viernes, octubre 31, 2008

ADOLFO PAYÉS.

LA ESPERANZA ES UNA ROSA EN BOTONES

Adolfo Payés pintor, escultor y poeta salvadoreño.

“Vierto con sangre

para expurgar el desconsuelo

que la vida misma me entregó

para ser el que nadie

conoce en el camino

rumbo al destierro visceral

de la sociedad que me vio nacer”

Hijo de Carmen Payés y Joaquín Aguilar Guzmán, su padre fue uno de los pintores y escultores de mayor prestigio en su país.

En 1969 después de la muerte de su padre entra junto a sus cinco hermanos en la Casa Nacional del Niño, donde tiene la posibilidad, de estudiar hasta el noveno grado, oportunidad que no todo niño de su país tiene.

Allí empieza su contacto con las artes conoce la pintura y la música.

A.P. (AUDIO) Desde pequeño

A los dieciséis años se incorpora al Movimiento Estudiantil Revolucionario de Secundaria. Prosigue sus estudios en el Centro Nacional de Artes.

Al terminar su bachillerato y entra en la Universidad de El Salvador, desde ese momento su camino es de luchas y compromiso con su país aun a costa de arriesgar su propia vida.

En 1989 por honestidad revolucionaria y su compromiso consecuente es capturado por los escuadrones de la muerte, torturado y vilipendiado por los cuerpos represivos de la antigua policía de hacienda.

A.P. (audio) Me impliqué mucho

Fue prisionero político, pero no por ello dejó de pintar. Gana el primer premio y segundo lugar de pintura que organizan en las cárceles.

A.P. (AUDIO)

Considera desde entonces que el arte tiene que ir siempre perfilando un futuro más humano y justo.

En el año 1992 después de los acuerdos de paz en El Salvador, Adolfo Payés no recibe la amnistía y continúa con otros compañeros presos políticos su lucha por sus libertades.

A.P. (AUDIO) Huelga de hambre…

Es obligado a salir del país exiliándose en Canadá.

A.P. (audio) El exilio

El arte por el arte más comprometido es, desde entonces, parte sustancial de su vida.

En su recorrido por el mundo de las artes Adolfo Payés también incursiona en las letras.

A.P. (audio) La poesía

Con la poesía suelta sus palabras escondidas y maniatadas por el tiempo.

La realidad injusta de su país y su gran sensibilidad despiertan en él una necesidad firme de seguir luchando por cambiarle el rostro a esa tierra que ama y palpita en su cuerpo a pesar del destierro.

A.P. (audio) El regreso a El Salvador

En el arte Adolfo Payés ha encontrado una vía para volcar sus virtudes en pinceladas. Que hoy, con poemas y colores aplica para ser siempre en el silencio, metáfora creadora de ternura.

Buscando por toda América nativa el rostro emancipado de su pueblo.

La vida de Adolfo Payés es compromiso y postura ética en torno a las injusticias.

Quien, con sus obras nos dice que el arte puede ser vehículo de expresión y denuncia contra el poder que subyuga. Contra las desigualdades. Contra las injusticias sociales. Contra el dolor, la miseria y la opresión.

Una lucha que no termina porque para Adolfo Payés la esperanza es una rosa en botones.

A.P. (audio) Despedida

Canción El sombrero azul – Alí Primera.

ESCUCHA AQUÍ EL POEMA AMÉRICA NATIVA.

¡Gracias por la charla! ¡Un gran abrazo!

miércoles, octubre 29, 2008

Dudas: palabras homófonas.

Entre las tantas dificultades que se nos presentan al momento de escribir, tenemos las referentes al uso de las palabras homófonas: que suenan de igual modo que otras, pero que difieren en el significado, por ejemplo: incipiente o insipiente, rayar o rallar, sierra o cierra.

Veamos los ejemplos con errores:

Es un prominente escritor a pesar de su carrera insipiente. (¿Ignorante?)

Insipiente.

(Del lat. insipĭens, -entis).

1. adj. Falto de sabiduría o ciencia.

2. adj. Falto de juicio.

Incipiente.

(Del lat. incipĭens, -entis).

1. adj. Que empieza.

Debió escribirse:

Es un prominente escritor a pesar de su carrera incipiente.

Veamos otro ejemplo:

Rallaba su poema de amor mientras gimoteaba su tristeza. (¿Desmenuzaba con un rallador su poema?)

