miércoles, julio 30, 2008

TRILOGÍA DE ENCUENTROS.

Por: Francisco Garzón Céspedes.

ELLA Y ÉL Y EL FONDO DE LAS PUPILAS.

Ella se arrodilla en la hierba acurrucándose. Oculta el rostro. Y el tiempo es interminable. Una voz desconocida pregunta: “¿Tienes hambre?” y él extiende un pan, extrañamente redondo como planeta, y se deja caer. Ella no tiene hambre. Coge el pan y come con la cabeza baja. Escucha un coro de niños y no, de un bocado a otro, sus sollozos. Él no habla. La ve morder, tragar, llorar. Estira una mano para acariciarla. Pero regresa la mano y dice: “No te conozco. No sé porque estás en el suelo. No sé por qué lloras. Mira: están hierba, árbol, flores. Y estoy yo que debo irme y que podría abrazarte.” Ella levanta la cabeza. No sonríe. Le busca el fondo de las pupilas. Y asiente.

ÉL Y ELLA Y A BOCANADAS.

Cuando cada uno hace el hallazgo del otro en medio de la ruta, él se ha detenido porque tiene una herida en su pie izquierdo. Ella está acercándose. Él imagina que de la herida le brota a bocanadas una columna de humo rojo. Y que el humo no cesa. No cesa. Imagina que cada bocanada le duele como si la herida se multiplicara. Imagina que él atrapa el humo rojo con las manos y lo lanza lejos de sí. Y el pie y ella desaparecen.

ÉL Y ELLA Y LA GÓNDOLA.

Desde la nariz la respiración expulsa una góndola. Es una góndola densa, pujante. Una góndola que queda flotando en el aire entre él y ella. Él respira por la nariz y ella por la boca. La góndola es un anhelo entretejido entre los dos. Un anhelo que navega de un puerto a otro. Inhalado, exhalado. Tan real la góndola que se balancea con más y más fuerza en el oleaje mecido por los jadeos de él y los jadeos de ella.

COLECCIÓN GAVIOTAS DE AZOGUE - CINOE-COMOARTES. 1-25.

martes, julio 29, 2008

Significado y uso de la palabra:

Enhorabuena.

1.- Se escribe en una sola palabra cuando se usa como sustantivo, con el significado de ‘felicitación’:

«Todos querían darle la enhorabuena al vencedor» (Época [Chile] 28.7.97)

O cuando, también como sustantivo, forma parte de la locución adverbial de enhorabuena:

«¡Estar siempre de enhorabuena!» (Nieva Nosferatu [Esp. 1993]).

2.- Puede escribirse en una o en varias palabras en los casos siguientes:

a) Cuando se emplea sola, con valor interjectivo, para felicitar a alguien. Hoy se prefiere su escritura en una sola palabra: «Tiene su poco de sangre india, enhorabuena» (Benedetti Primavera [Ur. 1982]).

b) Cuando se usa como adverbio en fórmulas de felicitación: «A lo mejor me caso. Pues que sea enhorabuena» (Landero Juegos [Esp. 1989]); «Hale, que sea en hora buena» (Berlanga Gaznápira [Esp. 1984]). En el uso actual se está imponiendo la grafía en una sola palabra.

c) Cuando, como adverbio, se usa para denotar aprobación o conformidad: «Que venda enhorabuena al precio que más le acomode» (Picó Filo [P. Rico 1993]); «Si aún insistís en llamar a esto Justicia, llamadla en hora buena» (Heredia Fuente [Méx. 1932]). También se prefiere, en este caso, la grafía simple.

3. Debe evitarse la variante norabuena, ajena a la norma culta actual.

Consulta aquí el Diccionario Panhispánico de Dudas.

lunes, julio 28, 2008

Dudas: contestar.

Contestar.

1.- Cuando significa ‘responder [algo] a lo que alguien dice o pregunta’, es transitivo; la respuesta se expresa mediante un complemento directo y la persona a quien se dirige, con un complemento indirecto:

«Nosotros le contestamos que no» (Tiempo [Col.] 21.1.97).

No debe anteponerse la preposición de al complemento directo:

«Me contestó de que precisa la planilla de contribución» (País [Ur.] 4.10.01).

