miércoles, enero 30, 2008

Errores comunes en el lenguaje periodístico.

A continuación se reproducen y se explican algunos de los errores tanto gramaticales como de léxico que encontramos con frecuencia en los medios de información, extraídos del Manual de Estilo del Diario El País.

Agresivo. Esta palabra significa ‘propenso a faltar al respeto, a ofender o a provocar a los demás’. Pero no, por vía de anglicismo, ‘activo, audaz, dinámico, emprendedor o de empuje’.
A nivel de.
Expresión que suele ser mal empleada, puesto que implica un concepto de altura (‘a nivel del mar’, ‘no ha llegado al nivel de otras veces’). Es incorrecta cuando se usa para extensiones o similares: ‘está prohibido a nivel estatal’, ‘hay que hacerlo a nivel de prueba’. En estos casos, y para una edición rápida —la expresión aún es mejorable—, se puede corregir por ‘a escala’, o ‘en el ámbito’ o simplemente ‘como’: ‘hay que hacerlo como prueba’.
Incautar.
Es un verbo siempre pronominal, por lo que resulta incorrecto utilizarlo así: ‘la policía incauta dos kilos de drogas’. Lo correcto es: ‘la policía se incauta de dos kilos de drogas’. Gramaticalmente se emplea como ‘apropiarse’, y nunca se escribe ‘la policía apropia dos kilos de drogas’.
Valorar.
Hoy todo se valora, positiva o negativamente, y nada se estima satisfactorio o se aprueba; nadie muestra su conformidad ni manifiesta su acuerdo; nada se rechaza, se considera reprobable o se estima insatisfactorio; nadie expresa su desacuerdo o su disconformidad. El vocablo valorar se está empleando, incorrectamente, como sinónimo de analizar y estudiar. Sin embargo, valorar implica siempre ‘dar valor’ a algo, en un concepto positivo (‘yo valoro tu trabajo’). Por tanto, es absurdo ‘valorar negativamente’, y una redundancia ‘valorar positivamente’. Cuando se emplea para ‘valorar los daños’ se está utilizando también mal, puesto que lo correcto es ‘evaluar’.
Provocar.
No es sinónimo de causar, sino de ‘excitar’ o ‘inducir’. Se causa algo cuando la acción recae directamente en la persona o cosa. Y se provoca cuando esa causa genera otra acción de la persona o cosa. Se provoca una reacción, pero se causa un daño. Es incorrecto escribir, por ejemplo: ‘la bala le provocó una herida en la pierna’. Igualmente, no debe hablarse de incendio provocado cuando se pretenda expresar que se trata de un fuego intencionado. Todos los incendios son provocados por algo, ya sea un rayo, un cortocircuito o la cerilla de una persona.
Entrenar.

Es un verbo siempre transitivo o pronominal, nunca intransitivo. Es decir, no se puede escribir sin complemento directo. Si leemos ‘la selección entrenó en el Sánchez Pizjuán’, la pregunta que salta a cualquier lector avisado es ésta: ¿a quién? Lo correcto es ‘la selección se entrenó en el Sánchez Pizjuán’. Los deportistas no ‘entrenan’, ‘se entrenan’; quien ‘entrena’ es el entrenador.
Estimaciones.
Estimar es ‘apreciar’, ‘dar valor a algo’ . Por tanto, se utiliza erróneamente al hablar de ‘un retraso estimado de dos horas’, fórmula que se usa mucho en los aeropuertos y se repite en los diarios. Debe decirse ‘ se prevé un retraso de dos horas’.
Que, quien.
El pronombre ‘que’ se emplea preferentemente detrás de nombres de cosas. Detrás de nombres de personas hay que usar ‘quien’. No es correcto ‘es el Congreso de los Diputados quien debe decidir’, sino ‘es el Congreso de los Diputados el que debe decidir’. Pero sí ‘es el presidente quien debe decidir’.
Redactado.
Es incorrecto escribir ‘el redactado de la ley’. En todo caso, es correcto el participio en ‘lo redactado’, o bien ‘la redacción de la ley’.
Reinsertado.
Lo correcto es ‘reinserto’.
Relanzar.
‘Reunir’ no es unir dos veces, ni volver a unir; ‘rematar’ no significa ‘volver a matar’ (sería imposible entonces rematar a una persona, teniendo, como tenemos, una sola vida); ‘recoger’ no es coger dos veces... Y ‘relanzar’ no significa ‘volver a lanzar’, sino ‘rechazar, repeler’. Lo correcto es decir ‘reactivar la economía’, ‘impulsar el comercio’.

domingo, enero 27, 2008

Dudas: También - Tampoco.

