sábado, diciembre 30, 2006

LENGUAJE - LENGUA- HABLA.

LA LENGUA.
Es una de las formas específicas del lenguaje. Su naturaleza es esencialmente oral; sin embargo, al ser perpetuada por la escritura se convierte en idioma, medio de comunicación para los ilustrados y de marginación para los analfabetos.
La lengua permite la comunicación entre los miembros de una comunidad idiomática la cual permite coincidir o no con los limites políticos y geográficos de un Estado.
EL HABLA.
Es el uso individual que cada persona hace de su lengua. En su caracterización intervienen la edad, el sexo, el estado de ánimo, la ocupación y tantos otros factores porque por ejemplo hay diferencias y de hecho se puede distinguir el habla de un hombre, de una mujer, de un adulto, de un sano, de un enfermo, etc.
Lengua y Habla: Código y Mensaje.
Desde Saussure, el fundador de la lingüística moderna se llama lengua al código y habla al mensaje. El código es el saber lingüístico, acumulado en la mente del hablante. Y el mensaje es la realización concreta y real del código limitada a un momento y circunstancia específicos, donde se vuelca parte de su saber o código.
Cada uno de estos aspectos son de índole distinta y están también en un plano diferente pero ambos se necesitan para existir: no puede haber habla (mensaje) sin el sistema subyacente de la lengua y ésta solamente se puede manifestar a través del acto concreto del habla.
Características.
Como señala Yuen Ren Chao, el lenguaje se caracteriza por :
1. Es un comportamiento voluntario a diferencia de los actos reflejos o instintivos como bostezar, estornudar, reír, llorar, toser, etc.
2. Es un conjunto de hábitos adquiridos que se forman a temprana edad, de allí que los niños aprenden su propia lengua y una adquirida más fácil que los adultos.
3. Es arbitrario porque no guarda ninguna relación de correspondencia con la realidad que designa.
4. El lenguaje es una convención, es decir, aunque exista arbitrariedad, las personas convienen en utilizarlo de determinada manera y bajo tal o cual sentido.
5. Es una tradición, una institución social formada a través de la vida en común de gran número de personas.
6. La lengua es conservadora y se resiste a los cambios pero aún así cambia más rápidamente que las plantas y los animales.
7. Es oral y está formada por sonidos distintivos llamados fonemas.
8. Es lineal, pues sus unidades se desarrollan en orden sucesivo formando una cadena hablada.
9. Se compone de un inventario más o menos pequeño y limitado de fonemas (son 24 fonemas) que combinados se pueden obtener infinita cantidad de mensajes.
10. La lengua es sistemática y asimétrica, regular e irregular. Sus pocos elementos constituyentes aparecen en estructuras regulares y sistemáticas.
11. La lengua se aprende; no es innata, no se hereda, se adquiere como consecuencia de la vida en relación social.
12. La doble articulación es el carácter fundamental porque: La primera articulación está formada por unidades que poseen significante o imagen acústica y significado que es la idea, concepto o contenido.
La segunda articulación esta constituida por unidades lingüísticas que sólo poseen significantes y carecen de significado ejemplo: ar - bol por sí mismo no significan nada.
Funciones del lenguaje.
1- Representativa.
El lenguaje representa la realidad o mundo exterior en todos sus aspectos. Se llama también significativa porque permite trasmitir, contar o decir algo de las cosas, de las cuales es un símbolo.
2- Expresiva.
Se llama también sintomática porque el lenguaje es síntoma, indicio o revelación de la vida intima del hablante. Esta función no supone necesariamente el diálogo, aunque normalmente va inserta en él. Aparece mejor en expresiones un poco alejadas del control de la voluntad. Se manifiesta mejor en la poesía lírica.
3- Apelativa.
El lenguaje es señal, respecto al oyente y es llamativa, señalativa o apelativa porque dirige la conducta del receptor. Requiere de la presencia de un hablante o emisor y de un oyente o receptor al que se dirige el primero con el propósito de convencerlo y persuadirlo a hacer algo.
Ninguna función se presenta de manera exclusiva y aislada sino en forma integral. A veces predomina una sobre la otra.
Ejemplo: · En un acta de sesiones, en operaciones matemáticas, predomina la función significativa. · En un poema lírico predomina la función expresiva. · En una interjección predomina la apelativa. Además existen :
4- Función poética.
Aparece en relación con el mensaje que el emisor envia al receptor . Se da en la poesía.
5- Función Fática.
El lenguaje mantiene y aviva la atención de los sujetos que intervienen en el acto comunicativo.
6- Función Metalingüística.
Se manifiesta cuando se averigua el significado, la escritura y acentuación de una palabra

FENÓMENOS LÉXICOS.