A veces se elide el complemento directo, pero el complemento de persona sigue siendo indirecto:

«Adiós, guardaespaldas —exclamó ella. No le contestó» (Tomás Orilla [Esp. 1984]).

En ocasiones, el verbo funciona como intransitivo y la respuesta se expresa mediante un complemento precedido de con:

«Le contesté con un gruñido» (Bolaño Detectives [Chile 1998] 512).

2.- Cuando significa ‘dar respuesta a la pregunta, llamada o comunicación de alguien’, puede construirse con complemento directo o con un complemento precedido de la preposición a:

«Jamás contestó las preguntas que hacían sobre su vida» (Azuela Casa [Méx. 1983])

«El procesado contestó a sus preguntas» (País [Esp.] 3.6.97)

«La gerencia del Wyndham no contestó las llamadas de este diario» (NDía [P. Rico] 23.10.97)

«Nadie contestaba a las llamadas del timbre» (Mundo [Esp.] 15.1.96).

miércoles, julio 23, 2008

Significado de la palabra:

Fratricida.

Como sustantivo, ‘persona que ha matado a su hermano’:

«El fratricida se presentó armado con un rifle» (NProvincia [Arg.] 1.3.97)

Y, como adjetivo, ‘que causa o puede causar la muerte de un hermano’: guerra fratricida, odio fratricida, etc. Este último sentido, censurado por algunos, está hoy plenamente asentado y debe considerarse válido.

Son incorrectas las grafías fraticida y fatricida.

Prohijar.

‘Adoptar [a alguien] por hijo’ y ‘acoger como propio [algo ajeno, como opiniones o ideas]’. La i del grupo /oi/ es tónica en las formas de este verbo que llevan el acento prosódico en la raíz. En estas formas, la presencia de la hache intercalada no exime de la obligación de tildar la i para marcar el hiato: prohíjo, prohíjas, etc.

Sine qua non.

Loc. lat. (pron. [sine-kuá-non] o [sine-kua-nón]) que significa literalmente ‘sin la cual no’. Se emplea con el sentido de ‘[condición] que resulta indispensable para algo’:

«La democracia es una condición sine qua non para pertenecer al Mercosur» (DAméricas [EE. UU.] 4.3.97).

Aunque el pronombre latino qua es femenino singular (pues en latín esta locución se aplicaba solo al sustantivo condicio ‘condición’), en español esta expresión se ha lexicalizado y no solo se usa referida a condición, sino también a sustantivos similares de uno u otro género, como característica, requisito, etc., y tanto en singular como en plural:

«Esta evacuación es una de las condiciones sine qua non presentadas por Yasser Arafat para reanudar las negociaciones» (Vanguardia [Esp.] 22.3.94)

«La coordinación deviene un requisito sine qua non del trabajo en las regiones de refugio» (Aguirre Antropología [Méx. 1986]). En estos casos es preferible usar los adjetivos españoles indispensable o inexcusable.

Viacrucis.

‘Camino dividido en catorce paradas o estaciones, en cada una de las cuales se conmemora un episodio de la pasión de Cristo’ y, en sentido figurado, ‘situación de sufrimiento intenso y prolongado’: «Lo llamaban con frecuencia para que [...] repicara la campanilla en los viacrucis de Semana Santa» (VLlosa Tía [Perú 1977]); «Todos los días se somete al ciudadano a un viacrucis» (Nacional [Ven.] 12.12.96). Puede escribirse también vía crucis (en dos palabras y con tilde en la primera), aunque se recomienda la grafía simple viacrucis, que se escribe sin tilde por ser voz llana acabada en -s. Aunque la palabra vía es femenina, viacrucis (o vía crucis) es masculino en la lengua culta general, por lo que debe evitarse su uso en femenino: una viacrucis, la vía crucis.

CONSULTA: DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS.

martes, julio 22, 2008

Dudas: contrarreloj.

Contrarreloj.

1. - Como adjetivo, ‘[carrera, generalmente ciclista] en que los participantes se clasifican según el tiempo que emplean en llegar a la meta’:

«La carrera comenzó con una prueba contrarreloj» (NHerald [EE. UU.] 28.7.97).

Es invariable en plural:

«Sé de ciclistas a los que les sucedió otro tanto, sobre todo en pruebas contrarreloj» (GaSánchez Alpe d’Huez [Esp. 1994]).