Rallar.

(De rallo).

1. tr. Desmenuzar algo restregándolo con el rallador.

Rayar.

(Del lat. radiāre).

1. tr. Hacer o tirar rayas.

2. tr. Tachar lo manuscrito o impreso, con una o varias rayas.

Debió escribirse:

Rayaba su poema de amor mientras gimoteaba su tristeza.

Sigamos:

Antes de irse sierra bien la puerta.

Sierra.

(Del lat. serra).

1. f. Herramienta para cortar madera u otros objetos duros, que generalmente consiste en una hoja de acero dentada sujeta a una empuñadura.

2. f. Lugar donde se sierra.

Cierra tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo cerrar.

(Del lat. *serrare, de serāre).

1.-tr. Asegurar con cerradura, pasador, pestillo, tranca u otro instrumento, una puerta, ventana, tapa, etc., para impedir que se abra.

Debió escribirse entonces:

Antes de irse cierra bien la puerta.

La única manera de salir airoso con el uso de las palabras homófonas es dominando los significados y el contexto donde las vamos a ubicar.

lunes, octubre 27, 2008

DUDAS: llover.

Llover.

1. Verbo irregular: se conjuga como mover (conjugación al final).

2. En su sentido más común, ‘caer agua de las nubes’, funciona habitualmente como impersonal, de manera que solo es normal su empleo en las terceras personas del singular y en las formas no personales (infinitivo, gerundio y participio):

«Llovía, llovía sin parar» (MtnGaite Nubosidad [Esp. 1992]).

No obstante, también puede usarse como verbo personal:

«Llovieron copitos nevados de algodón» (Fuentes Cristóbal [Méx. 1987]).

El uso intransitivo personal únicamente es habitual en la lengua corriente cuando se desea indicar la cantidad concreta de agua caída, información que se expresa a través del sujeto de llover: Durante la noche pasada han llovido en Madrid cinco litros por metro cuadrado.

Más frecuente es su empleo como verbo personal con el sentido figurado de ‘caer algo desde arriba como si fuera lluvia’:

«No sé lo que pasó, solo que llovieron cristales» (Mundo [Esp.] 3.4.94)

«Las armas no llueven del cielo como el maná» (Zaragoza Dios [Esp. 1981])

Y ‘llegarle algo en abundancia a alguien’:

«Le llovieron las ofertas» (Clarín [Arg.] 8.2.79)

«Desde el público le llovieron insultos» (Bayly Días [Perú 1996]).

En la lengua literaria se usa a veces como personal transitivo:

«En Chile los días llovieron miseria, los días llovieron dolores, los días llovieron soledad» (Serrano Vida [Chile 1995]).

CONJUGACIÓN.

FORMAS NO PERSONALES

Infinitivo

llover

Participio

llovido

Gerundio

lloviendo

INDICATIVO

SUBJUNTIVO

Presente

lluevo llueves / llovés llueve llovemos llovéis / llueven llueven

Futuro simple o Futuro

lloveré lloverás lloverá lloveremos lloveréis / lloverán lloverán

Presente

llueva lluevas llueva llovamos llováis / lluevan lluevan

Pretérito imperfecto o Copretérito

llovía llovías llovía llovíamos llovíais / llovían llovían

Condicional simple o Pospretérito

llovería lloverías llovería lloveríamos lloveríais / lloverían lloverían

Pretérito imperfecto o Pretérito

lloviera o lloviese llovieras o llovieses lloviera o lloviese lloviéramos o lloviésemos llovierais o llovieseis / llovieran o lloviesen llovieran o lloviesen

Pretérito perfecto simple o Pretérito

lloví lloviste llovió llovimos llovisteis / llovieron llovieron

Futuro simple o Futuro

lloviere llovieres lloviere lloviéremos lloviereis / llovieren llovieren

IMPERATIVO

llueve (tú) / llové (vos) lloved (vosotros) / lluevan (ustedes)

CONSULTA AQUÍ

DICCIONARIO REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.

domingo, octubre 26, 2008

La historia del bolero: ¡Escríbeme!

¡Escríbeme!

