además en la mayoría de los países americanos: «Eche 4 tazas de agua en la olla de presión y póngala al fuego» (VV. AA. Cocina [Cuba 1997]); «En una esquina había una estufa de gas» (RRosa Sebastián [Guat. 1994]); «El proceso técnico de fabricación [...] de un avión de reacción» (DzCorral Rapto [Esp. 1953-74]).
Sí es normal el uso de la preposición a para introducir complementos verbales que indican el modo de ejecutar la acción o el medio empleado para ello: llamar a gritos, moler a palos, bordar a mano, así como para introducir el complemento de sustantivos derivados de verbos de acción: pintura al óleo, grabado al agua fuerte, bordado a canutillo.
Preposición a + sustantivos que expresan unidad de tiempo:
Cinco veces al día, tres kilómetros a la hora.
Para expresar distributivamente una cantidad en relación con una unidad de tiempo, se emplean en español las preposiciones a o por. Cuando pueden alternar ambas, se prefiere el uso de a con unidades de tiempo como día, mes, semana o año:
Ejemplos:
Los musulmanes rezan cinco veces al día.
Paso con mis padres dos días al mes.
Asisto a clases de inglés dos días a la semana.
Cobra tres millones al año.
Pero con hora y unidades de tiempo inferiores, como minuto o segundo, cuando expresan frecuencia asociada a velocidad, solo es normal el uso de la preposición por:
Ejemplos:
Tres kilómetros por hora.
Ochenta pulsaciones por minuto.
Dos vibraciones por segundo. (NO tres kilómetros a la hora, ochenta pulsaciones al minuto, etc.).
Preposición a + sustantivos que designan partes del día:
A la mañana, a la tarde, a la noche.
Para introducir los complementos de tiempo relativos a las partes del día, en el español general se emplean normalmente las preposiciones por o en, esta última de uso frecuente en gran parte de América, aunque inusual en España (salvo cuando, a su vez, estos complementos llevan un complemento con de: en la tarde del sábado, en la mañana del lunes): «Ese hígado lo trajo el carnicero por la tarde» (Llamazares Río [Esp. 1990]); «El domingo en la mañana vi con sorpresa que a mi lado dormía una negra enorme» (Mutis Ilona [Col. 1988]).
El uso de a solo es normal en