Se usa frecuentemente como sustantivo femenino y, en ese caso, su plural es contrarrelojes:

«Fue segundo en las dos contrarrelojes de la Vuelta» (País [Esp.] 9.10.97). Es también admisible, aunque menos recomendable, su escritura en dos palabras:

«Jan Ullrich, la gran revelación de la prueba contra reloj» (DYucatán [Méx.] 1.9.96)

«En la contra reloj individual el triunfo fue para Carlos Humberto Cabrera» (Tiempo [Col.] 16.5.92).

2. - Mientras que el adjetivo y el sustantivo pueden escribirse en una o en dos palabras, la locución adverbial es contra reloj, escrita siempre en dos palabras:

La carrera se disputó contra reloj.

No debe usarse esta locución precedida de la preposición a: a contra reloj. Es frecuente su empleo metafórico con el sentido de ‘con suma urgencia o con un plazo de tiempo perentorio’:

«Los cancilleres trabajaban contra reloj para tratar de alcanzar un acuerdo antes del mediodía de hoy» (Clarín [Arg.] 7.10.00).

3.- Como locución adjetiva y adverbial, se emplea también, con los sentidos arriba indicados, la expresión contra el reloj:

«La victoria contra el reloj de González Linares, en Forest, la patria de Merckx» (GaSánchez Alpe d’Huez [Esp. 1994])

«Los norteamericanos juegan contra el reloj, preocupados por controlar la inmigración y el tráfico de drogas que vienen de la isla» (NHerald [EE. UU.] 9.3.97).

Consulta aquí: DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS.

lunes, julio 21, 2008

Cenit o cénit.

Cenit o cénit.

‘Punto más alto del hemisferio celeste’ y, en sentido figurado, ‘apogeo o punto culminante’. En los textos astronómicos y, en general, en la norma culta, se prefiere la forma aguda etimológica cenit, pero hoy es frecuente, y también válida, la forma llana cénit. Las variantes gráficas con z- son hoy infrecuentes y, por tanto, menos recomendables.

jueves, julio 17, 2008

CUENTOS DE LA PRODIGIOSA PROFESIÓN DEL NARRADOR ORAL II.

FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES (Cuba/España). Cuentos breves de la Colección: Cuentos del narrador oral escénico, que en total consta de treinta textos, y que ha sido la primera en el mundo en tratar la figura del narrador oral artístico, y la teoría y la técnica de este arte, desde la ficción narrativa. La Colección completa puede encontrarse por medio de comunicorart@gmail.com en el libro CUENTOS PARA LOCOS LÚCIDOS / Doscientos cuentos hiperbreves y breves / Historias divertidas y amorosas para locos imaginativos.

LA VISUALIZACIÓN.

EL JADEO SALVAJE DEL CUENTO.

El narrador oral intentaba penetrar en el cuento tras las huellas del Gran León. Para poder contar esa historia, necesitaba visualizar internamente al león con tal minuciosidad que le olfateara la carne devorada, le palpara los músculos prensados de los flancos, le viera el acero contra la piedra de afilar de los ojos. Visualizarlo en detalle para elegir lo esencial y sugerirlo. Escucharle el rugido de incendiada madera. El narrador, concentrándose, olvidó las huellas y recordó aquella vez que del circo escapó un león enorme como una llamarada. Varios hombres con una red, él entre ellos, apoyándose unos a otros, lo atraparon. Entonces pudo el narrador regresar al cuento, imaginar al Gran León inmenso como aquella montaña de fuego. De pronto el narrador sintió por detrás un jadeo salvaje. Ásperamente cálido. No se volvió. No existía un circo en las proximidades, estaba solo y no tenía una red. Se inmovilizó. Requería tiempo para imaginar, a su espalda, una jaula.

LA SUGERENCIA.

