domingo, febrero 11, 2007

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA PALABRA:

teatro.
El teatro moderno proviene de las realizaciones dramáticas de la antigua Grecia, que tuvieron su origen en las fiestas anuales del dios Dionisos, de las cuales hay documentos a partir del siglo VI a. de C. La primera obra crítica sobre literatura y teatro es la Poética (330 a. de C.) de Aristóteles, quien afirmaba que la tragedia griega se había originado en los ditirambos, que eran himnos corales en homenaje a Dionisos, en los que generalmente se contaba una historia. La tradición griega afirmaba que el director de un coro del siglo VI a. de C. habría creado el drama al separar por primera vez el personaje principal del resto del coro, con lo que abrió el camino a la entrada de otros actores y personajes.
La palabra teatro llegó a nosotros a partir del latín theatrum, proveniente del griego theatron, que a su vez se derivó del verbo theasthai (mirar, observar, contemplar).
estreno.
Los romanos solían hacer regalos de año nuevo, debido a su creencia de que esto les traería buena suerte. Los llamaban strena, palabra de origen sabino que luego sería acogida por el italiano como strenna, con el mismo significado. El vocablo llegaría al español en el siglo XIV en el sustantivo estrena, hoy estreno, con el significado de ‘dádiva o regalo’, del cual se derivó posteriormente estrenar, que inicialmente significaba ‘hacer un regalo’, pero que en la actualidad se utiliza más bien con el sentido de ‘usar algo por primera vez’ y ‘representar un espectáculo por primera vez’.
Algunos puristas sugieren que, en el caso de los espectáculos, se debe dar preferencia a estrenar sobre la palabra de origen francés debutar, aunque, como acabamos de ver, la primera es tan ‘extranjera’ como la segunda, con la única diferencia de que debutar llegó más recientemente a nuestra lengua.
sublime.
El Diccionario nos dice que sublime significa ‘excelso, eminente, de elevación extraordinaria’. Sin embargo, al menos etimológicamente, se refiere a ‘aquello ‘que está más allá del umbral’, lo que en el fondo no es demasiado diferente.
En efecto, la palabra está formada por el prefijo sub-, que en este caso significa ‘más allá’ y limen, iminis (umbral).
Otra palabra de origen idéntico pero que siguió su propio rumbo es subliminal, que en Psicología se refiere a ‘aquello que está por debajo del límite de la conciencia’.
Se aplica especialmente a cierto tipo de publicidad que se exhibe en el cine o en la televisión durante centésimas de segundo, de tal forma que el mensaje es imperceptible para la conciencia del espectador, pero el subconsciente lo capta y las personas son inducidas, sin saberlo, a adquirir determinados productos o adoptar actitudes sugeridas por este sistema.
Limen aparece en otras palabras de nuestra lengua, tales como ‘eliminar’, de ex- (fuera) antepuesto a limen (literalmente, ‘poner fuera del umbral de la casa’).
bancarrota.
Hacia fines de la Edad Media, con el vigoroso surgimiento de la burguesía, en los más importantes centros comerciales de Europa, como Venecia y Florencia, aparecieron lugares donde la naciente clase empresarial hacía sus transacciones financieras. Los que tenían un excedente de dinero podían prestarlo a intereses a aquellos que necesitaban efectivo para adquirir mercaderías. Los comerciantes y noveles financistas llevaban a cabo esas transacciones sentados en largos bancos de madera sobre los cuales extendían sus piezas de oro.
La palabra italiana banca, enseguida trasmitida al francés como banque, adquirió muy pronto el sentido de ‘mostrador del que presta dinero’ y, más tarde, empresa de transacciones de crédito. El vocablo original, empleado para denominar al simple banco de madera, es el vocablo germánico bangk, probablemente adquirido del noruego banki. En su establecimiento de crédito, la palabra italiana se extendió muy pronto a otras lenguas, no sólo romances, como el español y el portugués banco y el francés banque, sino también el alemán Bank, el inglés bank, idéntico al neerlandés y al danés.
Es claro que, tal como ocurre hoy, muchos financistas hacían mal sus cálculos y quebraban o, como decían ya los florentinos de aquella época, caían en banca rotta (bancarrota).
narcisismo.
Narciso era un joven de extraordinaria belleza pero que desdeñaba el amor. Cuando nació, sus padres consultaron al viejo adivino Tiresias, quien les dijo que el niño llegaría a viejo si evitase mirarse a sí mismo. Durante su adolescencia, Narciso despertó intensas pasiones en incontables ninfas y jóvenes de su edad, pero jamás se interesó por ninguna de ellas. Hasta que un día la ninfa Eco se enamoró perdidamente de él y, desesperada ante la indiferencia del amado, se retiró a la soledad y adelgazó hasta quedar convertida en una roca fría, que sigue repitiendo hasta hoy las voces que oye a su alrededor.
Dispuesta a vengar a Eco, la diosa Némesis, un día de mucho calor, hizo que Narciso se inclinase a beber sobre una fuente, pero cuando el joven vio su rostro tan hermoso se apasionó inmediatamente por él e inclinó su cabeza dentro de la fuente, con lo que murió ahogado en pocos minutos. Al pie de la fuente, nació más tarde una flor que los griegos llamaron nárkissos, y que llegó hasta nosotros como narciso, a través del latín narcissus.
El psicoanálisis retomó la leyenda de Narciso para explicar el proceso psíquico por el cual algunas personas son incapaces de amar a otro y sólo se aman a sí mismas, lo que a veces desemboca en el amor a personas del mismo sexo. Sigmund Freud en su obra Introducción al narcisismo (1914) lo define como "el estancamiento de toda la energía de la libido en el yo". La palabra se usó primero en alemán como Narzismus (y no Narzissismus) que fue traducida al inglés inicialmente con Narcissus-like, luego narcismus y finalmente el término actual narcissism, que llegó al español como narcisismo, registrado por primera vez en la edición del DRAE de 1936.
considerar.
Significa ‘pensar, reflexionar sobre algo con atención y cuidado’ o también ‘tratar a alguien con urbanidad y respeto’. Proviene del latín considerare, verbo que significa ‘examinar atentamente’. Palabra formada por el prefijo con- y el sustantivo sidus (estrella, como en sideral). Originalmente, significó ‘observar los astros’ en busca de agüeros y otros signos del destino, de acuerdo con las creencias astrológicas nacidas, según se cree, con los caldeos y babilonios. En aquellos tiempos, observar los astros y detenerse a pensar sobre ellos era una actividad perfectamente seria y de gran utilidad, pues se creía que permitía adelantarse a los caprichos del destino, lo que mucha gente cree aún hoy. Con el tiempo, significó asimismo ‘pensar sobre algo’ y, más tarde, ‘opinar’. El uso de considerable con el significado de ‘de gran importancia’ es bastante más reciente y se origina en la idea de algo que ‘debe ser tomado en cuenta’, ‘considerado’ debido a su gran tamaño o importancia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

este signifado es perfecto como Francisco el que me tray loca

atte:francisca

Anónimo dijo...

Amo a Zaira atte:Francisco