lunes, mayo 28, 2007

La decadencia de la mentira I

Fragmento de: La decadencia de la mentira de Oscar Wilde.
"El arte comienza con una decoración abstracta, por un trabajo puramente imaginativo y agradable aplicado tan sólo a lo irreal, a lo no existente. Esta es la primera etapa. La vida, después, fascinada por esa nueva maravilla, solicita su entrada en el círculo encantado. El arte toma a la vida entre sus materiales toscos, la crea de nuevo y la vuelve a modelar en nuevas formas, y con una absoluta indiferencia por los hechos, inventa, imagina, sueña y conserva entre ella y la realidad la infranqueable barrera del bello estilo, del método decorativo o ideal.
La tercera etapa se inicia cuando la vida predomina y arroja al arte al desierto.
Esta es la verdadera decadencia que sufrimos actualmente. Tomemos el caso del dogma inglés. Al principio, en manos de los frailes, el arte dramático fue abstracto, decorativo, mitológico.
Después tomó la vida a su servicio, y utilizando algunas de sus formas exteriores creó una raza de seres absolutamente nuevos, cuyos dolores fueron más terribles que ningún dolor humano y cuyas alegrías fueron más ardientes que las de un amante.
Seres que poseían la rabia de los titanes y la serenidad de los dioses, monstruosos y maravillosos pecadas, virtudes monstruosas y maravillosas. Les dio un lenguaje diferente al lenguaje ordinario, sonoro, musical, dulcemente rimado, magnífico por su solemne cadencia, afinado por una rima caprichosa, ornado con pedrerías de espléndidas palabras y enriquecido por una noble dicción.
Vistió a sus hijos con ropajes magníficos, les dio máscaras, y el mundo antiguo, a su mandato, salió de su tumba de mármol. Un nuevo César avanzó altivamente por las calles de Roma resucitada, y con velas de púrpura y remos movidos al son de las flautas, otra Cleopatra remontó el río, hacia Antioquía. Los viejos mitos y la leyenda y el ensueño tomaron nuevamente forma.
La historia fue escrita otra y otra vez por entero y no hubo dramaturgo que no reconociese que el fin del arte es, ni la simple verdad, sino la belleza compleja.
Y esto era completamente cierto. El arte representa una forma de exageración, y la selección, es decir, su propia alma, no es más que una especie de énfasis. Pero muy pronto la vida destruyó la perfección de la forma. Incluso en Shakespeare podemos ver el comienzo del fin. Se observa en la dislocación de verso libre en sus últimas obras, en el predominio de la prosa y en la excesiva importancia concedida a la personificación.
Los numerosos pasajes de Shakespeare en que el lenguaje es barroco, vulgar, exagerado, extravagante, hasta obsceno, se los inspiró la vida, que buscaba un eco a su propia voz, rechazando la intervención del bello estilo, a través del cual puede únicamente expresarse. Shakespeare está lejos de ser un artista perfecto.
Le agrada demasiado inspirarse directamente en la vida, copiando su lenguaje corriente. Se olvida de que el arte lo abandona todo cuando abandona el instrumento de la Fantasía.
Goethe dice en alguna parte: "Trabajando en los límites es como se revela el maestro".

domingo, mayo 27, 2007

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA PALABRA:

Patraña.
Es una mentira o noticia fabulosa, una mera invención. Los pastores tienen fama de mentirosos, tal vez sólo superada por la de los pescadores, como nos demuestra el origen de esta palabra, que en la obra de Juan Manuel El conde Lucanor (1335), aparecía como pastraña, con el significado de ‘noticia fabulosa’:
Por esto diçe la pastraña vieja ardida non ha mala palabra sinon es a mal tenjda veras que bien es dicha si bien fuese entendida entiende bien my dicho.
Dos siglos más tarde, el dramaturgo extremeño Bartolomé de Torres Naharro la utilizó por primera vez bajo la forma actual en su Propaladia.
Según Corominas, la pérdida de la letra s habría sido causada por influencia del vocablo patarata (cosa ridícula o despreciable).
Pastraña se originó a partir del latín pastoranea, que significaba ‘fábula propia de pastores’ Ÿ del latín clásico pastor (pastor), con raíz en el indoeuropeo pa- (proteger, comer) y tenía un sinónimo usado en el siglo xiii, pastrija, que se perdió en el tiempo, pero que aparece en los poemas de Mester de Clerecía de Gonzalo de Berceo.
Pastrija se derivaba del latín pastorilia, con el mismo significado.se originó a partir del latín que significaba ‘fábula propia de pastores’ „Ÿ del latín clásico (pastor), con raíz en el indoeuropeo (proteger, comer) „Ÿ y tenía un sinónimo usado en el siglo XIII, que se perdió en el tiempo, pero que aparece en los poemas de Mester de Clerecía de Gonzalo de Berceo. Se derivaba del latín con el mismo significado.