“Sugerir. ¿Será describir?”, se pregunta el aprendiz de narrador oral escénico. “¿Cuál es el secreto? ¿Los matices de brillo que diferencian una perla de otra? Es diáfano entre carbón y diamante. Mas sugerir...” Cuando narre dirá que “el hombre era muy fuerte”. Puede verlo. Palparlo en el cuento. Camina. Respira. Está vivo acá. Pero si lo dice así, tan escueto, tan definitivo, y sigue contando, el público no tendrá suficiente materia prima para imaginar, ni tiempo. Dirá que “el hombre era muy fuerte, porque, siendo alto y sano, había hecho pesas para tener anchas espaldas, piernas resistentes y músculos poderosos”. Pero si lo dice así, tan determinativo, y sigue, el público no podrá crear su propio hombre muy fuerte, sino que, como mucho algunos comenzarán a ver el hombre muy fuerte que él está viendo. Y si dijera que “el hombre era muy fuerte, tanto que hubiera podido de un cabezazo traspasar las montañas”. O que “era un hombre tan fuerte como un elefante enloquecido de sed”. Y si no dijera “fuerte”. Sino que “era un hombre que parecía capaz de detener, con una sola de sus manos, un dragón”. “Un hombre que podía alzar a otros dos como si los pesara en una balanza.” “Un hombre que de un soplo derribaría uno tras otro los robles crecidos en hilera.” Eso resonaba. ¿Qué pasaría? Pero ¿y la concisión? ¿Eran o no concisas esas... sugerencias? Y, sobre todo, ¿qué pasaría cuando comparara al hombre con el dragón, la balanza, el soplo devastador? El aprendiz tomó una decisión. La hizo palabra, voz, gesto. Evocó al hombre muy fuerte y dijo “dragón” y dijo “balanza” y dijo “soplo”. Una multitud de hombres muy fuertes comenzaron a flotar por encima de las cabezas del público, como si numerosas botellas conteniendo genios hubieran sido descorchadas para que brotara el humo moldeable de lo sugerido.

Se autoriza la difusión sin fines comerciales por cualquier medio.

miércoles, julio 16, 2008

CUENTOS DE LA PRODIGIOSA PROFESIÓN DEL NARRADOR ORAL I

FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES (Cuba/España).

Cuentos breves de la Colección:

Cuentos del narrador oral escénico, que en total consta de treinta textos, y que ha sido la primera en el mundo en tratar la figura del narrador oral artístico, y la teoría y la técnica de este arte, desde la ficción narrativa. La Colección completa puede encontrarse por medio de comunicorart@gmail.com en el libro CUENTOS PARA LOCOS LÚCIDOS / Doscientos cuentos hiperbreves y breves / Historias divertidas y amorosas para locos imaginativos.

Antes fue publicada en los libros El arte (oral) escénico de contar cuentos (Editorial Frakson, Madrid, España. 1991); Cuentos para aprender a contar (Ediciones Libros del Olmo / Universidad Surcolombiana, Colombia. 1995; y Ediciones Antonio Fernández Prado, Madrid. España. 2003); y en Cuentos para un mordisco (Ediciones OEYDM, México D. F., México, 2001).

En Febrero del 2008 estos cuentos fueron incluidos en la Colección Gaviotas de Azogue 34. CIINOE. ciinoe@hotmail.com

Se autoriza la difusión sin fines comerciales por cualquier medio.

LA PAUSA Y LA REITERACIÓN.

El narrador oral contaba con adultos un cuento sin edad, se acercaba al final y dijo: “Con tan mala suerte que los monos... los monos tiraron una cáscara de plátano, el elefante la pisó...”. Debía decir: “¡Y se cayó!”. Pero el día no era bueno: discusiones, lluvia y faringitis. Equivocándose exclamó: “¡Y desapareció!”. Con lo que el cuento perdía su sentido, porque el final era que el elefante al caerse comprobaba que no desaparecía, y levantándose respondía animoso a la duda de sus amigos. Cuando el narrador oral se equivocó afirmando: “¡Y desapareció!”, deseó que el proscenio se abriera y lo tragara. Deseó desaparecer. No podía traicionar al cuento, ni a sí mismo, ni al público, ni a aquel recinto, por escénico, sagrado, ni a la circunstancia amorosa, optimista. Hizo una pausa, y siempre mirando a los ojos de la gente, retrocedió hasta el centro del escenario y se detuvo, abrió y cerró los brazos, y con un énfasis de una tristeza lenta, reiteró: “...¡y desapareció!”. Hizo otra pausa, retrocedió hasta el fondo, mientras buscaba ansiosamente una solución y, en el momento en que su espalda tropezó con el mar negro de la cortina, de nuevo abrió y cerró los brazos, con mayor rapidez y amplitud, y con alegría reiteró: “¡y desapareció la cáscara de plátano bajo su enorme pata al caer! Y con su trompa verde se tocó cada una de las patas azules y estaban allí. Y el lomo rosado, y estaba allí. Y las orejas amarillas, y estaban allí. Y se levantó y otra vez comenzó a bailar. Y sus amigos le dijeron: Pero, Guy, ¿un elefante no ocupa mucho espacio y, si se cae, puede desaparecer? Y él respondió: ¡Sí, un elefante ocupa mucho espacio y, si se cae, puede desaparecer; pero, si quiere, si quiere, si quiere también se puede levantar!”.