También. 1. Adverbio que se usa para indicar que lo expresado en la palabra o secuencia a la que afecta se suma a lo dicho con anterioridad: «Dile que venga y dile también que cuenta con mi apoyo» «Nos acosa la injusticia y también la impunidad» «No sé, yo también estoy confundido» (Nieva Zorra [Esp. 1988]).
2. Aunque etimológicamente debe su origen a la suma del adverbio de cantidad tan y el adverbio de modo bien, hoy no deben confundirse. La secuencia tan bien se usa en estructuras comparativas (Canta tan bien como su padre) y consecutivas (Canta tan bien que la ha contratado una orquesta). Obsérvese, pues, la diferencia de significado entre dos oraciones como Ella canta también, como su padre y Ella canta tan bien como su padre.
Tampoco. 1. Adverbio con que se niega una cosa después de haberse negado otra: «No queremos la venganza, pero tampoco el olvido» (Aguirre Retablo [Chile 1987]). «No tengo dinero y mis amigos tampoco» «Si es por eso, tampoco yo le guardo rencor» (Cabal Vade [Esp. 1982]).
Cuando va antepuesto al verbo, es incorrecto su uso seguido del adverbio no, esto es, con el verbo en forma negativa:
«Entonces tampoco no existía ninguna solicitud de mediación» (Semana [Col.] 21-28.1.97); debió decirse tampoco existía ninguna solicitud de mediación. Sin embargo, sí se emplea con el verbo en forma negativa cuando va pospuesto al verbo: Entonces no existía tampoco ninguna solicitud de mediación.
2. No debe confundirse el adverbio de negación tampoco con la secuencia de tan (adverbio de cantidad) + poco (pronombre o adverbio de cantidad), que se usa en estructuras comparativas (Gana tan poco como su padre) y consecutivas (Gana tan poco que ha tenido que vender su automóvil).
Consulta aquí

sábado, enero 26, 2008

Dudas: Nadie - Ninguno.

Nadie.
1. Pronombre indefinido que significa ‘ninguna persona’:
Nadie me avisó de lo que había pasado.
Solo se usa en esta forma, que gramaticalmente es masculina singular:
Nadie cuerdo haría una cosa así (no *nadie cuerda).
No admite complementos partitivos: *nadie de nosotros, *nadie de los presentes; en estos casos debe emplearse el indefinido ninguno: ninguno de nosotros, ninguno de los presentes. Sin embargo, sí admite complementos precedidos de la preposición de que simplemente delimitan o restringen la denotación del indefinido:
«No le gustaba que nadie de la familia lo fuera a buscar a su trabajo» (Lezama Oppiano [Cuba 1977]).
«No se relacionaba con nadie de la redacción» (GaSánchez Historia [Esp. 1991]).
Deben evitarse las formas vulgares *nadien y *naide.
Ninguno -na.
1. El indefinido ninguno, ninguna puede funcionar como adjetivo:
No tengo ninguna amiga actriz.
O como pronombre: No ha venido ninguno.
Carece de uso en plural, salvo con sustantivos que se usan en plural con sentido singular:
No tengo ningunas gafas con esa forma.
En enunciados negativos de valor enfático: Ya no somos ningunos niños.
O con plurales expresivos: No tengo ningunas ganas de ir al cine.
Como adjetivo toma la forma ningún ante sustantivos masculinos, los preceda inmediatamente o no: ningún caso, ningún buen amigo. Su femenino ninguna se apocopa normalmente en ningún ante sustantivos que comienzan por /a/ tónica: ningún águila, ningún hacha (aunque también se admite, en estos casos, el uso de la forma plena ninguna: ninguna águila, ninguna hacha). Pero si entre el indefinido y el sustantivo se interpone otra palabra, no se produce la apócope: ninguna majestuosa águila, ninguna afilada hacha. También cuando el adjetivo va pospuesto debe concordar en femenino con el sustantivo: ningún águila majestuosa, ningún hacha afilada (no *ningún águila majestuoso, * ningún hacha afilado).
2. Si ninguno va seguido de un complemento plural introducido por de, la concordancia del verbo ha de hacerse con el indefinido, esto es, en singular, y no con el sustantivo plural:
«Ninguno de los chicos se enojó por la derrota» (NProvincia [Arg.] 3.7.97), y no *Ninguno de los chicos se enojaron.
3. Si ninguno va seguido de un complemento con nosotros, vosotros o ustedes, la concordancia del verbo vacila entre el singular (de acuerdo con el indefinido) y el plural (de acuerdo con el pronombre personal):
«Ninguno de nosotros era supersticioso» (Allende Casa [Chile 1982]); «Ninguno de nosotros queremos eso» (País [Esp.] 5.8.77). Ambas concordancias son válidas, aunque en la lengua culta resulta preferible la primera. Pero si el complemento no está expreso, sino que va implícito, el verbo ha de ir necesariamente en plural:
«Ninguno sabemos nada sobre esos asuntos tan cautivadores» (Marías Corazón [Esp. 1992]).
En estos casos no debe usarse el indefinido nadie: *Nadie de vosotros, *nadie de ustedes.
4. Cuando el sustantivo al que modifica ninguno va pospuesto al verbo, este va necesariamente en forma negativa: se dice Ningún amigo me ha acompañado, pero No me ha acompañado ningún amigo. En este último caso, el indefinido ninguno puede ir pospuesto al sustantivo y es sustituible por alguno: No me ha acompañado amigo ninguno, de igual sentido que No me ha acompañado amigo alguno.