El español es un idioma muy rico que surge a través de la combinación de varias lenguas, denominadas lenguas romances, haciendo que crezca y enriquezca gracias al léxico que los primitivos pueblos utilizaban.
Mas con el desarrollo se van dando diferentes conexiones que modernizan lentamente el castellano, surgiendo así los fenómenos léxicos, los cuales son considerados como el cambio y evolución de un conjunto de palabras de un idioma. Los fenómenos léxicos son: Anglicismos, Arcaísmos, Barbarismos, Cultismos, Eufemismos, Galicismos, Jerga, Neologismos, Tecnicismos y Vulgarismos.
Anglicismos.- Últimamente, la influencia más importante de palabras es la que viene del inglés. La mayoría de antiguos anglicismos entraron a través del francés, por lo que son en realidad galicismos, los modernos han venido en forma más directa y son pocos los que han adoptado su forma española, ejemplo: túnel, yate, mitin, tranvía, líder, turista, apartamento, fútbol, béisbol, tenis, gol.
Arcaísmos.- Consiste en el uso de frases o de voces anticuadas, es el opuesto al neologismo o modernismo. Este uso se lo hace a propósito, es así como se emplea las siguientes: Agora = ahora. Yantar = comer. Fierro = hierro.
Barbarismos.- Esta es una falta del lenguaje que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras o utilizar voces impropias como cuando se usa DINTEL en lugar de UMBRAL que es uno de los barbarismos más corrientes.
Los barbarismos pueden consistir en varias cosas como: · escribir mal una palabra, bivir por vivir. · acentuarla mal, périto por perito. · pronunciarla mal, haiga por haya.
Cultismos.- El uso de palabras cultas o eruditas se denomina cultismo. No todas las palabras heredadas han sufrido un desgaste, hay algunas que se han preservado por presiones conservadoras de personas cultas o por el influjo del latín utilizado principalmente en ceremonias eclesiásticas. Eufemismos.- Es el modo de expresar con suavidad o decoro ciertas ideas. A veces se presenta la necesidad de dar nuevo nombre a una cosa por el deseo de no pronunciar el suyo habitual por ser evocador de realidades sexuales, fisiológicas o tristes que la "buena educación" o la delicadeza no admiten mencionar crudamente. Por eso se utiliza el nombre de algo semejante o parecido a lo designado o una palabra con un sentido más vago, es a estos sustitutos que se llaman eufemismos y las palabras sustituidas se llaman tabúes.
Galicismos.- Durante todos los tiempos, el francés ha sido una fuente abundante de la que se ha nutrido el español. Desde la edad media, el español ha tomado del francés palabras como flecha, emplear, desmayar, ligero, jardín, gala, chimenea, maleta, jamón, bachiller, duque. Posteriormente, en los siglos 16 y 17 se adopta asamblea, barricada, moda, parque, fresa, crema, placa, servilleta, paquete, carpeta, conserje entre muchas otras.
Jerga.- El diccionario define la jerga como el lenguaje especial de ciertas profesiones y grupos; sin embargo, también le da el significado de algarabía. Más arriba y más debajo de los extremos que vienen a ser el nivel culto y el nivel popular, se encuentran formas de expresión que quedan al margen de la lengua común y vienen a ser lenguas especiales. Entre estas y de manera marginal está el lenguaje científico; del otro lado, y como forma marginal del nivel popular están las jergas. Estas formas de lenguaje se dividen en muchas ramas, dependiendo de dónde proviene este lenguaje, así, variará según la ciencia de la que provenga en el caso del lenguaje científico y del grupo humano u oficio donde se haya generado como pescadores, delincuentes, etc.
Neologismo.- Es el uso de palabras nuevas en una lengua, hay varias clases de neologismos: el científico, el popular, el literario y el de construcción. Los neologismos se dividen en anglicismos, germanismos, galicismos, italianismos, según de dónde provenga la palabra; sin embargo puede provenir del mismo idioma, pero designan una nueva realidad. Palabras como chip, sofware, hardware o fax son neologismos.
Tecnicismo.- Es el vocabulario técnico referido a cualquier ciencia, arte o ciencia. Palabras como disquete o eslogan son tecnicismos.
Vulgarismo.- Está definido como cosa, palabra o pensamiento vulgar. Manera de hablar típica de las gentes incultas. Se refiere a las palabras deformadas dentro del idioma y que pueden afectar a la gramática como comprastes en lugar de compraste, , terminación verbal de la tercera persona del plural en (nos): veníanos en lugar de veníamos, estábanos en lugar de estábamos.
Algunos vulgarismos. Entre los vulgarismos más corrientes, señalaremos éstos:
· Vacilación en las vocales no acentuadas: carnecería (por carnicería); hespital (por hospital), ancía (por encía), etc.
· Alteraciones en los diptongos: pacencia (por paciencia); ventiuno (por veintiuno), custión (por cuestión), etc.
· Formación de diptongos que no lo son; así en baúl, las dos vocales en pronunciación correcta van en hiato (ba-úl); pero, en pronunciación vulgar, se agrupan en diptongo: bául, máiz, maes-tro. A veces, las vocales e, o llegan a hacerse i, u: maistro, pior, Juaquín, rial, etc.
Desarrollo de g o b ante diptongos que empiezan por u: güele.
· Distorsiones morfológicas, sobre todo en el verbo: hiciendo (por haciendo), haiga (por haya); ayer lavemos la ropa (por lavamos); andé (por anduve), vinistes (por viniste); sentaros (por sentaos), etc.

miércoles, diciembre 27, 2006

POEMA Y POESÍA.

POEMA.

Antiguamente se llamaba así a cualquier composición literaria, ya que poema viene del verbo griego poiein, que significa hacer. El poema es así, cualquier hechura literaria, por lo cual se hablaba de poesía épica o narrativa, lírica o destinada al canto (del arpa manual de cinco cuerdas conocida como "lira") y poesía dramática o teatro. Y por literario hay que entender el lenguaje sometido a un tratamiento de estilización para intensificar su belleza que lo convierte en objeto de arte.

El poema es el lugar de encuentro entre la poesía y el ser humano.

A decir de Octavio Paz, en su obra El arco y la lira "no todo texto construido bajo las leyes del metro es poesía".

La lírica es el más personal y subjetivo de todos los géneros, por lo que en él, a diferencia de los demás géneros, el autor aparece siempre.

Trata casi siempre sobre sentimientos o vivencias.

El tiempo en que se sitúa el poeta es casi siempre el presente, que es el tiempo de la emoción más directa. Incluso cuando se siente añoranza o melancolía por el pasado, esa emoción se siente desde el presente, y lo mismo puede decirse del temor al futuro.

Su modo de expresión más frecuente es el verso corto, en el que abundan ritmos o recurrencias fónicas, semánticas o de estructura sintáctica. Así, por ejemplo, el ritmo se conseguía en la poesía hebrea repitiendo el mismo significado de un verso en el siguiente, pero de forma distinta. En la poesía germánica antigua, el ritmo se conseguía en cada verso repitiendo el mismo sonido al principio de tres palabras y en la poesía occidental, se consideraba que había verso si existía una repetición (rythma o rima) al final de cada verso y cierto ritmo fijo en la acentuación de determinadas sílabas.

El poema lírico tiende a tener una duración corta y reducida, a fin de concentrar su significado.

Los subgéneros principales del poema lírico son el himno u oda, la elegía y la sátira. El himno y la oda expresan sentimientos positivos, de alegría y celebración. Por eso solían celebrar victorias. La elegía, por el contrario, expresa sentimientos negativos, de tristeza o lamento. Por eso se empleaba como molde para expresar pérdidas de cualquier tipo que afectaban al equilibrio psíquico del poeta: muertes de familiares, desengaños amorosos, etc... La sátira formula, por otra parte, también sentimientos básicos, como la indignación, la burla o el desprecio ante algo que va contra la virtud o la moral social.

Otros subgéneros líricos, bien menos importantes, bien de naturaleza mixta y menos pura, son el epitalamio o canto que celebra las bodas, el epigrama o sátira que se expresa concisamente por medio de la agudeza o el ingenio, el peán o canto de guerra, la égloga o poema dialogado entre pastores sobre sus historia de amor, etc.

LA POESÍA.

La poesía es un género literario en el que se recurre a las cualidades estéticas del lenguaje, más que su contenido. Es una de las manifestaciones artísticas más antiguas. La poesía se vale de diversos artificios o procedimientos, a nivel fónico-fonológico como el sonido, semántico y sintáctico como el ritmo o del encabalgamiento de las palabras, así como a la amplitud de significado del lenguaje.