martes, julio 15, 2008

Características del discurso en los relatos orales.

El discurso en los relatos orales ofrece ciertas características que lo singularizan y que son el resultado de su condición de creación narrativa popular conservada por vía oral.

Introducción.

Muchos relatos comienzan con expresiones como las siguientes:

Este es el cuento…

Este era…

Eran…

En cierto lugar…

Hace muchos años…

Cuentan que…

Un día…

Había una vez…

Voy a contarles un cuento…

Expresiones como estas sirven para introducir el relato. Algunas funcionan, además, como recursos de ambientación porque contribuyen a ubicar al oyente en un tiempo y en un lugar, generalmente indefinidos. Otras, permite que el narrador se presente en su papel de conocedor de una historia que va a contar.

REITERACIÓN.

La reiteración de expresiones o de pequeños textos en los relatos orales es un recurso que cumple varias funciones. A veces produce la morosidad narrativa para crear expectativas y suspenso en el oyente. Otras veces, la repetición busca fijar en el oyente un hecho o un momento en el tiempo del relato que es decisivo.

SÍNTESIS.

En los relatos orales, la expresión reiterativa convive armónicamente con la expresión sintética. No debemos olvidar que el narrador oral transmite una creación colectiva que ha pasado por varias generaciones. Este hecho hace que las expresiones se hagan cada vez más sintéticas a medida que se van despojando de vocablos que ofrecen detalles secundarios. Por otra parte, el narrador oral no tiene necesidad de explicar situaciones o describir ambientes o personajes que forman parte del conocimiento compartido entre él y sus oyentes. Además, el narrador posee recursos extralingüísticos (gestos, ademanes…) que también producen información, y en último caso, ante un vacío informativo, cualquiera de los oyentes puede preguntar.

AMPLITUD INFORMATIVA.

Todo relato popular oral, soporta diferentes tipos de lectura, es decir, puede resistir análisis de varias clases que produzcan distintas informaciones. Podemos, por ejemplo, leer un relato con un interés eminentemente cultural y buscar las costumbres que allí se manifiestan, la tipología de los personajes, los elementos simbólicos, las referencias geográficas. Podemos leer un relato para determinar su valor didáctico y en este sentido, inferir o reconocer las lecciones o los valores ejemplarizantes que posee. Podemos leer un relato con un interés lingüístico y en este caso atendemos a las manifestaciones del lenguaje. En fin, todo relato de origen popular es un signo múltiple que puede analizarse desde diversos ángulos, en la seguridad de que cada uno de ellos ofrece una amplia riqueza informativa.

lunes, julio 14, 2008

Poema de Gioconda Belli.

Y DIOS ME HIZO MUJER Radialistas.net

Y Dios me hizo mujer,

de pelo largo,

ojos, nariz y boca de mujer.

Con curvas y pliegues y suaves hondonadas

y me cavó por dentro,

me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios

y balanceó con cuidado

el número de mis hormonas.

Compuso mi sangre

y me inyectó con ella

para que irrigara todo mi cuerpo;

nacieron así las ideas,

los sueños, el instinto.

Todo lo creó suavemente

a martillazos de soplidos

y taladrazos de amor,

las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días

por las que me levanto orgullosa

todas las mañanas

y bendigo por ello mi sexo.

domingo, julio 13, 2008

Poemas de Jacqueline Goldberg.

Goldberg, Jacqueline (Maracaibo, Venezuela, 1966) Poeta, periodista e investigadora. Ha publicado una obra de teatro, un libro de textos narrativos, nueve poemarios y tres libros para niños. Ha obtenido importantes premios. Sus textos poéticos aparecen en antologías en España, Estados Unidos Puerto Rico, Cuba y Venezuela. Desde sus primeros libros, la poesía de Goldberg ha estado marcada por la brevedad o la contención. La suya es una poesía que pone en escena un intenso viaje desde la esperanza hasta la desolación.