lunes, mayo 21, 2007

DUDAS FRECUENTES:

¿Actor segundario o actor secundario?.

Actor secundario: es lo correcto.

Secundario, según el DRAE:

1. adj. Segundo en orden y no principal.
2. adj. Se dice de la segunda enseñanza.
3. adj. Electr. En una bobina de inducción u otro aparato semejante, se dice de la corriente inducida y del circuito por donde fluye.
4. adj. Geol. mesozoico.
5. m. Cuba. segundero (‖ manecilla que señala los segundos en el reloj).
Ejemplos: efecto secundario, enseñanza secundaria, luz secundaria, planeta secundario, reacción secundaria, sector secundario.
Secundar:1. tr. Apoyar, cooperar con alguien ayudándole en la realización de sus propósitos.

Adolecer.

1. Verbo irregular: se conjuga como agradecer.

2. En su acepción más habitual, ‘tener algún defecto o sufrir de algún mal’, es intransitivo y lleva un complemento introducido por de, que expresa el defecto o el mal: «El tono que empleaba Pura en todos sus comentarios [...] adolecía de insolencia» (MtnGaite Fragmentos [Esp. 1976]); «Los hijos adolecíamos de taras neuróticas» (Chávez Batallador [Méx. 1986]).

3. Es impropio usar este verbo con el significado de ‘carecer’: «Adolecen de un entrenamiento adecuado» (Tiempo [Col.] 21.1.97). Aunque no son incorrectas oraciones como Adolecía de falta de coherencia, debe advertirse que la expresión resulta más clara y directa si se sustituye por Adolecía de incoherencia o Carecía de coherencia.

Arribista.

‘[Persona] cuyo único interés es triunfar de forma rápida y sin escrúpulos’: «Los políticos arribistas [...] también han de enfrentarse a la opinión pública» (Proceso [Méx.] 14.7.96).

Aunque la palabra francesa de la que proviene se escribe con v (arriviste) —pues deriva del francés arriver ‘llegar’—, en español debe escribirse con la b propia de la familia léxica de arribar, equivalente español de aquel verbo francés. Es, pues, incorrecta la grafía arrivista. Lo mismo cabe decir del sustantivo correspondiente arribismo (no arrivismo).

Cubalibre.

‘Mezcla de una bebida alcohólica, normalmente ron, con refresco de cola’. Es voz masculina en la mayor parte del ámbito hispánico, aunque en algunos países como México, Venezuela y Chile se usa en femenino: «El Viejo le ofrece una copa y él pide un cubalibre» (Pozo Noche [Esp. 1995]); «Pasaron una bandeja con bebidas, y ella volvió a tomar otra cuba libre» (Pitol Vida [Méx. 1991]). Debe preferirse la escritura en una sola palabra, cuyo plural es cubalibres, a la grafía separada (pl. cubas libres) o con guion intermedio.

Dramático -ca.

En español significa ‘del drama (género literario)’ y ‘que tiene caracteres de drama’. No debe usarse con el sentido de ‘drástico o espectacular’, como se hace a veces por influjo del inglés dramatic: «Se propone un “dramático aumento” de la facturación» (Mundo [Esp.] 28.7.95); debió decirse un espectacular aumento.

Lo mismo cabe decir del adverbio dramáticamente, que no debe usarse con el sentido que corresponde a las voces españolas drásticamente o espectacularmente: «Los vínculos científicos entre los dos países vecinos se redujeron dramáticamente» (Granma [Cuba] 4.97); «Si las elecciones locales pudieran convertirse en referendos sobre el liderazgo de Gingrich, los chances de los demócratas mejorarían dramáticamente» (NHerald [EE. UU.] 28.4.97).