Para algunos autores modernos, la poesía se verifica en el encuentro con cada lector, que otorga nuevos sentidos al texto escrito. De antiguo, la poesía es también considerada por muchos autores una realidad espiritual que está más allá del arte; según esta concepción, la calidad de lo poético trascendería el ámbito de la lengua y del lenguaje.

Para el común, la poesía es una forma de expresar emociones, sentimientos, ideas y construcciones de la imaginación.

Aunque antiguamente tanto el drama como la épica y la lírica se escribían en versos medidos, el término poesía se relaciona habitualmente con la lírica, que de acuerdo la Poética de Aristóteles es el género en el que el autor expresa sus sentimientos y visiones personales. En un sentido más extenso, se dice que tienen «poesía» situaciones y objetos que inspiran sensaciones arrobadoras o misteriosas, ensoñación o ideas de belleza y perfección.

Tradicionalmente referida a la pasión amorosa, la lírica en general, y especialmente la contemporánea, ha abordado tanto cuestiones sentimentales como filosóficas, metafísicas y sociales.

Sin especificidad temática, la poesía moderna se define por su capacidad de síntesis y de asociación. Su principal herramienta es el tropo o metáfora, es decir la expresión que contiene implícita una comparación entre términos que naturalmente se sugieren unos a los otros, o entre los que el poeta encuentra sutiles afinidades.

Algunos autores modernos han diferenciado metáfora de imagen, palabras que la retórica tradicional emparenta. Para esos autores, la imagen es la construcción de una nueva realidad semántica mediante significados que en conjunto sugieren un sentido unívoco y a la vez distinto y extraño.

El arte de combinar rítmicamente las palabras no es lo único que distingue a la poesía de la prosa, pero hasta el siglo XX constituía la mejor forma de diferenciar ambos géneros. La versificación tiene en cuenta la extensión de los versos, la acentuación interna y la organización en estrofas.

La rima (coincidencia de las sílabas finales en versos subsiguientes o alternados) es otro elemento del ritmo, igual que la aliteración, que es la repetición de sonidos dentro del verso, como en este de Góngora: «infame turba de nocturnas aves», donde se repite el sonido ur y también se juega una rima asonante en el interior del verso entre infame y ave. La rima es consonante cuando todas las letras de la última sílaba coinciden en dos o más versos próximos. Se llama asonante cuando sólo coinciden las vocales.

La poesía en lengua castellana se mide según el número de sílabas de cada verso, a diferencia de la poesía griega y de la latina, que tienen por unidad de medida el pie, combinación de sílabas cortas y largas (el yambo, la combinación más simple, es un pie formado por una sílaba corta y otra larga). En la poesía latina los versos eran frecuentemente de seis pies.

Por el número de sílabas, hay en la poesía en lengua castellana versos de hasta 14 sílabas, los alejandrinos. Es muy frecuente el octosílabo en la poesía popular, sobre todo en la copla.

Las coplas de Manrique se basan en el esquema de versos octosílabos, aunque a veces son de siete, rematados por un pentasílabo. A esta forma se le llama «copla de pie quebrado». La irregularidad silábica es frecuente, incluso en la poesía tradicional. Por ejemplo, en poesías de versos de once sílabas se pueden encontrar algunos de diez o de nueve.

Las estrofas (grupos de versos) regulares, de dos, cuatro, cinco y hasta ocho versos o más corresponden a las formas más tradicionales. El soneto, una de las más difíciles formas clásicas, se compone de catorce versos, generalmente endecasílabos (once sílabas) divididos en dos cuartetos y dos tercetos (estrofas de cuatro y de tres versos) con distintas formas de alternar las rimas.

La alternancia de sílabas tónicas (acentuadas) y átonas (sin acento) contribuye mucho al ritmo de la poesía. Si los acentos se dan a espacios regulares (por ejemplo, cada dos, tres o cuatro sílabas) esto refuerza la musicalidad del poema. Mantenida esta regularidad a lo largo de todo un poema, se logra un efecto muy semejante al del compás musical.

La poesía del siglo XX ha prescindido de la métrica regular, y sobre todo de la rima. Sin embargo, la aliteración, la acentuación y a veces la rima asonante, mantienen la raíz musical del género poético.

martes, diciembre 19, 2006

¿QUÉ SIGNIFICA...?