Dudas: Incluso - inclusive.

Incluso -sa.
1. Adjetivo procedente del participio latino inclusus (de includere ‘incluir’), que todavía se emplea hoy, aunque raramente, como sinónimo de incluido, -da. Al tratarse de un adjetivo, al igual que incluido. Debe concordar en género y número con el sustantivo al que se refiere:
«Se pasa por esta villa del obispado de Teruel, cuya población es de 400 vecinos, inclusas las masadas» (Labordeta Aragón [Esp. 1983]).
A pesar de su etimología, no funciona nunca como participio de incluir, por lo que no se usa en la formación de los tiempos compuestos ni de la pasiva perifrástica de este verbo: *He incluso tu nombre en la lista; *Tus peticiones fueron inclusas en el documento.
2. La forma incluso funciona habitualmente como adverbio, con el sentido aditivo de ‘también’, pero, al igual que hasta (adverbio por el que puede sustituirse en la mayoría de los contextos), expresa siempre adición enfática a algo explícito o sobrentendido, de forma que el elemento que se añade está siempre situado en la parte más alta de una escala en la que se reconocen distintos grados:
«Vienen soldados y monjes, incluso obispos» (Torbado Peregrino [Esp. 1993])
«Prefiero incluso que fumes basuco» (Vallejo Virgen [Col. 1994])
«La perentoriedad de su anhelo lo llevaba a inventarse excusas incluso los fines de semana» (Andrade Dios [Arg. 1993])
«Les parecía recordar, incluso, que alguien durante la tarde lo había sugerido» (Donoso Casa [Chile 1978]).
Hoy se emplea a menudo, en estos mismos casos, el adverbio inclusive.
3. Seguido de un gerundio, o de la conjunción si y un verbo en forma personal, tiene en ocasiones valor concesivo (‘aunque, aun en el caso de que’ + verbo en subjuntivo
«Incluso pasando por alto posibles rivalidades, me quedaría mal sabor de boca» (Carreras Autobiografía [Esp. 1989])
«Incluso si esto último fuera cierto, ello no podría servir de argumento definitivo» (Tamames Economía [Esp. 1992]).
Inclusive. 1. Adverbio que propia y originariamente significa, pospuesto a un sustantivo, ‘incluyendo entre lo considerado lo que designa dicho sustantivo’:
«En Olivos cursé hasta tercer año inclusive» (Martínez Perón [Arg. 1989]).
Se usa con frecuencia en la fórmula ambos inclusive: «En la primera [sección] de la lista, como usted ve, figuran los comprendidos entre los números 1 y 999, ambos inclusive» (Benítez Caballo 1 [Esp. 1984
Por ser adverbio, es invariable, de modo que no es correcto hacerlo concordar en número con el sustantivo al que se refiere
«A partir de la casilla 4 y hasta la 11, ambas inclusives» (País [Esp.] 2.6.85).
Lo mismo cabe decir de su antónimo exclusive, de menor uso que inclusive y que significa exactamente lo contrario, esto es, ‘excluyendo entre lo considerado lo que designa el sustantivo al que se refiere’
«Las imposiciones voluntarias vencidas, o que venzan antes de primero de enero próximo, tendrán derecho hasta dicho día exclusive a intereses de demora» (Figuerola Decretos [Esp. 1868]).
2. Posteriormente comenzó a emplearse también con el mismo valor de adición enfática que el adverbio incluso, uso que no cabe rechazar, pues tiene ya tradición en nuestro idioma y se documenta en escritores de prestigio:
«En otros tiempos, el coeficiente social de cada hombre era cosa inequívoca que adquiría, inclusive, plástica evidencia en el uniforme adscrito a cada clase y oficio» (Ortega Diálogo [Esp. 1924])
«Los tratadistas de óptica fisiológica han llegado inclusive a decirnos a última hora que aquí entran en juego dos órganos sensoriales» (D’Ors Horas [Esp. 1923])
«Fue inflexible inclusive con el ministro británico» (GaMárquez Amor [Col. 1985]).
En síntesis, por motivos de uso extendido según el Diccionario Panhispánico de Dudas; ya no existen motivos para rechazar el uso de inclusive como adverbio con el valor de adición enfática que corresponde al adverbio incluso.
Consulta aquí

viernes, enero 18, 2008

Dudas: Vasta - basta. Sensibilidad - sensitividad.