“A la gente no le gusta escribir. Por eso no dejan comentarios. Les cuesta decir lo que piensan, es más fácil dejar que los demás hablen, tomar lo que otros han dicho. Es posible que te lean pero se van sin decir nada, ni un mínimo, esto está bueno, me gustó, léanlo, pero ni eso” Con estas palabras de mi amigo Gustavo Alcalá, fue como llegué a la historia del bolero Escríbeme.

Hay personas que en su forma de ser, van más allá de las características que pudieran definirlos como: “interesante, intelectual, humano o amistoso”. Son gente tan maravillosa, que no tienen que demostrar nada porque no necesitan hacerlo. Son como son y eso les basta y a quienes tenemos la dicha de conocerles también nos basta con esa manera libre de acercarse, decir, abrazarnos en cualquier circunstancia, entender y entendernos en este diario transitar.

Este es el caso de mi amigo Gustavo Alcalá. Un profesor de física del pedagógico de Barquisimeto (cuando se ama la profesión la jubilación no existe) quien nunca deja de enseñar.

En nuestra relación no importan los años, ni las distancias, ni el tiempo en que estemos sin vernos porque de muchas maneras estamos enlazados. Hay letras, música, familiaridad, sentires que forman parte de esa emoción, de esa estela que él nos deja al visitarnos.

Le observo, le escucho, sonreímos y me convenzo de que él es un artista, un poeta, un ser tan especial que puede trocar una tarde gris y lluviosa en júbilo profundo con el sólo hecho de soltar su río de anécdotas y de cantarnos boleros y tangos.

Y entre las anécdotas que me ha regalado este sábado, se me quedó grabada una que tiene que ver con el título de este artículo: ¡Escríbeme! Un bolero que escribiera Guillermo Castillo Bustamante, en prisión, bajo el régimen de Pérez Jiménez.

Es una letra grandiosa surgida en momentos adversos, que recorrió el mundo en la voz de nuestro tenor favorito Alfredo Sánchez Luna, mejor conocido como Alfredo Sadel.

Guillermo Castillo Bustamante, lo escribió pensando en su hija Inés.

Son tus cartas mi esperanza

mis temores, mi alegría

y aunque sean tonterías

escríbeme, escríbeme.

A Guillermo Castillo Bustamante nunca le dieron permiso de visitas. Haber sido compañero y amigo de Raúl Leoni, Ana Luisa Llovera, de Salom Meza Espinoza, Antonio Bertorelli y Luis Augusto Dubuc, pesaba. Solo tuvo derecho a escribir una carta quincenal, de una cuartilla.

Inés, su esposa, estaba presa en Los Teques. Inés, su hija, no lo podía ver, pero era la encargada de hacerle llegar las noticias de la familia y de recibir las cartas. (Revista Imagen)

Fue auxiliado por el viejo piano que monseñor Bernal, obispo de Ciudad Bolívar, había hecho llegar a la cárcel para que Castillo Bustamante, arreglándolo, tocara. Y creara.

Con ese piano alegró la vida este hombre a más de mil presos, es decir, al hacinamiento humano que la dictadura había trasladado a tierras de Guayana.

Ciudad Bolívar se transformó en Catia La Mar, y en La Guaira, hasta que en septiembre de 1957 Guillermo Castillo Bustamante fue expulsado a Guatemala. Pero se quedó en Panamá. Y de allí pasó a Costa Rica.

En Costa Rica lo alcanzó, Alfredo Sadel. Y allí conoció el tenor favorito de Venezuela el tema del amigo, se enamoró de él y comenzó a cantarlo.

Y regresó Sadel a Venezuela para llegar directamente donde Víctor Saume, en pleno Show de las Doce, y decirle que iba a cantar la canción más hermosa, mucho más hermosa que la primera grabada por él del mismo autor, Guillermo Castillo Bustamante. Y Víctor Saume, arriesgándolo todo, en plena dictadura de Pérez Jiménez, dijo que sí y la anunció con el nombre completo de su autor por delante. Alfredo Sadel entonó por primera vez para el mundo la letra de Escríbeme sin saber que en algún rincón de Caracas, Inés la hija, Inés la esposa, aceptaban con lágrimas la valentía de estos dos hombres a los que hay mucho que agradecer.

Escríbeme adquirió ciudadanía universal inmediatamente. Es el único tema que ha estado en primer lugar de preferencia radial en dos versiones al mismo tiempo. Alfredo Sadel y Lucho Gatica. Sadel sabiendo. Gatica sin saber de tanta humanidad escondida en una letra. En una música. En un bolero.