Duplicidad.

‘Doblez o falsedad’ y ‘cualidad de dúplice o doble’:

«Confiesa su temprana indignación ante la cobardía y duplicidad de sus padres» (MtnGaite Nubosidad [Esp. 1992]); «Allí hubo un consenso de ideas y voluntades para evitar duplicidad de esfuerzos» (NDía [P. Rico] 19.11.97).

No debe confundirse con dualidad :

«Era un muchacho vigoroso y a veces se portaba como una damisela. Esa duplicidad me enternecía» (GGalán Bobo [Esp. 1986]). Debió decirse esa dualidad me enternecía.

Asimismo, es incorrecto utilizar la voz duplicidad con el sentido de ‘coincidencia o similitud’: «Pero el nombre de Melchiot no es la única duplicidad entre el Madrid y el Milan [sic]» (País [Esp.] 29.4.97).

Dualidad.

Existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o en un mismo estado de cosas’:

«Esa dualidad entre el hombre apacible y el que se supone agresivo generará numerosas situaciones cómicas» (Vanguardia [Esp.] 16.5.95).

No significa ‘doblez o falsedad’, sentido que corresponde a duplicidad:

«¿Cómo se justifica que, convencido del carácter criminal de la acción de las fuerzas armadas, pronunciase discursos haciendo su panegírico? ¿No hay una dualidad en ese proceder?» (Mignone Iglesia [Arg. 1986]). Debió decirse: ¿No hay una duplicidad en ese proceder?.

http://www.rae.es

domingo, mayo 20, 2007

Periodismo y literatura.

Por:Rosa Montero.
El periodismo abarca muchas especialidades: puedes ser periodista de dirección, de mesa, de televisión... Yo me voy a referir tan sólo a los periodistas de prensa escrita, a aquellos que se dedican a hacer piezas concretas de texto, artículos, reportajes, entrevistas, crónicas. Ese tipo de periodismo es un género literario, un género equiparable a cualquier otro, a la poesía, el drama, la ficción, el ensayo. Puede alcanzar cotas de excelencia literaria tan altas como cualquier otra obra, como lo demuestra, por ejemplo, "A sangre fría", el maravilloso libro de Truman Capote, que no es ni más ni menos que un reportaje.
Es muy raro el escritor que cultiva un solo género; lo habitual es que se sea poeta y ensayista, narrador y dramaturgo... Yo me considero una escritora que escribe ficción, ensayo y periodismo. No sé por qué a la gente le parece sorprender que compagines periodismo y narrativa, cuando es algo que se ha hecho hasta la saciedad.
Si miramos la lista de los mejores escritores de los dos últimos siglos, por lo menos la mitad, si no más, han sido periodistas. Y no me refiero ya a Hemingway y García Márquez, que son los nombres que siempre se citan, sino a George Eliot, Mark Twain, Oscar Wilde, Graham Greene, Balzac, Rudyard Kipling y cien mil más. Es algo muy común.
Dentro de los tres géneros que cultivo, el periodismo es para mí el oficio, el empleo, algo exterior. Me gusta mucho, pero puedo concebir mi vida perfectamente sin trabajar como periodista. La narrativa, en cambio, es algo estructural en mi existencia. Es mi manera de vivir, y me da terror sólo pensar en que un día se pudiera acabar la pasión por escribir ficción. Hay que tener muy claro, sin embargo, que cada género tiene sus normas, sus reglas; y hay que atenerse a ellas para hacerlo bien. No puedes escribir una obra de teatro como si hicieras un ensayo, porque sería un plomo y aburridísima; no puedes escribir un ensayo como si fuera poesía, porque probablemente le faltaría rigor. Del mismo modo, no puedes escribir una novela como si fuera periodismo, o harás una mala novela, y no puedes escribir periodismo como si fuera ficción, porque harás mal periodismo.
El periodismo y la narrativa son géneros muy distintos, incluso muchas veces antitéticos. Por ejemplo, en periodismo la claridad es un valor; cuanto más clara, más precisa y menos alejada del equívoco sea una pieza periodística, mejor será. Y en novela, en cambio, lo que es un valor es la ambigüedad. Digamos que en periodismo hablas de lo que sabes, y en novela de lo que no sabes que sabes. Conociendo bien los límites de uno y otro género, puedes pasar de uno a otro sin problemas, como aquellas personas que conocen dos idiomas y pasan de uno a otro sin más conflictos.

lunes, mayo 14, 2007

Los 10 mandamientos de un escritor.