Vasto -ta.
‘Amplio o extenso’: «Nuestro repertorio es vasto y variado» (Serrano Vida [Chile 1995]). No debe confundirse con basto (‘grosero o tosco’).
Basto -ta.
1. ‘Grosero o tosco’: «Pedro Vicario estaba en la puerta, [...] con el cuchillo basto que él mismo había fabricado con una hoja de segueta» (GaMárquez Crónica [Col. 1981]). Sensibilidad. ‘Facultad de sentir’: «Un hombre dotado de sensibilidad para captar la realidad española» (Cacho Asalto [Esp. 1988]). ‘Propensión a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura’: «Estaba indignado por la falta de sensibilidad de “los mercaderes”» (VLlosa Tía [Perú 1977]). Y ‘capacidad de respuesta a muy pequeños estímulos’: «El cero puede significar también que el valor que se busca existe, pero que se halla por debajo del límite de sensibilidad del aparato de medida» (RdgzDelgado Universo [Esp. 1997]). No debe usarse para ninguno de estos sentidos el término sensitividad, calco innecesario y rechazable del inglés sensitivity.

domingo, enero 13, 2008

EL ADIÓS DE ADRIANO GONZÁLEZ LEÓN.

Adriano González León (1931- 2008).
El sábado 12 de enero de 2008 en la tarde terminó una de las más productivas y distinguidas vidas de las letras venezolanos, cuando de un infarto murió Adriano González León.
Nacido en Valera en 1931, González acababa de ver la edición en su país de su novela de 1994 Viejo, en octubre de 2007, un libro que recibió elogios incluso de Gabriel García Márquez, quien dijo que era “la novela que yo hubiera querido escribir.”
González León fue corresponsal en la zona andina de El Nacional a los 15 años. Fue profesor de Literatura en la Universidad Central de Venezuela, donde se graduó de abogado, y en 1955 fundó el grupo Sardio, que editó una revista del mismo nombre que difundía escritores de todo origen y de gran compromiso político. Además colaboró con revistas como Letra Roja y El Techo De La Ballena. El Nacional también le dio el premio del Concurso Anual de Cuentos de 1956 por El Lago.
Sus primeras incursiones en la literatura fue como cuentista, con las obras Las Hogueras Más Altas (1959), Asfalto-Infierno (1963) y Hombre Que Daba Sed (1967), donde describía ambientes urbanos y campesinos sombríos y dramáticos. Su punto más alto fue en 1968 cuando obtuvo el Premio Biblioteca Breve de Barcelona, España, por su novela País Portátil, una novela desarrollada entre el ambiente campesino de Trujillo y el urbanismo de Caracas.
Siempre de letra fácil, y nunca escondió sus creencias de izquierda. En entrevista publicada en la edición aniversario de El Nacional, donde también tenía una columna todos los jueves, González León dijo que vivía su venezolanidad con mucha angustia. Nunca escondió sus creencias de izquierda dijo:
“Para mí es inconcebible que muchos compañeros con quienes construimos una idea de la izquierda venezolana hoy estén tan confusos y no hayan aprendido la lección brutal del fascismo, el nazismo, el gran engaño del estalinismo y, sobre todo, la construcción artificial de esas repúblicas socialistas, que no fueron sino países espantosamente sometidos y vejados.”

También era dueño de un particular sentido del humor. En la última entrevista que se publicó en este diario, el 3 de octubre de 2007, afirmó:
“Aunque nunca podré ganarme un apelativo tan noble como el de ‘El manco de Lepanto’, creo que sí llegaré a ser llamado `El cojo del Alto Escuque’”.
HUESO DE MIS HUESOS. (FRAGMENTO).
" Sólo hay un presente que puede proseguirse: el día inexistente, el que no malgastamos día a día, esa hora lujosamente imaginada contra la cual no pueden gigantes ni quimeras ni endriagos ni huracanes. Por ello, corren arroyos sin decirlo, apenas tendidos entre el verde y las nubes que han copiado. Jamás enturbiaré los manantiales para decir que moriré de sed por ti. No es esa buena pista. Porque tú no intervienes. Quiero jugar a prueba tu crueldad. Basta que consideres en qué estado me has puesto por no saber que existo. Este amor lamentoso vive porque no ha nacido en ti, porque no sabes que desfallezco y caigo y prefiero canciones y tormentos por tu desdén que es un desdén que amo. "
País portátil (fragmento).
“Perderse después en las sombras del fondo, donde la pared estaba abombada y se decía que había escondido un tesoro, perderse así con su sombra que era tan delgada porque era sombra de huesos, con sus viejas pantuflas de pana que no sonaban y parecía que anduviera por el aire. Perderse así era meterse con los muertos o qué sé yo y se podía pensar que andaba buscando su tesoro. "
De entrevistas.
"El idioma es por sí solo un contenido. Es una anécdota y una verdad" "Es difícil hacer sonoros los olores y visibles las esencias" "Los latinoamericanos vivimos en un gran país que va de los Pirineos a la Tierra del Fuego"
Nunca en mi vida pensé que yo tenía que hacer una escritura exclusivamente realista y exclusivamente social. Lo importante para mí eran las imágenes, la emoción: la escritura que de pronto venía como una nube no como una sugerencia o como un sueño o como el ruido de la máquina de mi tía, la máquina de coser en el cuarto de la costura donde comenzaban a saltar los duendes y las princesas. Creo que eso es lo que le he hecho y que lo he repetido después de mis años de colegial, de liceísta, con las muchachas que eran bellas e imperturbables y que nunca en la vida me dijeron que sí. Yo me sentía muy triste en las noches de cine pensando en ellas y sin saber que me atraparían, yo no sé qué se hicieron. Y que afortunadamente no me quisieron para yo poderme sentir triste (Risas), y hacer lo que hice. Después, ya era otra cosa, otra organización y yo creo que ahorita es otra organización. ADRIANO GONZÁLEZ LEÓN,UN PORVENIR DE ESPEJOS.