INTERACTIVO.
Vocablo de moda. Hoy se habla de clases interactivas, programas radiales y televisivos interactivos, y cosas así. Y hay razón para ello, pues cuando existe la interacción hay reciprocidad en la acción que se ejerce entre dos o más objetos, agentes, fuerzas, etc. Y dentro de esos objetos, agentes o fuerzas podemos incluir a las personas. “Interactivo”, en términos estrictos, equivale a los programas informáticos que permiten algo así como un diálogo entre el computador y el usuario. De manera que cuando usted “conversa” con su aparato electrónico, practica la llamada interacción.
CONFRATERNIZAR.
Bella palabra, llena de contenido, de profunda evocación. Contribuye al entendimiento humano. Como todos sabemos, significa crear una persona con otra, lazos de amistad. Y más aún, otro significado, de mayor sugerencia: establecer vínculos de afecto o amistad grupos antagónicos entre sí. Todo eso es cosa sabida. Lo menos sabido alude a la existencia de otro verbo, insólito entre nosotros, pero legítimo: confraternar.
EXPECTATIVA.
“Expectativa” con (x) nunca ‘espectativa”, no se relaciona con espectáculo, como suele creerse, sino con “expectación”, o sea, la curiosidad e ilusión con que se aguarda un suceso importante. De ahí que la voz sugiera la esperanza de lograr algo si se presenta la oportunidad para ello. En otros planos: derecho que se espera conseguir en un futuro; actuación en economía previendo sucesos que la condicionarán; previsión de que se dé un fenómeno social a partir de fuentes analizables, etc. Entonces, cada vez que usted espere algo con mayor o menor ansiedad, hable de expectativa no de espectativa.
DOLOSO.
Todo lo realizado con dolo adquiere la triste categoría de doloso. Y, cómo no, bien sabemos, o bien deberíamos saber, que dolo es un engaño premeditado. O, tratando de precisar el concepto, la voluntad constante de producir un acto injusto, sea o no delictivo, que lesiona el ordenamiento jurídico o el derecho de un tercero.
GINECO.
Formidable prefijo griego, con la significación de mujer. Por esta razón, ginecólogo es un médico especialista en ginecología, esto es, en la disciplina dedicada al estudio de la fisiología y patología del aparato genital femenino fuera del estado de gestación. ¿Y recuerda, el escucha, qué es un gineceo? Pues sí, el pistilo de una flor; pero también dependencia de la casa de algún principal destinada a la habitación de las mujeres. Y ginecocracia, ¿Qué es? El gobierno de las mujeres.
GASODUCTO.
“Los bolivianos pelean entre ellos por eso del gasoducto”. En fin, los dueños de las cosas tienen derecho a hacer lo que quieran con ellas. En este caso, lo que importa es el vocablo. El nombre del conducto utilizado para el transporte del gas natural a largas distancias es gasoducto, no gaseoducto, como con tanta frecuencia se oye y se lee. Igualmente habremos de decir gasómetro, no gasómetro, aparato para medir el gas, desde luego.
PUDOR.
Una palabra ‘decente’. ¿Qué puede ser más decente que el pudor?, sostiene una de mis amigas. Vea si mi amiga tiene razón, que entiende el pudor con propiedad, como el recato, la vergüenza, en especial hacia el sexo o el propio cuerpo. Pero también, y aquí sí que, creo, tiene indiscutible razón, como sinónimo de honestidad. En consecuencia, mi buena amiga es pudorosa, en otras palabras, tiene recato. Y aquí entramos un poco en los misterios del idioma. Observe que pudicicia equivale a pudor, a decoro, cosa muy diferente a ‘pudendo’, a lo que resulta feo o vergonzante. Y como siempre hemos estimado que las partes sexuales del ser humano deben ocultarse, hablamos de nuestras partes pudendas. Y en este plano, casi siempre actuamos como pudibundos, o sea, como extremadamente pudorosos. Pero, atención, esta voz también significa mojigato.
DECORO.
Sigamos con palabras propias del gran maestro de urbanidad Carreño. Se trata, decoro, del honor, de la consideración hacia una persona. Del mismo modo, de la seriedad, la educación, el recato, la decencia. Y aquí dejo de lado la otra idea, la de la técnica de adornar los edificios según su función.
IGNOTO.
Desde luego se trata de una palabra que suele confundirse con ignaro, quizá por efectos de la influencia de la etimología popular (se piensa en ignorar y se llega a la errada conclusión de que ignoto es lo mismo). Pero hay una diferencia sustancial, pues el primer vocablo significa no conocido ni descubierto, y, en cambio, ignaro es alguien que no tiene noticias de las cosas, en otras palabras, un ignorante.
PROPORCIONES.
He aquí un término usual en la redacción periodística. Se habla, por ejemplo, de un susto de proporciones, de un incendio de proporciones, etc. Como se puede apreciar se emplea el vocablo como sinónimo de grande, enorme, lo que constituye un error.
El sustantivo proporción significa, según el diccionario, la disposición, conformidad o correspondencia debida de las partes de una cosa con el todo o entre cosas relacionadas entre sí. Todo esto se puede aclarar diciendo que proporción equivale a la mayor o menor dimensión de una cosa. De modo que un susto de proporciones o un incendio de proporciones o lo que fuere de proporciones, no indica que se trate de hechos grandes, pues el susto, el incendio o lo que fuere, puede ser grande o pequeño, según sea el caso.
ABORTAR.
Esta palabra, de evocación casi siempre ingrata, tiene varias acepciones, pero la principal alude a la idea de interrumpir de modo natural o provocado el desarrollo del feto durante el embarazo. La otra, mantiene la idea, aunque en un plano distinto, en el metafórico, y así se habla, por ejemplo, de abortar una conspiración, un asalto, etc. Esto demuestra que la idea esencial del verbo corresponde a interrumpir algo. Por eso resulta jocoso oír en la televisión a un informante que dice a la letra: "Hemos tenido síntomas de aborto de algunas mujeres embarazadas". Por cierto, para que una mujer sufra de aborto debe estar, primero, embarazada.
REDADA.
Cuando los pescadores lanzan la red realizan una redada; existe el verbo ‘redar’ que significa echar la red de pescar. Téngase presente que la palabra ‘red’ tiene variadas significaciones, desde el aparejo para pescar hasta un conjunto de calles afluentes a un mismo punto, y muchas otras cosas. Todo esto en términos estrictos, pues, en lenguaje coloquial, casi siempre se usa para indicar una operación policial cuyo fin es atrapar a un lote de delincuentes.
DISCRECIÓN.
La sensatez en el obrar, en el actuar, en realizar algo, es la mismísima discreción; como también la capacidad para expresarse con ingenio y oportunidad. Así que esa habitual expresión ‘a discreción’ equivale a la idea de dejar que uno actúe según su propio criterio, pero siempre que se ajuste a los cánones de la moderación y el buen sentido. Se trata de algo contrario a una acción perjudicial para otra persona.
La discreción es reserva, prudencia, circunspección. Un buen verbo relacionado con la idea anterior es discretear, es decir, ser discreto, cuchichear, comentar algo, pero en voz baja, siempre en el plano de la sobriedad. Y un buen adjetivo, discreteo, acción y efecto de discretear.

viernes, diciembre 15, 2006

LENGUAJE LITERARIO.

El lenguaje literario es, básicamente, la lengua escrita estándar en la que se introducen palabras poco usuales (cultismos, voces inusitadas, extranjerismos, arcaísmos, etc.) y que se somete normalmente a una voluntad de forma. Por una parte, tiene muchos rasgos que lo acercan a la lengua escrita culta; pero por otra, es frecuente que aparezcan en él giros coloquiales y hasta vulgares, para producir ciertos efectos expresivos.
Función poética.
Cuando el lenguaje se utiliza para producir belleza, para llamar la atención sobre sí mismo, actúa en él la función poética. Lo importante no es tanto lo que se dice sino cómo se dice. El escritor pretende suscitar en el receptor una serie de sensaciones de belleza, creatividad e influencia a través de la forma de su mensaje.
Son válidos todos los recursos expresivos. Esta función aparece también en el lenguaje coloquial; cualquier persona, al construir su mensaje, selecciona de manera consciente o inconsciente las palabras, las inflexiones de la voz o los tipos de oraciones para conseguir una transmisión más eficaz de aquello que se pretende comunicar.
PARADOJA.
La paradoja es un recurso literario que expresa ideas contradictorias por naturaleza en un mismo pensamiento, el cual generalmente encierra una verdad profunda. “…al avaro, las riquezas lo hacen más pobre”.
Hipérbole.
Se trata de una exageración, de una afirmación por exceso: Una mujer tan delgada, / que en la vaina de una espada / se trajo a la sepultura. El símil o comparación.
Cuando comparamos, por ejemplo, la vejez con una puesta de sol, en ninguno de los dos términos que intervienen en la comparación se produce mutación de significado. El símil consiste en relacionar un término real con otro imaginario con el que guarda una semejanza, los elementos más utilizados son Cual, Como... La comparación es frecuente también fuera de la lengua literaria. Se recurre a ella para presentar más plásticamente lo que se quiere decir y, muchas veces, para concretar un pensamiento abstracto.
La metáfora.
Es el tropo por el cual se aplica el nombre de un objeto a otro objeto con el cual se observa alguna analogía, suprimiendo cualquier rastro gramatical de comparación, existe una transferencia de significados: cabellos de oro.
Hay metáforas que están incorporadas al uso general, los diccionarios las registran y nadie las identifica como figuras, ya que no producen extrañeza alguna (la cabeza de un alfiler). Pero el escritor crea sus propias metáforas (Mi soledad llevo dentro, torre de ciegas ventanas). Una palabra aislada no puede funcionar como metáfora, necesita de un contexto en el que cobrar significado.
Personificación en el lenguaje literario: Es la atribución de cualidades humanas a los animales y a las cosas: el viento susurra una canción monótona. Murmuran las fuentes, lloran los cielos.
Antítesis: Una palabra se pone en relación, más o menos sorprendente, con otra contraria: Era sólo sombra de su pasado esplendor.