Por Stephen Vizinczey.
1. NO BEBERÁS, NI FUMARÁS, NI TE DROGARÁS.
Para ser escritor necesitas todo el cerebro que tienes.
2. NO TENDRÁS COSTUMBRES CARAS.
Un escritor nace del talento y del tiempo.... Tiempo para observar, estudiar y pensar y no puede permitirse el lujo de desperdiciar una sola hora ganando dinero para cosas que no son esenciales. A menos que tenga la suerte de haber nacido rico, es mejor que se prepare para vivir sin demasiados bienes terrenales. (...) Es preciso decidir qué es más importante para uno: vivir bien o escribir bien. No hay que atormentarse con ambiciones contradictorias.
3. SOÑARÁS Y ESCRIBIRÁS; SOÑARÁS Y VOLVERÁS A ESCRIBIR.
No dejes a nadie decirte que estás perdiendo el tiempo cuando tienes la mirada perdida en el vacío. No existe otra forma de concebir un mundo imaginario. (...).
4. NO SERÁS VANIDOSO.
Si crees ser sabio, racional, bueno, una bendición para el sexo opuesto, una víctima de las circunstancias... es porque no te conoces a ti mismo lo suficiente para escribir.
5. NO SERÁS MODESTO.
La modestia es una chapuza para la chapucería, la pereza, la complacencia; las ambiciones pequeñas suscitan esfuerzos pequeños. Nunca he conocido a un buen escritor que no intentara ser grande.
6. PENSARÁS SIN CESAR EN LOS QUE SON VERDADERAMENTE GRANDES.
"Las obras del genio están regadas con sus lágrimas", escribió Balzac en Ilusiones Perdidas. Rechazo, mofa, pobreza, fracaso, una lucha constante contra las propias limitaciones... tales son los principales sucesos de las vidas de la mayoría de los grandes artistas, y si aspiras a conseguir su destino debes fortalecerte aprendiendo de ellos.
7. NO DEJARÁS PASAR UN DÍA SIN RELEER ALGO GRANDE.
No se debe cometer el error de leerlo todo para estar "bien informado". Estar "bien informado" sirve para brillar en las fiestas, pero resulta absolutamente inútil para un escritor. Leer sobre un libro para poder charlar de él no es lo mismo que comprenderlo. Es mucho más útil leer una y otra vez unas cuantas novelas hasta comprender porqué son buenas y cómo las han construido los escritores. Hay que leer una novela unas cinco veces para comprender su estructura, qué la hace dramática y qué le presta ritmo e impulso...
8. NO ADORARÁS LONDRES-NUEVA YORK-PARÍS.
Si posees una buena colección de obras de grandes escritores y no dejas de releerlos, tienes acceso a más secretos de la literatura que todos los farsantes de la cultura que marcan el tono en las grandes ciudades. No hay que perder el tiempo preocupándose por lo que está de moda, el tema idóneo, el estilo idóneo o qué clase de cosas ganan los premios. Cualquier persona que ha tenido éxito en la literatura lo ha conseguido en sus propios términos.
9. ESCRIBIRÁS PARA TU PROPIO PLACER.
Hace un par de años leí en los periódicos americanos las críticas más duras a una obra de Shakespeare ("Medida por medida")... críticas a la obra en sí, no a la representación. Si Shakespeare no puede complacer a todo el mundo, ¿porqué intentarlo siquiera nosotros? Esto significa que no vale la pena que te esfuerces por interesarte por algo que te resulta aburrido. (....) Ahora escribo sólo sobre aquello que me interesa. No busco temas: cualquier cosa en la que no puedo parar de pensar es mi tema. (...) Si te ves a ti mismo, a tu "yo" verdadero, tienes la posibilidad de escribir un libro que agrade a millones. Porque, quien quiera que seas, hay en el mundo millones de personas más o menos parecidas a ti. Nadie quiere leer a un novelista que no piensa realmente lo que escribe.
10. SERÁS DIFÍCIL DE COMPLACER.
La mayoría de los libros nuevos que leo se me antojan a medio terminar. Parece que el escritor se contentó con hacer su trabajo más o menos bien y luego pasó a algo nuevo. Para mí, escribir empieza a ser emocionante de verdad cuando vuelvo a un capítulo un par de meses después de haberlo escrito. En esa fase lo miro más como lector que como autor y, por muchas veces que hubiera reescrito el capítulo, todavía encuentro frases vagas, adjetivos inexactos o superfluos.

sábado, mayo 12, 2007

Búsqueda de la poesía.

