En el artículo de hoy hago un paréntesis para agradecer el premio otorgado a esta bitácora por la defensa del idioma.
De las manos de la bella Andreína consecuente amiga de este espacio viene este regalo.
Defendiendo las palabras, nació a partir de un programa radial cuyo objetivo era el recopilar las dudas y los errores comunes de nuestro idioma para descubrir mediante la investigación el uso correcto del lenguaje y ventilarlo en micros de una forma amena y precisa, sin aspirar a la sencillez pero sí buscando convertirlos en herramienta para quienes se inquieten con nuestros planteamientos.
Un día decidí abrir esta bitácora y subir todas las investigaciones, que tienen su vertiente en diferentes medios: revistas, libros, periódicos y por supuesto de la gran red.
Se agradecen todos los enlaces que nos hacen en muchas bitácoras, así como las consultas que llegan vía correo electrónico.
Siempre es un placer investigar, aprender y publicar sobre el marravilloso mundo del idioma: dudas, recursos lingüísticos, origen y significado de las palabras, gramática y lecturas, entre otros.
Entrando en materia de lenguaje descubramos el significado de las siguientes palabras:
Blog o bitácora.
‘Armario, junto al timón, donde está la brújula’.
Se emplea a menudo en la locución cuaderno de bitácora, ‘libro en que se apunta el rumbo, la velocidad, las maniobras y demás accidentes de la navegación’.
A partir de esta expresión, se ha tomado la voz bitácora para traducir el término inglés weblog (de web + log(book); abreviado, blog), que significa ‘sitio electrónico personal, actualizado con mucha frecuencia, donde alguien escribe a modo de diario o sobre temas que despiertan su interés, y donde quedan recopilados asimismo los comentarios que esos textos suscitan en sus lectores’.
La equivalencia (cuaderno de) bitácora se halla bastante difundida en español y traduce con precisión el término inglés log(book): «Los corresponsales de guerra italianos ofrecen nuevas perspectivas del conflicto iraquí a través de sus cuadernos de bitácora en Internet» (País [Esp.] 2.9.04); «No es cosa de broma esto de las bitácoras, como también se conoce a tales webs» (Luna [Esp.] 14.3.03).
Para hacer más explícita su vinculación con Internet (como hace el inglés weblog), podría usarse el término ciberbitácora o, como ya hacen algunos, ciberdiario: «Como en otras ocasiones, no le quedó otra opción que publicar el hallazgo en su ciberdiario» (Mundo@ [Esp.] 25.4.02); no obstante, este último término tiene el inconveniente de que también se emplea como equivalente de periódico digital.
Spot. Anglicismo evitable, por existir equivalentes españoles para cada uno de los sentidos con los que se emplea en español esta voz inglesa:
a) Cuando significa ‘película de corta duración con fines publicitarios’, puede sustituirse por los términos españoles anuncio, cuña, comercial o aviso, estos dos últimos usados con este sentido únicamente en América: «Esos anuncios de ropa en l[os] que se lava un trapo con un detergente A y un detergente B» (Sierra Regreso [Esp. 1995]); «La cuña televisiva fue mandada a horarios nocturnos» (Tiempo [Col.] 1.12.91); «Su pelo rubio fino revolotea alrededor de su cara, como en los comerciales de champú» (Santiago Sueño [P. Rico 1996]); «Cortina musical y el aviso del aceite Cocinero, de los buenos el primero» (Posse Pasión [Arg. 1995]).
b) Cuando, por acortamiento del inglés spotlight, significa, en fotografía, cine o teatro, ‘foco de luz potente y directa para iluminar una zona pequeña’, puede sustituirse por los términos españoles foco, reflector y proyector o cañón (de luz): «Aparece Lorca, en medio de la penumbra, iluminado por un foco directo» (Guzmán Llanto [Esp. 1982]); «Los actores saludan bailando, enfocados desde la sala por el reflector» (Vilalta Mujer [Méx. 1981]); «Invita a un hombre a que pase a la pista y se siente en una sillita de paja; el proyector de luz cae sobre mí» (Fuentes Naranjo [Méx. 1993]); «El cañón de luz resaltó una gran rueda en el fondo del escenario» (SchzEspeso Mujer [Esp. 1991]).
c) En el lenguaje económico se usa la expresión spot market con el sentido de ‘mercado en el que se negocian compras al contado y con entrega inmediata’. En este caso es preferible usar expresiones españolas como mercado libre o mercado al contado: «El mercado libre de Róterdam se encuentra a la baja en las últimas semanas» (País [Esp.] 17.12.80); «Las empresas [...] cuentan con mecanismos de cobertura que [...] les aseguran cubrir sus posiciones en el mercado al contado» (Vanguardia [Esp.] 28.2.95).
Premio.
‘Recompensa que se da por algún mérito o servicio’. El mérito o servicio se expresa normalmente mediante un complemento con a: «He recibido el premio a todos mis esfuerzos» (Pombo Metro [Esp. 1990]). Aunque menos frecuente, es también correcto el uso de las preposiciones de o por: «En premio de su virtud llega a casarse con la princesa» (Tamayo Hombre [Ven. 1993]); «Le dimos al estudiante el premio por el mejor disfraz de la noche» (Paso Palinuro [Méx. 1977]).
Obsequiar.
1. ‘Agasajar [a alguien] con algo’ y ‘hacer [un regalo] a alguien’. Se acentúa como anunciar.
2. Puede construirse con un complemento directo de persona y un complemento introducido por con que expresa el regalo: «Yolanda lo obsequiaba con un beso en los labios» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980]); o con un complemento directo que expresa el regalo y un complemento indirecto que expresa la persona que lo recibe: «Su Majestad [...] le obsequiaría un juego de trajes de gala» (Paz Sombras [Méx. 1983]), construcción esta última claramente mayoritaria en el español de América.
Andreína le agradezco este premio por la defensa del idioma.
3 comentarios:
Disculpa hubo un error con el link relacionado respecto a tu historia-didáctica de los blogs.
El link era (i)
Saludos.
Gandica...
Además de tener el link equivocado y llegar al fin después de tanta incertidumbre consigo esa obra que tanto había esperado.
¡No sabes cuánto me ha encantado!
¡Vaya que complicamos todo!
Entre feed, html y conceptos nuevos la verdad este diccionario hace que todo sea más fácil.
Gracias por invitarme a reír un rato.
Recordé a un amigo que siempre dice:
"El humor se pierde cuando te lo tomas demasiado en serio"
¿Pasará igual con el lenguaje?
¡Saludos!
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