sábado, diciembre 09, 2006

APRENDAMOS EL SIGNIFICADO.

HUMILDAD.

Virtud escasa en estos tiempos, lo que no deja de ser penoso, pues la humildad consiste en reconocer nuestras limitaciones y debilidades. Los que aún la poseen son los humildes; pero el adjetivo se nos aparece un poco desleal, pues si de una virtud se trata, no debería aludir a otra idea, casi denigrante, en especial cuando se refiere a alguien a quien se le aplica el concepto de bajeza de nacimiento. Y agreguemos: de escasos recursos, de poco dinero y que vive con modestia, quizá en referencia a la antigua monserga de “carente de nobleza”. Así, no resulta raro que la humildad sea un bien en extinción.
ESCUÁLIDO.
La primera significación de este vocablo es la de sucio o repugnante. Sin embargo, el uso general ha desviado su esencia semántica y siempre para nosotros será sinónimo de delgado, flaco, macilento, esmirriado, poco, escaso, etc. En zoología se refiere al suborden de peces selacios, como el tiburón, temible y desprestigiado, también conocido como “escualo”, que, en este caso, es lo mismo que “escuálido".
INGENIO.
“Ingenio”, voz conocida por todo el mundo, se relaciona con la facultad humana de reflexionar, pensar, discurrir, tener suficiente imaginación creadora, etc. De ahí el derivado “ingenioso”, cuyo sentido lo representa a cabalidad el personaje más importante de la historia literaria que ha producido la humanidad: Don Quijote, ingenioso por excelencia. Entre las varias acepciones que posee esta palabra, encontramos la referida a una máquina de guerra y otra usada antiguamente en la encuadernación. En consecuencia, ingenio es igualmente sinónimo de máquina. Por eso se habla de ingenio azucarero, que es el conjunto de máquinas utilizadas para moler la caña y obtener el azúcar.
NECRO:
Significa ‘muerto’, y es un elemento compositivo muy corriente en nuestra lengua. Por ejemplo, ‘necrofilia’, la atracción por la muerte o por alguno de sus aspectos. El castellano está lleno de voces con necro-. Por ejemplo: necróforo, necrolatría, necrología, necromancia o necromancía, necrópolis, necropsia, necrosis, necrótico, etc.
BIOPSIA.

Como se conoce, una “biopsia” consiste en el examen que se realiza de un trozo de tejido tomado de un ser vivo. Su objetivo, casi siempre refrendar el diagnóstico. Esta palabra se compone de “bio”, vida ( por eso biografía, biología, microbio,etc.) y opsia, ver (por eso necropsia, autopsia, sinopsis, etc.).
CALENDARIO.
“Calendario” es voz familia de “calendar”, equivalente a poner en un texto escrito la fecha o data del día, mes y año. Los romanos incluían en sus calendas los nombres y hechos de santos y las fiestas pertenecientes a cada día. Y todo esto tiene relación con una frase más o menos sólita, que solemos emplear y de la cual no tenemos una idea exacta acerca de su origen. Seguro que usted habrá usado o escuchado alguna vez la locución “calendas griegas”, por ejemplo, el trabajo estará listo para las calendas griegas. ¿Por qué esta expresión? Porque corresponde a una fórmula irónica que denota un tiempo que no ha de llegar, pues lo griegos no tenían calendas.
LAGRIMAR.
Surge a veces la duda acerca de la legitimidad de esta palabra, pues muchos prefieren “lagrimear”, que está igualmente bien. Ambas se emplean como sinónimas de llorar. En consecuencia, “lagrimeo” será la acción de lagrimar o lagrimear. En ocasiones hemos escuchado “lacrimar”, bella palabra que usó el castellano antiguo, considerada hoy un arcaísmo. De ahí se deriva “lacrimógena”, nombre común de esas bombas que la policía emplea a veces para disolver manifestaciones públicas. Por cierto, se trata de bombas lacrimógenas porque producen lágrimas no lagrimógenas como muchos erróneamente dicen.