Selección de Poemas.

Hay una mujer.

Hay una mujer

destinada a la sombra

una mujer que como yo

repite sus rostros

en las grietas

de una calle sin nombre

ambas resistimos

a la mentira

de hacernos las buenas

las del árbol solo

colgamos el miedo y las ganas

y cuando nadie pregunta

cuando por fin

nos dejan sostener

raíces en los ojos

iniciamos el regreso

permitimos a extraños

adivinar lo que nos detiene.

Me he vuelto ceremoniosa

han dejado de interesarme los ruidos

el silencio de los demás

prefiero una copa dando vueltas por mi casa

desayunar sin asuntos pendientes

regodearme en eso de ser absolutamente solitaria

absolutamente vieja después de todo

aunque no tenga andares suficientes

ni siquiera uñas cuarteadas

quizás en otro lado

el ánimo se recupere.

Por lo pronto

no aspiro a más rutina

que mi cama deshecha y vuelta a armar

una cierta efusividad que conduzca a ventanales cerrados

al bocado de sal que me hostiga

a mis dientes suplicando cepillo

al cabo de muchos días

muchos encierros

demasiadas ceremonias.

Bastaba cerrar el puño

desdecir el goce

todo venía

todo era palabra

ahora extraño

aquella fragilidad

mis contenidas maneras

de apresurarme

y padecer.

En Vacaciones no hay casa.

En vacaciones no hay casa

los apartamentos prestados

huelen a calcomanía

aún tres semanas después

reclaman un cierto orden

aspiran contener la sustancia de los desvaríos

a nadie importa la alfombra remendada

el sucio abandonado

el apartamento fue asunto de playa

hornilla de rápidos almuerzos

si acaso nicho

catástrofe mínima

comodidad de ajenos resguardos.

sábado, julio 12, 2008

Dudas: polígloto - ta o poligloto - ta.

Polígloto -ta o poligloto -ta.

1. ‘[Texto] escrito en varias lenguas’ y ‘[persona] que conoce o habla varias lenguas’. Tiene dos acentuaciones válidas: la esdrújula polígloto, acorde con el étimo griego polýglottos, y la llana poligloto [poliglóto], por influjo del francés polyglotte [poliglót]. Hoy existe clara preferencia por la forma esdrújula.

2. Aún sigue vigente su uso originario como adjetivo de dos terminaciones, una para cada género:

«Corrieron hacia el extraño polígloto» (Jodorowsky Pájaro [Chile 1992]); «Acompañados [...] por nuestra actriz más políglota» (Vanguardia [Esp.] 21.7.94).

Pero hoy es más normal usar la forma en -a también para el masculino:

«Un escritor multifacético y políglota» (Clarín [Arg.] 21.12.87)

«Fue un reconocido políglota que llegó a hablar hasta siete idiomas» (Canarias 7 [Esp.] 25.5.99).

viernes, julio 11, 2008

Dudas: máster.

Máster.

1.- Voz tomada del inglés master, que designa, en algunos países americanos, el grado universitario inmediatamente inferior al de doctor, así como la persona que lo posee. En español debe escribirse con tilde por ser palabra llana acabada en -r:

«Licenciado en Filosofía y en Derecho, máster en Teología, doctor en Derecho Internacional» (Vistazo [Ec.] 18.12.97)

«No es grato para un veterano cacique [...] hacerle antesala para pedirle un puesto a un máster de Harvard de 30 años» (Semana [Col.] 25.6-2.7.96).

Con el mismo sentido se emplea también la voz magíster. El término máster designa además, en general, cualquier curso de posgrado, normalmente orientado a la inserción laboral, y a la persona que lo ha realizado:

«Empieza un máster en Museografía Etnográfica» (Vanguardia [Esp.] 16.1.95)

«Es ingeniero industrial y máster en Administración de Empresas» (Vanguardia [Esp.] 3.12.94).

Referido a grado o curso, es masculino; referido a persona, es común en cuanto al género: el/la máster.