Por: Carlos Drummond de Andrade.
No hagas versos sobre acontecimientos. No hay creación ni muerte ante la poesía. frente a ella, la vida es un sol estático, no da calor ni ilumina. Las afinidades, los aniversarios, los incidentes personales, no cuentan.
No hagas poesía con el cuerpo, ese excelente, completo y confortable cuerpo, tan indefenso a la efusión lírica. Tu gota de bilis, tu careta de gozo o de dolor en la oscuridad son indiferentes.
No me reveles tus sentimientos, que se aprovechan del equívoco e intentan un largo viaje. Lo que piensas, lo que sientes, esto no es aún poesía. no cantes a tu ciudad, déjala en paz. El canto no es el movimiento de las máquinas ni el secreto de las casas.
No es la música escuchada de paso, el rumor del mar en las calles junto a la línea de espuma. El canto no es la naturaleza ni los hombres en sociedad. Para él, lluvia y noche, fatiga y esperanza nada significan. La poesía (no extraigas poesía de las cosas) suprime sujeto, objeto.
No dramatices, no invoques, no indagues. No pierdas tiempo en mentir. No te aborrezcas. Tu yate de marfil, tu zapato de diamante, vuestras mazurcas y supersticiones, vuestros esqueletos de familia, desaparecen en la curva del tiempo: son algo inservible. No recompongas tu sepultada y melancólica infancia.
No osciles entre el espejo y la memoria en disipación. Si se disipó, no era poesía. si se partió, cristal no era. Penetra silenciosamente en el reino de las palabras. Allí están los poemas que esperan ser escritos. Están paralizados, pero no hay desesperación: hay calma y frescura en la superficie intacta.
Allí están solos y mudos, en estado de diccionario. Convive con tus poemas, antes de escribirlos. Si son oscuros, ten paciencia. Calma, si te provocan. Espera que cada uno se realice y consume con su poder de palabra y su poder de silencio. No fuerces al poema a desprenderse del limbo. No recojas del suelo el poema que se perdió.
No adules al poema, acéptalo como él aceptará su forma definitiva y concentrada en el espacio. Acércate más y contempla las palabras. Cada una tiene mil caras secretas bajo una cara neutra y te pregunta, sin interés por la respuesta pobre o terrible que le dieres: ¿Trajiste la llave? Repara: hermanas de melodía y concepto, las palabras se refugian en la noche. Todavía tímidas e impregnadas de sueño, ruedan por un río difícil y se transforman en desprecio.

lunes, mayo 07, 2007

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA PALABRA:

Antisemitismo.
Según la definición del Diccionario de la Academia, antisemita es todo "enemigo de la raza hebrea, de su cultura o de su influencia". Esta definición es anacrónica por dos razones: 1) porque la ciencia no admite hoy que las diferencias étnicas entre los seres humanos alcancen el rango de ‘raza’; todos los hombres y mujeres pertenecen a una única raza, la humana y 2) porque la religión, cultura y tradición hebreas son compartidas por varios grupos étnicos. La definición contiene aun un tercer error: los ‘semitas’ que según la Biblia serían los descendientes de Sem, hijo de Noé, no son sólo los hebreos sino también los pueblos árabes.
La palabra alemana Antisemitismus fue usada por primera vez, ya con su sentido actual, por el periodista y agitador alemán Wilhelm Marr, que la usó como un eufemismo en lugar de la expresión ‘odio a los judíos’. En 1912 la Liga Pangermánica adoptó el antisemitismo como uno de sus principios, una decisión que constituyó el primer paso hacia la tragedia que se desencadenaría sobre Europa a partir de la década de 1930.