viernes, diciembre 08, 2006

Conjugando: ASOLAR Y APOSTAR

“La guerra no declarada en Medio Oriente asola a la población”.
¿Está bien conjugado asolar?
No.
Estamos aquí ante un verbo irregular, con el sentido de destruir, arrasar, arruinar; así habrá de decirse que ‘la guerra asuela’.
En cambio, si asolar se refiere al calor, a la idea de secar los campos la acción del sol y la consecuente temperatura, el verbo tiene el carácter de regular: el calor asola los campos, no asuela.
Similar situación se presenta con apostar, que alude a la idea de perder dinero o algo así, quien se equivoque en una acción pactada con otro. En tal caso se apuesta; pero apostar tiene también una forma regular, aquella que el diccionario define como poner una o más personas o caballerías en determinado puesto o paraje para algún fin; en este caso, por ejemplo, las tropas se apostan en algún sitio, no se apuestan.
DILIGENCIA. ¡Qué palabra tan difícil de pronunciar, ah! Si, es diligencia, que no deligencia, como suele oírse con mucha frecuencia. Esa conjunción de íes, vocales cerradas, llevan a abrir la primera y a transformarla en e. Así nace el barbarismo deligencia. Diligencia, aparte de esos antiguos coches tirados por caballos que popularizaron las fenecidas películas de ‘cowboys’, alude al cuidado y actividad en ejecutar algo; a la prontitud, agilidad y prisa, al trámite de un asunto administrativo, y constancia escrita de haberlo efectuado. Quien actúa con diligencia es diligente, o sea, cuidadoso, exacto y activo; pronto, presto, ligero en el obrar.
AUDITAR. Amenazante verbo castellano (audire, en latín). Se trata de examinar la gestión económica de una institución, con el fin de comprobar si los gastos se han ajustado a las normas establecidas. Quien realiza la auditoría se llama auditor, y hoy tienen formación universitaria, lo mismo que los auditores de guerra, de la Marina, o de la Rota, ese nombrado por el Papa para conocer en apelación de las causas de todo el orbe eclesiástico. La auditoría procede de un verbo latino que significa oír, y así nos explicaremos palabras como auditivo, auditorio y otras similares, pertenecientes a la misma familia. En lugar de auditorio, palabra castellana, suele preferirse la voz latina auditorium, que no está mal y se castellaniza como auditórium; pero está mejor la sencilla voz auditorio.
CONFESO.
Voz usual en el vocabulario legal, que siempre alude a la persona que ha confesado un delito o culpa. "Está confeso", es expresión que escuchamos a diario cuando la policía habla de un delincuente. Confesa puede entenderse como el femenino, pero en sentido estricto antes se llamó así a la mujer viuda que, llena de pena, entraba a un convento; y por aquí llegamos a confesional, es decir, lo perteneciente o relativo a una confesión religiosa, a un credo. Y si usted es católico, estimado escucha, seguro que con regularidad se confiesa, para lo cual debe ir al confesionario, palabra ésta que tiene otras formas castellanas: confesionario o confesorio, sitio en el que encontrará a su confesor, sacerdote encargado de la confesuría.
PARAPENTE.
He aquí una palabra de moda, en especial entre quienes practican los llamados deportes de aventura. El parapente es uno de ellos; consiste en lanzarse con un paracaídas desde una pendiente, disfrutar del vuelo y luego, posarse con suavidad. La voz se origina en el francés ‘parapente’, acrónimo de ‘parachute’ (paracaídas), y pente (pendiente). Y los parapentistas serán quienes practican el parapente.

jueves, diciembre 07, 2006

ELEGIR, ELECTO.

Elegir:
Escoger. El participio verbal es elegido. El PRESIDENTE CHAVEZ FUE ELEGIDO, ELLOS HAN ELEGIDO SU CAMINO.
La forma ELECTO, considerada tradicionalmente participio irregular de elegir, es un adjetivo que significa que ha sido elegido para una dignidad o cargo y aún no ha tomado posesión. Por lo tanto no debe utilizarse este adjetivo para formar los tiempos compuestos o la pasiva perifrásica de elegir. Ej. errado:
Fue electo Alcalde un prestigioso capitán.
He aquí un verbo que incita al error y no tiene nada que ver con las recientes elecciones. Elegir es un verbo irregular que al conjugarse cambia la “e” por “i” y en el presente de la primera persona del singular cambia la “g” por “j”. Diremos, desde luego, yo elijo, y esa jota parece quedársenos en el cerebro cuando se trata del infinitivo. Entonces no es insólito toparnos con ‘elejir’, como tampoco lo es elejí, elejía, etc. Solución, conjúguese elegir tal como regir: rijo, regí, regía, regiré, etc. En consecuencia diremos: elijo, eligen, elegí, eligieron, elegía, elegiré, etc.

martes, diciembre 05, 2006

PARÓNIMOS.

La computadora resulta una gran ayuda al escribir, limpiar o corregir lo que escribimos.
Se ha convertido en un instrumento del que dependemos constantemente. Poco es ya lo que se escribe manuscrito.
Si bien nos soluciona una infinidad de problemas, no es mágica -como creemos- y, con respecto al idioma, tiene sus dificultades. No se puede confiar ciegamente en el corrector ortográfico. En muchos casos, sacará de un apuro, señalará en rojo o verde la palabra en la que se cometió un error. Pero, en otros, pasará por alto la falta de una coma, el mal uso de otros signos de puntuación o de las mayúsculas. Cuando ciertos términos, similares en la pronunciación, (Parónimos) se distinguen por una letra, la máquina no sabe cuál de él estamos usando. Se llaman PARÓNIMOS a las voces de grafía o sonido próximos.
ABRASAR 'reducir a brasas, quemar' ABRAZAR 'ceñir con los brazos'. ACECINAR 'salar las carnes' ASESINAR 'matar con premeditación' . ACECHAR 'observar cautelosamente' ASECHAR 'engañar, dañar con trampas'. CONCEJO 'corporación municipal' CONSEJO 'acción de aconsejar', 'cuerpo consultivo' . DESECAR 'extraer la humedad, secar' DISECAR 'dividir en partes un cadáver para examinar su estructura', 'desecar'. ESPECIA 'condimento vegetal' ESPECIE 'tipo', 'noticia, caso'. INCIDENTE 'que incide', 'percance, pelea, riña' ACCIDENTE 'suceso eventual que altera un orden', 'lesión'. LOSA 'piedra, cemento' LOZA 'barro cocido y barnizado' . PARÁFRASIS 'explicación amplificativa de un texto' PERÍFRASIS 'circunloquio' . PERJUICIO 'daño' PREJUICIO 'acción y efecto de prejuzgar'. SALOBRE 'salado' SALUBRE 'saludable'. RAYAR 'hacer rayas' RALLAR 'desmenuzar con un rallador'. SECCIÓN 'parte de un todo' SESIÓN 'junta, reunión' CESIÓN 'acción y efecto de ceder'. Cauce: Lecho de los ríos y arroyos. Cause: Voz del verbo causar. Cebo: Comida que se da a los animales para alimentarlos, engordarlos o atraerlos. Sebo: Grasa sólida y dura que se saca de los animales herbívoros y que sirve para hacer velas. Cede: Voz del verbo ceder Sede: Lugar donde tiene su domicilio una entidad económica, literaria, deportiva… Cocer: Cocinar. Coser: Unir con hilo, generalmente enhebrado en una aguja, tela, cuero u otros materiales. Meces: Voz del verbo mecer. Meses: Plural de mes, cada una de las doce partes en que se divide el año. Reciente: Nuevo, acabado, fresco. Resiente: Voz del verbo resentir. Será el texto el que nos permitirá saber a cuál de ellas nos referimos y cómo debemos escribirla.