sábado, enero 12, 2008

Dudas: Conque.

Conque.
1. Conjunción ilativa que se utiliza para enunciar una consecuencia natural de lo que acaba de decirse:
«Este árabe es peligrosísimo, conque mucho cuidado» (Lezama Oppiano [Cuba 1977]).
Puede emplearse también encabezando una frase exclamativa o interrogativa, para expresar sorpresa o censura ante el interlocutor:
«Conque eres bordadora y remendadora, pues mira, estoy por decirte que vengas un día a casa, tenemos trabajo para ti» (Vázquez Narboni [Esp. 1976])
«Ah, ¿conque llamáis Cigüeña a Gerardo, eh?» (Delibes Madera [Esp. 1987]).
2. En la lengua coloquial, se usa también como sustantivo masculino con los sentidos de ‘condición con que se hace o se promete una cosa’ y ‘quid de la cuestión’:
«Testó él [...] a favor de su esposa, con el conque de que si ella moría su herencia pasaba a los paisanos» (Asturias Papa [Guat. 1954]).
«Ya me las apañaría pa exigir ganao de recibo, que aquí está el conque, Marquitos, en el ganao» (DzCañabate Paseíllo [Esp. 1970]). El plural es conques.
3. Se escribe siempre en una sola palabra, por lo que no debe confundirse con las secuencias siguientes:
a) La preposición con seguida del relativo que:
«Lo bien que les caen a los dos los flamantes trajes grises con que [= con los que, con los cuales] van a presentarse en el teatro» (Cortázar Reunión [Arg. 1983]).
b) La preposición con seguida de la conjunción que que encabeza las oraciones sustantivas subordinadas:
«Con que nos pongamos de acuerdo en una sola cuestión es suficiente, compañeros» (Santander Corrido [Méx. 1982]). En estos casos la secuencia es sustituible por la preposición con seguida del verbo en infinitivo: Con ponernos de acuerdo en...
c) La preposición con seguida del pronombre interrogativo o exclamativo tónico qué:
«¿Con qué entusiasmo o ganas podría yo hacerlo sabiendo que la Ibarguren está allí?» (Posse Pasión [Arg. 1995])
«¡Mira con qué sale ahora!» (Olmos Marina [Esp. 1995]).

viernes, enero 11, 2008

Dudas: Concejo - consejo.

Concejo. ‘Ayuntamiento o corporación municipal’: «El concejo de Lima proyecta ejecutar diversas obras» (Expreso [Perú] 28.7.97). Y ‘término municipal’:
«El artista pintó en aquellos lugares del concejo vecino a Gijón algunas de sus mejores obras» (Abc [Esp.] 9.8.96).
Procede del latín concilium (‘reunión o asamblea’), y no debe confundirse con consejo (‘órgano para asesorar o tomar decisiones’).
Consejo.
‘Recomendación que se hace a alguien para su bien’:
«Solo un consejo: no aceptes ese dinero» (Diosdado Trescientos [Esp. 1991])
Y ‘órgano formado por un grupo de personas para asesorar o tomar decisiones sobre una materia o administrar una entidad’:
«Se entrevistaría con los integrantes del consejo directivo» (Clarín [Arg.] 3.7.87).
Procede del latín consilium (‘órgano consultivo y deliberativo’), y no debe confundirse con concejo (‘ayuntamiento o corporación municipal’).
Los miembros de un consejo son consejeros; los de un concejo, concejales.
Consulta aquí:

jueves, enero 10, 2008

Dudas: Apóstrofe - apóstrofo.