Luego vendría el retorno de Guillermo Castillo Bustamante a Venezuela, tras la caída de la dictadura. Vendría luego la gran decepción política, la pelea por retomar el crédito que perdió sobre tantos temas registrados por otros que creyeron que Castillo Bustamante se iba a morir preso. Vendría el trabajo modesto y el relegamiento en cargos por parte de quienes fueran en un tiempo sus compañeros de política.

Vendría también la gratitud del mundo.

Guillermo Castillo Bustamante falleció en su tierra el 6 de octubre de 1974.

Más allá de la anécdota, este bolero forma parte de una realidad de país. Las vivencias de nuestros artistas a las sombras, bajo un régimen donde el pensar, la expresión de ideas y sentires, era una amenaza; porque el arte en cualquier dictadura siempre será una espada, una chispa o un grito detonante que despierte la esperanza e ilumine los caminos.

Escríbeme es una letra tan hermosa que su sentir no conoce fronteras.

Tu silencio me acongoja

me preocupa y predispone

y aunque sea con borrones

escríbeme, escríbeme

Me hacen más falta tus cartas

que la misma vida mía

lo mejor morir sería

si algún día me olvidaras

Cuando llegan a mis manos

su lectura me conmueve

y aunque sean malas nuevas

escríbeme, escríbeme…

En toda expresión artística, como en este caso, palpita una historia que vale la pena extraerla y comentarla para desafiar al olvido.

Espero entonces, seguir recibiendo esas anécdotas que bien sabe transmitir mi estimado Gustavo Alcalá y que pude complementar para ustedes gracias a la Revista Imagen, en su número dedicada al bolero.

Escúchalo aquí

Boomp3.com

sábado, octubre 25, 2008

Ríos de sangre.

Lluvia de plomo

cae sobre la ciudad

y astilla la noche.

Detrás de las rejas

gimen los jardines,

los retoños pierden su verdor.

La justicia

es luz difusa

que se cuela

en los intersticios del dolor.

El odio nos sigue

con sus ojos de balas.

Las sombras avanzan

con el sigiloso rumor

de ríos de sangre.

Somos

sobrevivientes de nuestros miedos

arañando el día sin mirarnos.

Nuestro silencio

es un trazo gris

difuminando culpas

en el lienzo del martirio.

El futuro

es ya un recuerdo inalcanzable

en esta patria entumecida

sostenida en el limbo.

JOSÉ VÍCTOR MARTÍNEZ GIL - AMORES Y ETERNIDADES.

DE AMORES Y ETERNIDADES.

AMOR.

Adiós murió.

AMOR EFÍMERO.

La besó olvidando que era burbuja de jabón.

APUESTA.

Lanzaron los dados para ver quién amaba más. Quedaron flotando para siempre.

CANCIÓN.

Cuando aquella pareja de sordos se abrazó, temblaron.

DESCUIDO.

Se besaron con más pasión que nunca. Murieron asfixiados.

FUERZA DE LA VERDAD.

Le dijo “te amo” a través del colador. Éste se desintegró.

NUEVO AGUJERO DE OZONO.

Como era un romántico, estiró el brazo para bajarle una estrella, pero no calculó bien la altura.

PERCUSIONES.

Ella le dijo que amaba la música de tambores, y desde entonces el corazón de él redobla.

GATO NEGRO.

Para ella, no importaba que fuera de noche. Lo veía más hermoso que nunca.

LÁGRIMA.

El desolado aullido del lobo transformó la silueta de la luna.

VANIDAD.

El viento abanicó la llama del pavorreal de cera.

LA CARTA ROBADA.

A sabiendas de que no era para él, abrió la enésima carta, con el único objetivo de evitar suicidarse.

NOTICIAS.

Aquél húmedo sobre contenía una carta tan triste, que cuando lo abrió, sólo encontró lágrimas.

POSDATA.

El sobre estaba vacío.

FIDELIDAD.

La vasija se rompió. El agua se mantuvo intacta.

FANTASMAS.

Se besaron como cada mañana, sin darse cuenta de que ya no estaban allí.

FIEL REFLEJO.

Los dos espejos frente a frente vieron su amor infinito.