lunes, diciembre 04, 2006

APUNTES BREVES

Apretar. Es un verbo irregular que, como ACERTAR, ACRECENTAR, CERRAR, QUEBRAR y otros, diptonga la «e» de la raíz en «ie» (las tres personas del singular y la tercera del plural, en el presente de los modos indicativo y subjuntivo, y en el imperativo): APRIETO, APRIETAS, APRIETA, APRIETES.
Valorar.
El vocablo valorar se está empleando, incorrectamente, como sinónimo de analizar y estudiar. Sin embargo, valorar implica siempre ‘dar valor’ a algo, en un concepto positivo (‘yo valoro tu trabajo’). Por tanto, es absurdo ‘valorar negativamente’, y una redundancia ‘valorar positivamente’. Cuando se emplea para ‘valorar los daños’ se está utilizando también mal, puesto que lo correcto es ‘evaluar’.
Provocar.
No es sinónimo de causar, sino de ‘excitar’ o ‘inducir’. Se causa algo cuando la acción recae directamente en la persona o cosa. Y se provoca cuando esa causa genera otra acción de la persona o cosa.
Se provoca una reacción, pero se causa un daño.
Es incorrecto escribir, por ejemplo: ‘la bala le provocó una herida en la pierna’.
Igualmente, no debe hablarse de incendio provocado cuando se pretenda expresar que se trata de un fuego intencionado.
Todos los incendios son provocados por algo, ya sea un rayo, un cortocircuito o la cerilla de una persona.
Protagonizar.
Significa ‘representar un papel en calidad de protagonista’; y ‘protagonista’ es el ‘personaje principal’ de una obra o de un suceso.
La etimología en castellano deriva del griego protos, primero, y agonystés, actor. Por tanto, no se puede escribir ‘decenas de personas protagonizaron una manifestación’, puesto que todas a la vez no desempeñan el papel principal.
Análogamente, en una obra literaria o escénica, sólo hay un protagonista (o uno masculino y otro femenino). Puede haber varios actores principales, pero no varios protagonistas.
Pronunciar un mitin.
Expresión incorrecta. Sustitúyase, según el caso, por ‘pronunciar un discurso’ o ‘celebrar un mitin’.
Problemática.
No existe como sustantivo, pero sí como adjetivo. Sirve ‘esto es problemático’, aunque no ‘la problemática de la enseñanza’. En este último caso debe sustituirse por ‘los problemas’, ‘las dificultades’ o ‘el conjunto de problemas de la enseñanza’.
Incautar.
Es un verbo siempre pronominal, por lo que resulta incorrecto utilizarlo así: ‘la policía incauta dos kilos de drogas’. Lo correcto es: ‘la policía se incauta de dos kilos de drogas’. Gramaticalmente se emplea como ‘apropiarse’, y nunca se escribe ‘la policía apropia dos kilos de drogas’.
Encuentro.
Por influencia del inglés (meet), muchos periodistas equiparan las expresiones castellanas ‘encuentro’ y ‘reunión’, que en español tienen significados distintos.
No se puede escribir que ‘el encuentro entre los dos presidentes duró cerca de dos horas’.
El encuentro, el momento en el que coincidieron en un mismo lugar, apenas habrá durado unos segundos. Lo que duró dos horas fue la reunión, el diálogo, la conversación, el debate o la entrevista.
PARA HABLAR MEJOR...PARA ESCRIBIR MEJOR.

¿Qué es la ortografía?

La palabra ortografía está formada por el prefijo "orto", que significa "correcto" y el término "grafía", que quiere decir "escritura". Tener buena ortografía implica, por lo tanto, escribir con precisión y en el orden adecuado las letras que corresponden a las palabras, dejar los espacios que separan un término de otro y utilizar correctamente los signos auxiliares de la escritura.

La forma, el contenido de un texto, su posibilidad de establecer la comunicación, son elementos fundamentales. Pero, la ortografía actúa como carta de presentación y, cuando es mala, perjudica a quienes no la dominan.

Un examen, un ascenso, un empleo, pueden perderse por escribir erróneamente las palabras.

También limita, en forma parcial, la seguridad en la expresión escrita. Quien tiene mala ortografía, generalmente, es consciente de ello y evita escribir. No hace uso de una de las tantas posibilidades que el lenguaje nos brinda.

La ortografía constituye uno de los mayores desafíos para los educadores, cuando planifican y, luego, desarrollan el aprendizaje de la misma. Todo educador aspira a que sus alumnos dominen la ortografía, no solo porque constituye un aspecto esencial del lenguaje, sino porque es materia opinable y la sociedad la juzga con severidad.

Todos, de alguna forma, estamos pendientes de cómo la manejan los demás y sentimos un cierto "placer" y una cierta indignación, cuando comprobamos que otros cometen errores ortográficos.

Entonces, por lo general, si quienes no dominan la ortografía son niños o jóvenes, la culpa recae en los docentes; si bien algo de culpa tienen, no es sólo la escuela quien enseña ortografía.

La ortografía es un aprendizaje evolutivo, que comienza cuando el niño toma el primer contacto con la letra escrita, alcanza su punto culminante en los años escolares, pero seguirá desarrollándose durante toda la vida.

Se aprende ortografía todos los días, y aprenderemos más y mejor, si somos buenos lectores.

Cuidar la ortografía, perfeccionarla, mejorarla, es deber de quien quiera expresarse con corrección.

Podemos culminar citando al académico García Yebra, «no se puede esperar que todos los que escriban digan cosas geniales, pero sí se puede exigir de todos los que escriban que lo hagan correctamente».