Apóstrofe. ‘Invocación vehemente a una segunda persona’: ¡Aléjate del yo, Simón, y créeme! ¡El yo quema! (Juan Anido dejó de hablar después de este apóstrofe) (MFoix Quincena [Esp. 1988]). E ‘insulto o dicterio’:
Ante el alud de apóstrofes y de ultrajes, retrocedió, temeroso, el público. (Mujica Escarabajo [Arg. 1982]).
Aunque en el español clásico se usaba a menudo con el género femenino etimológico, hoy se emplea exclusivamente en masculino.
No debe confundirse con apóstrofo (‘signo ortográfico’).
Apóstrofo.

Signo ortográfico auxiliar en forma de coma alta (’), que apenas se usa en el español actual.
1. Como usos propios de la lengua española, se distinguen principalmente dos:
a) Para indicar, en ediciones actuales no modernizadas de textos antiguos, sobre todo poéticos, la elisión de la vocal final de determinadas palabras (preposiciones, artículos, conjunciones) cuando la que sigue empieza por vocal:
d’aquel (por de aquel), l’aspereza (por la aspereza), qu’es (por que es).
b) Para reflejar, en la escritura, la supresión de sonidos que se produce en ciertos niveles de la lengua oral. Aparece con frecuencia en textos literarios cuando el autor desea reproducir el habla de personajes de escasa cultura:
«Sacúdete el vestidito, m’ija, pa’que se nos salga el mal agüero» (Hayen Calle [Méx. 1993]).
2. Se conserva en la reproducción de nombres o expresiones pertenecientes a lenguas en las que se mantiene el uso moderno del apóstrofo, como el catalán, el inglés, el francés o el italiano:
L’Hospitalet de Llobregat, O’Connor, c’est la vie, D’Annunzio.
3. Hay que evitar los siguientes usos del apóstrofo, ajenos al español, y que se deben al influjo del inglés:
a) Cuando aparece en sustitución de las dos primeras cifras de un año:
’82 por 1982. Si se desea hacer la abreviación, lo que es frecuente en la expresión de acontecimientos relevantes celebrados en ciertos años, no debe utilizarse el apóstrofo:
Barcelona ’92 (Juegos Olímpicos). Basta con las dos últimas cifras del año, que pueden unirse o no con guion a la palabra precedente: Barcelona 92 o Barcelona-92.
b) Cuando se usa, seguido de una s, para indicar el plural de una sigla: ONG’s. El plural de las siglas es invariable en español: las ONG.
4. No debe utilizarse el apóstrofo para separar las horas de los minutos: las 20’30 h. En este caso, se recomienda el empleo del punto, aunque también se admiten los dos.
5. Tampoco debe usarse para separar, en los números, la parte entera de la parte decimal:
3’1416. En este caso ha de emplearse preferentemente la coma, aunque también se admite el uso del punto.
6. No debe confundirse con apóstrofe (‘invocación vehemente’ e ‘insulto’).
CONSULTA AQUÍ:

miércoles, enero 09, 2008

Dudas: Abducir - aducir.

Abducir.
1. Dicho de un extraterrestre, ‘secuestrar [a alguien]’:
«Ha sido abducido por una nave extraterrestre» (Mundo [Esp.] 9.3.97).
Y ‘alejar [un miembro u otro órgano] del plano imaginario que divide el cuerpo en dos partes simétricas’:
«No es capaz de rotar y abducir la cadera con facilidad» (Barrera/Kerdel Adolescente [Ven. 1976]).
Es verbo irregular y se conjuga como conducir.
No debe confundirse con aducir. (‘alegar’).
2. El sustantivo correspondiente es abducción (‘movimiento de alejamiento de un miembro u otro órgano del plano que divide el cuerpo en dos partes simétricas’ y ‘secuestro llevado a cabo por extraterrestres’):
«La artrosis de cadera en la mujer disminuye la amplitud de la abducción de los muslos» (Cibeira Bioética [Arg. 1997]).
«Se trata de un caso de abducción extraterrestre» (LpzNavarro Clásicos [Chile 1996]).
Es incorrecta la grafía abdución.
No debe confundirse con aducción. (‘movimiento de acercamiento al plano de simetría del cuerpo’).
3. El adjetivo correspondiente, usado frecuentemente como sustantivo, es abductor (‘que abduce’ y ‘[músculo] que realiza los movimientos de abducción’):
«El rumano sufre rotura del abductor de la pierna derecha» (Vanguardia [Esp.] 31.8.94).
No debe confundirse con aductor.
Aducir.