MARTÍNEZ GIL, José Víctor (México, 1967). Conferenciante, narrador oral escénico, profesor y experto internacional en oralidad y comunicación. Premio Iberoamericano “Chamán”. Arquitecto. Escritor. Ha sido Coordinador General y Director Ejecutivo para España de la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE), y en la actualidad es el Director Ejecutivo de la CIINOE y de Comunicación, Oralidad y Artes, S. L. (España). Es uno de los más prestigiosos narradores orales contemporáneos. De excepción tanto en la ortodoxia como en la experimentación, en lo dramático que en lo humorístico, con los adultos y jóvenes que con los niños, en lo extenso que en la hiperbrevedad, y desde cualquier fuente. Es el Director Artístico de la Compañía La Aventura de Contar Oralmente y uno de los directores artísticos de la Compañía de la Imaginación (pertenecientes a la CIINOE).

viernes, octubre 24, 2008

Dudas: sí (tónico)

.

Adverbio de afirmación. Se usa normalmente en respuesta a oraciones interrogativas, para contestar afirmativamente a lo preguntado o propuesto:

¿Has visto mis llaves? Sí, están sobre la mesa; ¿Te vienes al cine? Sí.

En forma interrogativa, se dice en algunos países de habla hispana al descolgar el teléfono.

También se emplea con valor enfático para reforzar una afirmación, frecuentemente seguido de la conjunción que:

Te ayudaré, sí, aunque sea lo último que haga

Esto sí que ha sido una sorpresa.

Seguido de que se emplea irónicamente para reforzar una negación:

Sí que la has hecho buena.

2.-Como sustantivo masculino, ‘permiso o conformidad’:

«Estela habló con sus padres para que le consintieran los amores y consiguió de ellos el sí tan deseado» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980]).

Su plural culto es síes:

«Las escasas posturas negativas [...] se tornaron síes» (País [Esp.] 1.10.87).

3.- es también la forma tónica reflexiva de tercera persona, tanto del singular como del plural.

3.1 -Su uso está sujeto a dos condiciones:

a) Siempre ha de ir precedido de preposición:

Pedro no daba más de sí.

Los asistentes no cabían en sí de goz.

No podrá usted huir de sí mismo.

Ante la preposición con adopta la forma consigo:

No olvide traer consigo todas sus pertenencias. No es correcto, pues, el uso de la secuencia con sí:

«Los personajes no saben qué hacer con sí mismos» (Mundo [Esp.] 25.5.96); debió decirse consigo mismos.

No debe emplearse el pronombre reflexivo si no va precedido de preposición:

«También quienes se proponen ser mismos [...] forman, irremediablemente, parte de colectivos» (País [Esp.] 2.10.85); aquí debió usarse la forma de sujeto ellos: ser ellos mismos.

b) Por ser un pronombre personal tónico exclusivamente reflexivo, solo debe emplearse cuando el complemento posee sentido reflexivo, esto es, cuando el referente del pronombre es el mismo que el del sujeto de la oración en que aparece o que el de una paráfrasis implícita en la secuencia a la que pertenece:

María reclamó para las joyas de su madre.

Yo lo veo seguro de mismo (donde subyace la oración Él está seguro de mismo).

No es recomendable emplear el reflexivo en oraciones impersonales con referente inespecífico o genérico; en esos casos, lo normal y preferible es usar el indefinido uno; así, en lugar de Aquí se viene a hablar de mismo resulta preferible decir Aquí se viene a hablar de uno mismo.

3.2- Para el uso, con sentido reflexivo, de las otras formas tónicas de tercera persona (él, ella, etc.)

3.3-No es recomendable el uso de la forma reflexiva para referirse a una primera o una segunda persona, tanto del singular como del plural:

«No sé qué decir, cómo expresarme, son sentimientos muy fuertes. Todavía no volví en » (Voz@ [Arg.] 31.5.05)

Podías haberme dicho que no dabas más de .

«Solo la mona y yo nos hallábamos fuera de » (Vicent Balada [Esp. 1987])

Debió decirse volví en mí, no dabas más de ti, nos hallábamos fuera de nosotros. No obstante, ha de tenerse en cuenta que el uso de estas locuciones no se da con normalidad en las personas de plural.

De por sí.

La locución adverbial de por sí, que significa ‘por su propia naturaleza’, también debe variar según la persona gramatical a la que se refiera:

«Ella es estirada de por sí» (Hidalgo Azucena [Esp. 1988])

«Tengo la piel morena de por mí» (SchzFerlosio Jarama [Esp. 1956]).