sábado, diciembre 02, 2006

EL ACENTO DIACRÍTICO

Saludos Andreína.
Les cuento que esta página nació a partir de un micro radial: "Al día con el lenguaje".
He tratado de hacerlo por acá de una manera compacta, pensando en lo tedioso que resulta, algunas veces, leer algo sumamente largo.
El micro está organizado de manera que las incógnitas que puedan generarse se van aclarando en los siguientes programas, así se mantiene el hilo conductor y no aburrimos a los escuchas.
El acento diacrítico es la continuación del artículo referente a las reglas de acentuación.
Gracias por estar atentos y leer mi blogg.
EL ACENTO DIACRÍTICO.
Las excepciones de acentuación vienen dadas por la existencia de palabras homófonas, de igual sonido pero con dos o más significados.
Las palabras de este tipo más fáciles de reconocer son los monosílabos. Éstos por regla general no se acentúan, pues se considera innecesario escribir el acento en una palabra compuesta sólo por una sílaba.
Las palabras vio, dio y fue no se escriben con acento, al contrario de lo que la mayoría de la gente supone.
Se llama tilde diacrítica al acento gráfico que permite distinguir palabras con idéntica forma, es decir, escritas con las mismas letras, pero que pertenecen a categorías gramaticales diferentes. Tomemos el ejemplo de la palabra Mas.
Mas: sin acento es una conjunción, esto quiere decir que une dos oraciones (equivale a: pero, aunque, sin embargo, no obstante, antes bien).
_ Quisiera un Ferrari, mas no tengo suficiente dinero [… pero no tengo suficiente dinero].
Más: con acento es un adverbio de cantidad, significa que al comparar dos cantidades o medidas una será mayor. · Quiero más sopa.
Tú y Tu.
Tú: con acento hace referencia a tu interlocutor (segunda persona). Es un pronombre, por lo que siempre va a usarse cuando quieras indicar a alguien. · ¡Solamente tú puedes salvar al mundo! Tu: sin acento lo utilizarás cuando quieras indicar que una segunda persona posee algo. · Éste es tu libro
El y Él.
El: es un artículo (igual que la, los y las). El perro es blanco.
Él: éste es otro pronombre y al igual que “tú”, se utiliza cuando hagas referencia a alguien. · Él escribe de maravilla.
Lo mismo sucede con te sin acento (forma pronominal de segunda persona como en te doy una canción) y la hora del té con acento (la bebida).
Aun: sin acento es un adverbio (con el significado de hasta, también, inclusive o siquiera): y aun tiene la vergüenza de pedirme dinero; en locución conjuntiva: aun cuando Aún: con acento es un adverbio de tiempo sustituible por todavía: este modelo está aún de moda.
De: sin acento es una preposición: un reloj de oro, una camisa de algodón. Dé: con acento del verbo dar: No se lo vendo aunque me dé el doble de lo que me costó / dé recuerdos a su mujer de mi parte.
En palabras con más de una sílaba, el caso más claro es el de sólo con acento (sinónimo de únicamente) Sólo quiero saber por qué no acentúas bien y solo sin acento (sin compañía de ninguna otra persona) Después de la fiesta se quedó solo en su habitación.
Las formas interrogativas añaden también sus acentos a las palabras de las que se valen: Qué, Quién, Cómo, Dónde, Cuándo.
Aunque parezca confuso, estos son los más fáciles de distinguir: si utilizas signos de admiración (¡!) o interrogación (¿?)… entonces ¡ponle tilde! Otra forma de saber si le pones o no le pones acento es preguntándote: ¿me refiero a una pregunta o exclamación? Si la respuesta es sí, entonces ponle tilde.
Una excepción que no se debe pasar por alto es la que se aplica cuando las palabras este, esto, aquel y sus respectivos plurales sustituyen al sujeto en una oración, con la expresa finalidad de no volver a nombrar el sujeto. Normalmente estas palabras no se acentúan: este se debe escribir sin acento en: este automóvil es mío. Pero en este caso: había un automóvil rojo y otro blanco; éste fue el que compré; se escribe el acento porque éste sustituye a el automóvil blanco. No llevan acento cuando a lo que te estás refiriendo se encuentre seguido inmediatamente (o en la misma oración) del pronombre. Llevan acento cuando el objeto, persona o lugar se encuentra atrás del pronombre, por ejemplo, en una oración antecesora de donde estás usando la palabra ‘este’, ‘aquel’, etc.
Los Acentos Diacríticos: muy necesarios para distinguir cuando las palabras suenan igual, pero no cumplen la misma función en la oración ni significan lo mismo.

viernes, diciembre 01, 2006

Las reglas de acentuación.

Las reglas más sencillas de aprender son las de acentuación.
Se conoce como acento el signo que se coloca sobre algunas vocales para indicar determinada entonación de una palabra.
Pero el concepto real de acento va más allá del signo, la tilde; bifurcándose académicamente en acento ortográfico, el que se escribe, y acento prosódico, el simple hincapié en la entonación de una sílaba. Éste es el más importante de conocer, dado que al aprender a localizar la sílaba en la que cada palabra se pronuncia con mayor énfasis brinda la posibilidad de saber cuándo el acento debe escribirse y cuándo no.
Todas las palabras contienen una sílaba en la que la entonación debe hacerse más elevada. Esto sucede por la dinámica misma que el lenguaje adquiere en boca del hablante: es inusual decir todas las palabras en un solo tono.
A esto los académicos le han dado el nombre de sílaba tónica, pues es la sílaba que lleva la responsabilidad de determinar el significado de la palabra. La sílaba tónica diferencia a la palabra a la que pertenece de otras con ortografía similar.
La localización con éxito de la sílaba tónica de una palabra es un ejercicio necesario para terminar el aprendizaje de las reglas de acentuación.
Si atendemos a las palabras: termino el trabajo o terminó el trabajo cualquiera puede entender que hay algo que llega o llegó a su fin; pero si decimos, el término trabajo, la referencia es al concepto trabajo y no a la acción de llegar a ese fin.
La aparición del acento ortográfico, la tilde: el pequeño apéndice que solemos colocar sobre algunas vocales, se debe a que, según la palabra que se escriba, la entonación puede dar uno u otro significado, o dar un significado real en un caso y aniquilar cualquier significado en otro.
Al comprender que el acento prosódico puede recaer sobre cualquiera de las sílabas y no siempre representarse en la escritura; ya hemos cubierto el primer paso para dominar la acentuación.
La representación del acento ortográfico mediante la tilde, obedece a una serie de reglas que dependen del lugar que ocupa la sílaba tónica dentro de la palabra.
Las palabras según el acento pueden clasificarse en: agudas, llanas o esdrújulas. Las palabras agudas tienen el acento de intensidad en la última sílaba (cantar, razón, sofá) llevan el acento ortográfico si terminan en vocal y en las consonantes n o s (canción, mamá, además). No llevan acento ortográfico si son monosílabos (tos, pie, vals) o terminan en consonante distinta de n o s (sutil, tenaz).
Las palabras llanas o graves tienen el acento de intensidad en la penúltima sílaba (silla, árbol, maceta) llevan el acento ortográfico siempre que terminan en cualquier consonante que no sea n o s (bolívar, cáncer, hábil). No llevan el acento ortográfico si terminan en vocal, en n o s (crema, salas, examen).
Las palabras esdrújulas tienen el acento de intensidad en la antepenúltima sílaba (caótico, lágrima, cárceles). En el caso de que por la unión de dos o más palabras, el acento tónico recaiga sobre la sílaba anterior a la antepenúltima o preantepenúltima, la palabra así formada se llamará sobresdrújula (corrígemelo, estúdiatelo, recomiéndaselo). Tanto las esdrújulas como las sobresdrújulas llevan siempre el acento ortográfico.
Ahora que hemos comprendido estas reglas concernientes a las palabras agudas y graves, y recordando que absolutamente todas las esdrújulas y sobresdrújulas se escriben con acento, ya hemos cubierto el paso más importante en el aprendizaje de las reglas de acentuación.