2.- Con sentidos equivalentes a los del anglicismo máster se emplea en gran parte de América la voz maestría:

«La Escuela Superior Técnica del Ejército ha creado la maestría en Transporte» (NProvincia [Arg.] 3.4.97)

«La duración de las maestrías y doctorados es más variable» (PzTamayo Ciencia [Méx. 1991]).

3.- En el ámbito audiovisual se utiliza la voz inglesa master (o su adaptación gráfica máster) con el sentido de ‘copia a partir de la cual se hacen las demás’:

«Se obtiene un primer disco metálico que servirá de master» (Bustos Multimedia [Esp. 1996]).

Se recomienda sustituir este anglicismo por las equivalencias españolas copia maestra o cinta matriz.

4.- En deportes como el tenis o el golf, se usa el plural inglés masters con el sentido de ‘torneo en que solo participan jugadores que han alcanzado la categoría de maestros’:

«Martina Navratilova se impuso a Arancha Sánchez Vicario en el Masters» (VGalicia [Esp.] 23.11.91).

Se recomienda sustituir este anglicismo por la equivalencia española torneo de maestros:

«Carlos Moyá y Sergi Bruguera, ambos participantes en el Torneo de Maestros, se situaron en los puestos séptimo y octavo» (Época [Chile] 19.11.97).

5.- El plural de máster debe ser, en español, másteres.

Consulta aquí: DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS.

jueves, julio 10, 2008

Significado de la palabra:

Exhortar.

‘Incitar [a alguien] a algo con razones y ruegos’. Como otros verbos de influencia, lleva un complemento directo de persona y un complemento con a:

«Mi tía [...] lo exhortó a continuar su tarea» (Araya Luna [Chile 1982]).

Enternecer (se).

‘Poner (se) tierno’. Verbo irregular: se conjuga como agradecer (enternezco, enternece, enternecí, enterneció).

Limpiar.

‘Quitar la suciedad [de algo]’. Se acentúa como anunciar.

Ligazón.

‘Unión o enlace de una cosa con otra’. Es voz femenina: la ligazón.

Cáucaso.

Cadena montañosa situada en el sureste de Europa y región que la rodea. Como gentilicio son válidos tanto caucasiano como caucásico:

«El único oficial que conocemos es el sobrecargo, un joven gigante caucasiano que masca un poco de inglés» (Tibón Aventuras [Méx. 1986]); «Esta región [...] ha acogido centenares de miles de refugiados y emigrantes rusos y caucásicos» (Vanguardia [Esp.] 16.6.95).

El adjetivo caucásico se aplica también a la raza blanca, por suponerla originaria del Cáucaso: «Solo cuatro millones eran de raza caucásica, tanto españoles peninsulares como criollos» (Fuentes Espejo [Méx. 1992]). Con este último sentido no es normal, y resulta desaconsejable, el uso de caucasiano.

Oquedad.

‘Hueco’: «Al pasar los ojos por los titulares de la primera página se le abrió una oquedad en el estómago» (Delibes Madera [Esp. 1987]). Pese a que deriva de hueco, no es correcta la grafía con h- hoquedad.

Nuera.

Término usado en la lengua general culta para referirse a la esposa del hijo de una persona:

«Las tensas relaciones entre suegra y nuera no llegaron nunca a suavizarse por completo» (Moix Vals [Esp. 1994]); no obstante, en el habla coloquial y popular de varios países americanos, como Puerto Rico, República Dominicana, Colombia o Venezuela, así como en algunas regiones de España, se usa a veces, con este sentido, la voz yerna, formada a partir de yerno, masculino heterónimo de nuera:

«A la yerna le negaba la entrada y hasta el saludo» (Vega Crónicas [P. Rico 1991]); es uso que debe evitarse en el habla culta formal.

Yerno.

Término usado en la lengua general culta para referirse al marido de la hija de una persona:

«Lo consideraban el yerno perfecto» (Allende Eva [Chile 1987]); no obstante, en el habla coloquial y popular de algunos países de América y de algunas regiones españolas, se usa a veces, con este sentido, la voz nuero, formada a partir de nuera, femenino heterónimo de yerno:

«Un comerciante parisino invita a su familia y a su futuro nuero [...] a pasar un día en el campo» (LpzNavarro Clásicos [Chile 1996]); es uso que debe evitarse en el habla culta formal.

CONSULTA AQUÍ EL DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.