No obstante, lo normal es usarla solo en tercera persona y utilizar, en el resto de los casos, la expresión equivalente por naturaleza.

Consulta el si (átono)

jueves, octubre 23, 2008

Dudas: si (átono)

Si.

Conjunción que, como el resto de las palabras de esta categoría, es átona, por lo que se escribe sin tilde, a diferencia del adverbio, el sustantivo y el pronombre personal (tónico). (próxima entrada)

Presenta los siguientes valores:

1.-1 Conjunción condicional. Introduce la oración subordinada condicional, llamada «prótasis», que es la que expresa la condición que debe cumplirse para que se verifique lo enunciado en la oración principal, que se denomina «apódosis». Normalmente, en los enunciados condicionales, la subordinada antecede a la principal:

Si no vas a venir (prótasis), avísame antes (apódosis).

Las oraciones condicionales pueden ser de dos tipos:

1.1.1. «Reales». Se denominan así porque la condición expresada es un hecho posible o realizable. El verbo de la prótasis va en indicativo, en cualquiera de sus tiempos, salvo en el futuro simple o futuro, futuro compuesto o antefuturo, condicional simple o pospretérito y condicional compuesto o antepospretérito; el verbo de la apódosis va en indicativo o en imperativo:

Si llueve, me quedaré en casa.

Si no hacías lo que él decía, se enfadaba.

Si vas a salir, ponte el abrigo.

En el lenguaje administrativo se conserva aún el uso arcaico en la prótasis de los tiempos futuros de subjuntivo:

Si no se presentare el escrito en el plazo indicado, el demandante perderá sus derechos.

Si el solicitante no hubiere acreditado suficientemente sus méritos, se considerará inválida su petición.

1.1.2. «Irreales». Se denominan así porque la condición expresada se considera no realizada en el pasado, e irrealizable o improbable en el presente o en el futuro. El verbo de la prótasis va en subjuntivo.

a) Si la condición se refiere al presente o al futuro, la prótasis va en pretérito imperfecto o copretérito de subjuntivo y la apódosis en condicional simple o pospretérito:

Si me tocara/tocase la lotería, me compraría un coche.

Hoy resulta arcaico en este caso el uso en la apódosis de la forma en -ra del pretérito imperfecto de subjuntivo o copretérito: Si me tocara/tocase la lotería, me comprara un coche. En la lengua coloquial es frecuente hoy el empleo en la oración apódosis del pretérito imperfecto o copretérito de indicativo: Si me tocara/tocase la lotería, me compraba un coche. Debe evitarse el uso en la prótasis del condicional simple o pospretérito, propio de hablantes españoles del País Vasco y zonas limítrofes como Navarra, Burgos, Cantabria y La Rioja, y que también se da en algunas zonas de América: Si tendría dinero, me compraría un coche.

b) Si la condición se refiere al pasado, la prótasis va en pretérito pluscuamperfecto o antepretérito de subjuntivo y en la apódosis se emplea este mismo tiempo, preferentemente la forma en -ra, aunque también se admite la forma en -se:

Si hubiera/hubiese tenido dinero, me hubiera/hubiese comprado un coche; el condicional compuesto o antepospretérito: Si hubieras/hubieses estudiado, habrías aprobado; o el condicional simple o pospretérito: Si hubiera/hubiese terminado los estudios, hoy tendría un trabajo mejor. También en este caso debe evitarse el empleo en la prótasis del condicional compuesto o antepospretérito, que se da, como ya se ha indicado antes ( a) entre hablantes de algunas zonas de América y del norte de España: Si lo habría sabido, te lo hubiera dicho.

1.2. Tiene valor causal en oraciones como Si ya te has comprometido, no puedes echarte atrás. A menudo, la oración principal (que viene a ser la consecuencia de lo dicho en la oración encabezada por si) se expresa mediante un enunciado interrogativo, que en realidad funciona como una negación enfática: Si ayer lo afirmaste delante de todos nosotros, ¿cómo lo niegas hoy? [= no puedes negarlo hoy]; Si no me cuentas lo que te pasa, ¿cómo quieres que te ayude? [= no puedo ayudarte].

1.3. Conjunción que introduce oraciones interrogativas indirectas:

Le pregunté si sabía dónde vivías.