1. Hoy solo se usa con el sentido de ‘alegar [pruebas o razones]’:
«No es lícito aducir su testimonio para probar una tesis» (FdzSuárez Pesimismo [Esp. 1983]).
Es verbo irregular y se conjuga como conducir.
No debe confundirse con abducir. (‘alejar del plano de simetría del cuerpo’ y, dicho de un extraterrestre, ‘secuestrar’).
2. El sustantivo correspondiente es aducción, que significa ‘acción de aducir pruebas o razones’:
«La aducción de razones con que despreciar una cosa que realmente no debía desecharse» (HTerrón Equitación [Esp. 1889]).
Movimiento de acercamiento de un miembro u otro órgano al plano que divide el cuerpo en dos partes simétricas’: «En decúbito ventral se produce flexión y aducción de los brazos» (Cibeira/Zancolli/Zancolli Parálisis [Arg. 1991]).
Y ‘transporte o conducción, especialmente de agua’:
«El túnel de aducción llevará las aguas del río Chancay [...] hacia la casa de máquinas de la central» (Expreso [Perú] 22.4.90).
Es incorrecta la grafía adución.
No debe confundirse con abducción (‘secuestro extraterrestre’ y ‘movimiento de alejamiento del plano de simetría del cuerpo’).
3. El adjetivo correspondiente, usado frecuentemente como sustantivo, es aductor (‘que aduce’ y ‘[músculo] que realiza los movimientos de aducción’):
«Sentí un tirón en el aductor derecho después de una jugada en la que quedé abierto de piernas» (País [Ur.] 4.3.01).
No debe confundirse con abductor (‘que abduce’).
4. Deben evitarse las grafías que mantienen la -dd- etimológica: adducción, adductor.
En síntesis ambos verbos son irregulares y se conjugan como conducir. Cuando hablamos de abducir nos referimos a secuestro dicho de un extraterrestre y como movimiento es de alejamiento mientras que aducir significa alegar y el movimiento es de acercamiento.

martes, enero 08, 2008

Dudas: Cocer - coser. / Espiar - expiar.

Cocer (se). ‘Guisar [algo] con agua hirviendo’: Espera mientras se cuece la pasta. ‘Hervir’: Se cuecen en salsas las verduras. Y ‘prepararse o tramarse algo’: En las juntas de vecinos se cuecen las estrategias a seguir. Verbo irregular: se conjuga como mover: Cuezo, cueces, cuece, etc.
En zonas de seseo, debe evitarse su confusión con el verbo regular coser.
Coser: (‘unir con hilo’).
Verbo regular: coso, coses, cose, etc.
La costurera cose los trajes del carnaval.
Espiar.
‘Observar secretamente [algo o a alguien]’:
«Cogí el periódico y le hice un agujerito para espiar a Estefanía» (Paso Palinuro [Méx. 1977]).
Se acentúa como enviar:
Espío, espía, espías, etc.
No debe confundirse con expiar.
Expiar.

‘Pagar la pena impuesta [por una culpa o delito]’:
«¡Que expíe ahora sus pecados!» (Ortega Invitados [Esp. 1996]).
Se acentúa como enviar:
Expío, expías, expía, etc.

lunes, enero 07, 2008

Dudas: Los miles de personas y tilde en las mayúsculas.

Los miles de personas.
Como sustantivo, la palabra mil es de género masculino y se usa, en singular, para designar el propio número: Después del novecientos noventa y nueve viene el mil (1.000).
En plural significa ‘millares’ y va normalmente seguido de un complemento especificativo introducido por la preposición de:
Había miles de personas en la puerta del estadio.
Puesto que se trata de un sustantivo masculino, los determinantes que lo acompañen deben ir también en masculino:
Los miles de personas.
Unos miles de personas.
Esos miles de personas.
Y no:
( las miles de personas, unas miles de personas, esas miles de personas).
Tilde en las mayúsculas.
Las letras mayúsculas deben escribirse con tilde si les corresponde llevarla según las reglas de acentuación gráfica del español, tanto si se trata de palabras escritas en su totalidad con mayúsculas como si se trata únicamente de la mayúscula inicial:
Su hijo se llama Ángel.
ADMINISTRACIÓN ATENCIÓN, POR FAVOR.
La Real Academia Española nunca ha establecido una norma en sentido contrario. La acentuación gráfica de las letras mayúsculas no es opcional, sino obligatoria, y afecta a cualquier tipo de texto.
Las únicas mayúsculas que no se acentúan son las que forman parte de las siglas; así, CIA (sigla del inglés Central Intelligence Agency) no lleva tilde, aunque el hiato entre la vocal cerrada tónica y la vocal abierta átona exigiría, según las reglas de acentuación, tildar la i.

sábado, enero 05, 2008

Dudas: Amnistía e indulto.