Ya me enteraré de si lo sabe o no.

Dudé si decírselo ahora o dejarlo para más adelante.

No me dijo si iría o no a la fiesta.

No sé si ir de vacaciones al mar o a la montaña.

Con el verbo preguntar, admite ir precedida de la conjunción subordinante que: Me preguntó (que) si pensabas ir a la fiesta.

1.4. Conjunción concesiva, equivalente a aunque:

«Pensar yo que don Quijote mintiese [...] no es posible, que no dijera él una mentira si le asaetearan» (Cervantes Quijote II [Esp. 1615]). Este uso ha desaparecido casi totalmente de la lengua actual, en la que se prefiere en estos casos el empleo de aunque o de así: «Ese no suelta el oro así le maten» (Galán/Garcimartín Posada [Esp. 1990]).

1.5. Se usa con valor distributivo, encabezando enunciados contrapuestos: Si hablo, malo; si me callo, peor.

1.6. Se usa tras el adverbio como o la conjunción que, para expresar comparaciones: Se vistió como si fuese a ir a una fiesta; Me hizo más ilusión que si me hubiera tocado la lotería.

1.7. Conjunción que encabeza oraciones independientes, con valor enfático. Se usa en los siguientes casos:

a) En oraciones exclamativas, para expresar protesta o sorpresa ante lo dicho por el interlocutor: —Podías haberme avisado de que hoy venía el inspector. ¡Pero si me acabo de enterar!; Mi hija se casa este verano. ¡Si es casi una niña!

b) Para reforzar una aseveración, a veces seguida de una oración con que, que expresa la consecuencia de dicha aseveración: ¡Si será bestia!; Si seré despistado que he olvidado dónde he puesto las llaves.

c) Para introducir oraciones desiderativas, con sentido semejante al de ojalá: ¡Si pudiera convencerlo de que no he tenido yo la culpa!

d) En oraciones interrogativas que expresan duda o posibilidad: ¿Si estaré yo equivocado?

Si que.

Es hoy raro, pero admisible, el empleo de la locución conjuntiva si que con valor equivalente a aunque:

«Se enredan en furibunda, si que también pacífica polémica» (DzCañabate Tertulia [Esp. 1952])

«La risa nacional estentórea, si que pasajera» (Grande Fábula [Esp. 1991]).

En cambio, es rechazable el uso de si que en lugar de sino, puesto de moda a fines del siglo xix:

«Téngase, pues, buen cuidado de tener a mano la Cafiaspirina, que no solo ahuyenta los dolores, si que posee también la acción reanimadora y estimulante de la cafeína» (Lecturas [Esp.] 10.1930).

2. Como sustantivo masculino, ‘séptima nota de la escala musical’: «Oía sin cesar la Misa en si menor de Bach» (GaSánchez Historia [Esp. 1991]). A pesar de ser tónico, se escribe siempre sin tilde. Su plural es sis.

miércoles, octubre 22, 2008

Conjugando el verbo ir.

Verbo (ir)

1.- Moverse de un lugar hacia otro apartado de quien usa el verbo ir y de quien ejecuta el movimiento.

2.- Dicho de una cosa: Sentar bien o mal a algo o a alguien.

<<Una blusa negra no le va a esa falda>>

3.- Caminar de acá para allá.

FORMAS NO PERSONALES

Infinitivo

ir

Participio

ido

Gerundio

yendo

INDICATIVO

SUBJUNTIVO

Presente

voy vas va vamos vais / van van

Futuro simple o Futuro

iré irás irá iremos iréis / irán irán

Presente

vaya vayas vaya vayamos vayáis / vayan vayan

Pretérito imperfecto o Copretérito

iba ibas iba íbamos ibais / iban iban

Condicional simple o Pospretérito

iría irías iría iríamos iríais / irían irían

Pretérito imperfecto o Pretérito

fuera o fuese fueras o fueses fuera o fuese fuéramos o fuésemos fuerais o fueseis / fueran o fuesen fueran o fuesen

Pretérito perfecto simple o Pretérito

fui fuiste fue fuimos fuisteis / fueron fueron

Futuro simple o Futuro

fuere fueres fuere fuéremos fuereis / fueren fueren

IMPERATIVO

ve (tú) / andá (vos) id (vosotros) / vayan (ustedes)

DICCIONARIO REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.