Amnistía.
‘Derogación retroactiva de la consideración de un acto como delito, que conlleva la anulación de la correspondiente pena’:
«Un cambio de gobierno en España trajo consigo la amnistía para los prisioneros políticos» (Vega Crónicas [P. Rico 1991]).
No debe confundirse con indulto.
Indulto.
Es también conocido como el perdón de la pena. ‘Gracia por la cual se anula la pena impuesta por un delito, o se conmuta por otra menor’:
«Franco ha enviado el indulto deliberadamente tarde» (Umbral Leyenda [Esp. 1991]).
En la amnistía se anula el delito mismo y, consiguientemente, la pena, mientras que en el indulto se anula solo la pena, pero el delito permanece, es decir, continúa siendo culpable de lo imputado.
Por la misma razón, no deben confundirse los verbos amnistiar (‘conceder una amnistía’) e indultar (‘conceder un indulto’).
Diferencias precisas entre indulto y amnistía.
1.- El indulto supone el perdón de la pena, mientras que la amnistía supone el perdón del delito. Por eso sólo se puede indultar respecto de la parte de la pena que no haya sido ya cumplida, mientras que la amnistía puede implicar rehabilitar al amnistiado en derechos ya perdidos al cumplir la pena impuesta.
2.- El indulto afecta a una persona concreta, la amnistía afecta a una pluralidad.
3.- El indulto no extingue la responsabilidad civil derivada del delito, la amnistía si lo hace.
4.- En general, para otorgar el indulto es necesario un acto administrativo para la amnistía es necesaria una ley.
5.- La amnistía extingue los antecedentes penales, mientras el indulto no lo hace necesariamente.
6.- Para otorgar un indulto es necesaria sentencia firme, para la amnistía no es necesario.

jueves, enero 03, 2008

Dudas: Veintiuna personas, veintiuno por ciento.

El numeral uno, una se apocopa en la forma un únicamente cuando antecede a sustantivos masculinos:
Un libro, un coche.
O a sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica (una vocal es tónica cuando en ella recae el acento prosódico o de intensidad):
Un águila, un alma, un hacha.
Pero no se apocopa nunca cuando antecede a sustantivos femeninos que no comienzan por /a/ tónica:
Una amapola, una mujer, una novela.
Consecuentemente, todos los numerales compuestos que contienen el numeral simple uno, una se comportan de la misma manera y solo se apocopan ante sustantivos masculinos y ante sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica. Por lo tanto, igual que decimos una mujer, una amapola, debemos decir veintiuna mujeres, treinta y una amapolas (y no veintiún mujeres, treinta y un amapolas).
Asimismo, debe decirse uno por ciento, veintiuno por ciento, treinta y uno por ciento (y no un por ciento, veintiún por ciento, treinta y un por ciento), ya que el numeral uno, una solo se apocopa ante determinado tipo de sustantivos, y por es una preposición.

miércoles, enero 02, 2008

DUDAS: SUSCEPTIBLE.

Susceptible.
1. Cuando este adjetivo significa, dicho de una persona o de una cosa, ‘que puede recibir o experimentar una determinada acción’, se construye con un complemento introducido por de, que expresa dicha acción.
El término de esta preposición puede ser un infinitivo pasivo, o de sentido pasivo, o un nombre de acción o efecto sin determinante:
«Eso le hacía acaso susceptible de ser más amado que antes, pero también vulnerable»
«Los perros son también susceptibles de padecer el mal de las vacas locas»
«Todo problema matemático es susceptible de solución».
No es correcto su empleo con infinitivos carentes de sentido pasivo, puesto que susceptible expresa la capacidad de recibir una acción, no de llevarla a cabo:
«Soldados sin carácter, susceptibles de colaborar en asesinatos y encubrimientos» (Proceso [Méx.] 26.1.97); «Sistemas antimisiles susceptibles de proteger todo el territorio» (País [Esp.] 1.6.86); en estos casos debió emplearse el adjetivo capaz.
Para introducir el complemento de susceptible, no debe usarse la preposición a:
«Las células cancerosas son menos susceptibles a ser reconocidas de forma eficiente por los vigilantes linfocitarios» (Mundo [Esp.] 20.2.97).
En muchas ocasiones, el uso erróneo de la preposición a se debe al empleo indebido de susceptible en lugar de adjetivos como: propenso, proclive, sensible o vulnerable, que sí rigen esta preposición; así, en:
«El individuo se hace susceptible a las enfermedades» debió decirse propenso, sensible o vulnerable.
«Las personas depresivas suelen [...] ser más susceptibles a sentimientos de baja autoestima» debió decirse proclives.
«En esta edad el cerebro [...] es muy susceptible a los traumas emocionales», debió decirse sensible.
«Terrenos muy susceptibles a la erosión>> debió decirse sensibles o vulnerables.
2. Cuando significa, referido a persona, ‘que se ofende con facilidad’, no lleva complemento:
«Había gente muy susceptible, incapaz de tolerar ironías».